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La prueba definitiva de que todos vestimos igual

Dos fotógrafos holandeses han dedicado 20 años a capturar el ‘street style’ de distintas ciudades. El resultado refleja la dificultad de encontrar estilos únicos en la era de la globalización.

cover exactitudes
Clara Ferrero

Paseando por Milán probablemente nos crucemos con una media de diez señoras enfundadas en un abrigo de visón. En las calles de París es fácil tropezar con otros tantos bolsos de tela de la firma Longchamp. Y sin movernos de casa, a buen seguro vivimos rodeados de chicas clónicas con la misma melena e idénticos shorts, niños que visten camisetas de fútbol o chicos que parecen compartir barbero y amor incondicional por las gorras, las camisas de cuadros o los estampados ochenteros. Quizá nuestro ojo esté tan acostumbrado a estas repeticiones estilísticas que pasan desapercibidas, pero a los fotógrafos holandeses Ari Versluis y Ellie Uyttenbroek no se les escapa una. Este dúo fotográfico firma Exactitudes, una recopilación de 154 series fotográficas disparadas en los últimos veinte años a lo largo y ancho del globo para documentar el estilo de los habitantes de distintos lugares y demostrar que, en definitiva, todos vestimos igual.

El proyecto empezó en 1994 cuando cuarenta jóvenes de cabeza rapada y chandal de colores posaron ante su objetivo. La sesión respondía al encargo de una empresa de telecomunicaciones que quería ahondar en la juventud holandesa y su estilo. Las cuatro decenas de retratos dispuestos en forma de cuadrícula llamaron la atención sobre la identidad uniformada de la estética gabber, un movimiento vinculado al estilo de música electrónica homónimo que nacía por aquellos años en Róterdam. El éxito de la obra, la primera en percatarse de la peculiaridad de esos muchachos que escuchaban techno y vestían sudaderas de estampados chillones, animó al dúo fotográfico a disparar su segunda serie. Con Casual Queers, un homenaje a los gays ataviados con camisas de cuadros que frecuentaban un bar de ambiente próximo a su estudio, nacía oficialmente Exactitudes, un reflejo antropológico y cultural de los códigos de vestimenta de más de un centenar de grupos urbanos. Los fotógrafos recopilaron su trabajo por primera vez en 2002 en forma de libro y ya se han agotado cinco ediciones desde su primera publicación. La última tirada acaba de salir a la venta hace unas semanas e incluye 18 series inéditas.

Chicas de melena y estilismo clónico, las protagonistas de la serie ‘Mwah!’ (Róterdam, 2012).

Ari Versluis & Ellie Uyttenbroek / Exactitudes

“Siempre trabajamos del mismo modo”, explica el fotógrafo Ari Versluis a S Moda. “La clave es observar. Después de mirar y analizar un entorno específico, elegimos qué estética es representativa del lugar y merece la pena ser inmortalizada”. El dúo de fotógrafos suele camuflarse entre los transeúntes, los clientes de un bar o los compradores de un centro comercial en busca de inspiración. Su objetivo es reconocer patrones estéticos y analizar aquellos que hablen de la identidad de un grupo social o del estilo de vida de un determinado lugar. Una vez tienen claro el punto de partida, reclutan a doce personas (todas las series están formadas por este número de fotografías a excepción de la primera) que la representen y estén dispuestas a posar para ellos. “Adoramos la belleza formal de la repetición y la agrupación de los retratos. Cuando llega a nuestro estudio el primer invitado de una serie experimentamos diferentes posturas. Después, mostramos la pose elegida al resto de los participantes para que repitan el patrón. Si el gesto no funciona con todos hay que empezar de nuevo”, detalla.

Para disparar sus instantáneas, la pareja lleva dos décadas viajando por el mundo. Aunque la mayor parte de su obra se ha producido en Europa (especialmente en Holanda) también han capturado el espíritu de los habitantes de Pekín, Marruecos, Río de Janeiro o Cabo Verde. Tecnohippies, góticos o punkies protagonizan algunas de sus instantáneas, pero lejos de la extravagancia de las crestas de colores, la ropa skater o las rastas, también hay hueco para un grupo de elegantes abuelas que visten americana, una docena de chicas fanáticas de los abrigos camel o una pandilla de niñas con cazadora vaquera. Pruebas todas ellas de la influencia social en nuestras elecciones estilísticas y de la dificultad de encontrar estilos únicos en un momento en el que las prendas y modas traspasan fronteras.

‘Meuf’, la serie protagonizada por los bolsos Longchamp (2009).

Ari Versluis & Ellie Uyttenbroek / Exactitudes

Es precisamente la globalización la responsable de los principales cambios desde sus primeras fotos en los noventa hasta ahora. "Es cierto que algunas ciudades son más vibrantes que otras en términos de estilo, identidad y mezcolanza entre culturas, géneros o generaciones", apuntan. Pero en general, al principio les resultaba más fácil encontrar autenticidad y estilos vinculados al lugar en el que trabajaban. En sus últimas series, confiesan, se han decantado por personas maduras porque los jóvenes de medio mundo visten igual. Las compras en la red facilitan el acceso a las mismas prendas y diluyen las diferencias entre Roma, Berlín o Madrid. Cada vez les resulta más complicado encontrar subculturas puras que no estén contaminadas por la influencia de las modas e Internet. Sus últimos trabajos han sucumbido a las reglas que dictan los nuevos tiempos y las redes sociales. Las chicas especulares de Mwah!, su serie 139, fueron reclutadas a través de Facebook y a pesar de que afirman que las tendencias pasajeras no les interesan (“solo fotografiamos aquellas que cambian el comportamiento social”, advierten) no han podido resistirse a producir la serie Omen, un registro del estilo gótico deportivo que está atestando las calles de Ámsterdam y que ejemplifican doce chicos con ropa negra, capucha y brazos cruzados.

El mensaje de su trabajo, dejando a un lado el análisis antropológico y la yuxtaposición entre individualidad y uniformidad, es un canto a la pluralidad. “Nunca juzgues a los demás, respeta y acepta la diversidad. Es lo que queremos contar con nuestras fotos” manifiesta Versluis. Es fácil observar una progresión en la inclusión de diferentes etnias y culturas en sus sesiones. Hace veinte años, cuando trabajaban principalmente en Holanda, según explican, era complicado encontrar pieles de distinto color unidas por el mismo estilo. Ahora la mezcla cultural de las grandes urbes queda patente en sus registros.

En estos veinte años de fotografías, Exactitudes ha formado parte de numerosas exposiciones y publicaciones. Por poner un ejemplo, Faces Now, European Photography since 1990 (publicado por Prestel, la misma editorial de What we wore) es uno de los últimos libros (vio la luz en febrero de este año) que se hace eco de la obra de los dos artistas. Y aún queda trabajo por hacer. La pareja planea continuar su trabajo fuera de Europa, aunque tienen miedo a enfrentarse a culturas desconocidas que no sepan exprimir. “Quizá probemos en España porque nos encanta”, relata Versluis. Quién sabe si el próximo en posar para su objetivo pudieras ser tú.

‘Omen’ (Amsterdam, 2014).

Ari Versluis & Ellie Uyttenbroek / Exactitudes

‘Cappuccio Girls’ (Milán, 2011).

Ari Versluis & Ellie Uyttenbroek / Exactitudes

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Sobre la firma

Clara Ferrero
Es redactora en S Moda, revista en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera. También es cocreadora de 'Un Podcast de Moda', el primer podcast en castellano especializado en la temática. Es licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, y especialista en Comunicación de Moda por la Universidad Complutense.

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