Desigual da una lección de tolerancia y diversidad con su nueva campaña
Desigual, bajo la dirección creativa de Jean-Paul Goude, hace una exaltación de por qué las diferencias nos hacen iguales.
Nos gusta ser diferentes. Al menos, cuando hablamos de moda. Queremos prendas exclusivas que nadie tiene, buscamos marcas que pocos conocen y nos obsesionamos en encontrar nuestro estilo propio, distinto al de los demás. Desigual incluso convirtió la diferencia en su sello de identidad. Solo hay que echar un vistazo a su archivo histórico para ver que la firma rehúye de lo tradicional. No solo en la libertad de colores y la anarquía de estampados que dominan sus prendas, también a la hora de orquestar sus campañas y elegir a sus modelos. La marca empapeló ciudades con la modelo Winnie Harlow, dotando de actitud sus manchas por el vitíligo. También se sumó a la lucha por la belleza real, mostrando a la modelo Charli Howard con bañador y celulitis; y apostó por otro tipo de mujer -fuerte y sin pelos en la lengua-, cuando eligió como imagen a la rapera y activista Princess Nokia.
La marca de Barcelona siempre ha hecho exaltación de lo diferente, pero con su última colección nos demuestra que precisamente son las diferencias las que nos hacen iguales. Bajo la asesoría artística del polifacético Jean-Paul Goude (Francia, 1940), que en septiembre del año pasado asumió la dirección creativa de la firma, la nueva campaña de Desigual es una fiesta a favor de la diversidad y la tolerancia. Su lema es ‘Share the power’ (comparte el poder), y sus banderas no entienden de géneros o razas, solo señalan una misma dirección. La firma nos hace la proposición -indecente, si tenemos en cuenta los tiempos que corren-, de sumarnos a su celebración. Quiere que dejemos a un lado los prejuicios y nos unamos a su marcha, para reivindicar la igualdad, la diversidad y tolerancia.
Como es característico de Jean Paul-Goude, la campaña de Desigual potencia más que nunca el sentido artístico de la firma, rompiendo cualquier tipo de convención estética. Porque este diseñador, ilustrador y fotógrafo solo es capaz de crear imágenes icónicas. ¿Os suena la portada del disco ‘Slave to the rhythm’ de Grace Jones? La cantante fue su mujer y musa, y ambos formaron uno de los tándems creativos más rompedores de la época. También la expresión ‘romper Internet’ se la debemos al artista francés, cuando le colocó a Kim Kardashian una copa de champagne en su trasero para la portada de ‘Paper’. Ahora, bajo el manto de Desigual, Goude ha conseguido elevar a la categoría de arte la nueva colección de la marca.
En su última campaña, la confianza de sus modelos -que saltan, bailan y se divierten- reafirma la personalidad desinhibida de la marca. Tanto las fotos de la campaña, como el vídeo que recorre mediante un travelling cada uno de sus rompedores estilismos, hablan de movimiento y libertad. La colección, como es propio de la casa, defiende la mezcla, empastando texturas, colores y sobreponiendo estampados. Mediante la técnica del patchwork, los míticos estampados de los fulares vintage, repletos de animales y colores, se mezclan con texturas más femeninas como el plumeti o los encajes.
El denim es otro de los protagonistas de su propuesta para este Otoño-Invierno. Desigual viaja a sus inicios, a los ochenta, para actualizar las prendas del archivo Heritage. Hay pantalones de talle alto, jeans rectos que apuestan por la comodidad y cazadora ‘oversize’ llenas de dibujos y colores. Por otro lado, el tartán se aleja de la rigidez inglesa, para transformarse en algo más mediterráneo, jugando con las texturas y haciendo collages de todo tipo. En general, Desigual te da las prendas para que mezcles, te diviertas y celebres.
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