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La mejor respuesta a quien piensa que no hay talento en la poesía femenina

Las poetas españolas del siglo XXI reivindican a sus predecesoras y, sobre todo, responden con acción y talento ante las recientes dudas sobre su obra.

elena medel  poesia femenina españa
Daniel Mordzinski

La semana pasada el El Cultural publicó una entrevista con uno de los editores de poesía más importantes de nuestro país por los cuarenta y cinco años en activo de su empresa editorial, Visor. Sus comentarios sobre la poesía femenina en España (“lo siento pero no está a la altura de la otra, la masculina, digamos, aunque tampoco es cosa de diferenciar”, declaró) han hecho que las redes bullan con opiniones a favor o en contra pero, sobre todo, han servido para comprobar que, lejos de creer que las actitudes machistas ya no tenían cabida en el entorno cultural, están a la orden del día.

Concretamente, Elena Medel (Córdoba, 1985), publicada por el propio Visor, era esgrimida en dicha entrevista como baremo (“Por una Medel, hay cinco hombres equivalentes”, afirmaba el editor) para medir el talento de la poesía femenina actual. Puestos en contacto con la poeta, directora de la revista Eñe y editora del sello de poesía La Bella Varsovia, su respuesta es clara: “A título personal no le doy importancia. Al margen del desacuerdo ante muchas de sus opiniones, no me desveló nada que no intuyera. Es mi editor, pero comprendo que ciertos aspectos pueden separarle de mi obra. Otra cuestión es su opinión sobre las poetas españolas del siglo XX y de la actualidad, que respeto porque está en su perfecto derecho de pensarlo, aunque –obviamente– esté en desacuerdo. Tampoco debemos omitir que otros editores no expresan su opinión en una entrevista pero sí lo reflejan en los libros que publican. El catálogo de una editorial habla tanto o más que su editor”.

Como muchas de sus compañeras de generación, Medel nunca ha concebido la queja como única solución (ahí están su editorial y los mil y un proyectos en los que siempre está embarcada) y aunque estas afirmaciones no han servido de detonante, ha sido ahora cuando ha decidido poner online y a disposición de todos, su trabajo de años en la reivindicación y búsqueda de voces femeninas de la poesía patria en el blog Cien de cien en el que cada día publica la obra de una poeta española del siglo XX a tener muy en cuenta: por ahora, ya hemos podido saber de Pino Betancor, María Beneyto, Luisa Castro, Cristina Lacasa, Paloma Palao y Ángela Figuera Aymerich. “Quedan aún muchas tendencias que recoger, muchas autoras imprescindibles, algunas ya sabidas y otras –muchas- no tanto”, reconoce Medel.

Algunos de estos nombres ya son conocidos por los lectores gracias al trabajo de difusión realizado por la editorial Torremozas, que en 1982 creó la recordada Luzmaría Jiménez Faro cuando en los catálogos de las editoriales no había apenas mujeres. Hoy, esta casa dedicada a la publicación de poesía y relato corto escrito por mujeres está dirigida por su hija Marta Porpetta. “Tras escuchar comentarios como estos, y después de publicar más de 700 libros, entendemos que todavía tenemos mucho camino por delante en la difusión y reconocimiento de las mujeres poetas. Muchísimas de ellas valiosas, extraordinarias e imprescindibles en la literatura española”, afirma Marta para después enumerar a poetas como Carmen Conde, Ernestina de Champoucin, Gloria Fuertes (“su poesía de adultos, esencial”), Concha Méndez… “y muchas también actuales, pero mencionar unas pocas sería injusto”.

Entre las nuevas generaciones, mujeres como Miriam Reyes, la ya citada Elena Medel, María Eloy-García, Berta García Faet, Carmen Camacho, Yolanda Castaño, Alba González Sanz, María Ramos, Luna Miguel, Carmen G. de la Cueva, Silvia Terrón o María Mercromina llevan tiempo resonando con fuerza en el panorama editorial. Algunas de ellas aparecen en el muy recomendable “Se dice poeta” (disponible en Filmin, tras exhibirse en varios festivales dentro y fuera de nuestro país) de Sofía Castañón (Gijón, 1983), documental que realiza una mirada de género al panorama poético contemporáneo entrevistando a 21 poetas nacidas entre 1974 y 1989. Cuando se le pregunta por este trabajo, Castañón cuenta que “surgió de cosas que te van chocando. Creo que a mi generación nos une el descubrir que la zona de confort nunca fue tal: que la igualdad desde la que se nos educó y se nos dio como hecha, no existe, por más que se pueda haber avanzado. En este sentido, hablaría de un movimiento feminista en la poesía actual, en la medida en que se escribe desde esa toma de conciencia. Con el riesgo que cualquier esencialismo conlleva”.

En esa labor de abrir un espacio de reivindicación de la voz de las mujeres como pensadoras y creadoras desde una perspectiva de género no hay que olvidarse de la revista digital Blusa, comandada por las poetas Sara Herrera Peralta (Jerez de la Frontera, 1980) y Carmen G. de la Cueva (Sevilla, 1986). Esta última –también a cargo del blog La tribu de Frida, “para crear tribu, manada”- tiene claro que este tipo de declaraciones, lamentablemente, “las piensa mucha más gente”. Sin embargo, como muchas otras poetas, Carmen sabe que el lamento no lleva a ningún lado, no tan lejos como la acción. “Hay que crear nuestra propia genealogía porque una parte de esas abuelas y madres literarias que vinieron antes que nosotras se ha perdido y ahora nos toca recuperarlas y darles su lugar. Gracias a eso, el futuro será diferente. Ningún editor podrá decir que en el siglo XXI no hubo escritoras, todo lo contrario. Se dirá que la mejor poesía la estaban escribiendo ellas”.

Misma opinión que las autoras contactadas comparten algunos poetas hombres, aunque Medel alerta que “lo grave es el silencio de muchos compañeros de generación, porque salvo excepciones no he leído a poetas hombres manifestarse en contra. Eso es lo preocupante: que quienes están construyendo el presente lo hagan desde el pensamiento del pasado”. Entre esas excepciones se encuentran autores como Raúl Quinto (Cartagena, 1978), que aparece en el ya nombrado documental de Sofía Castañón. “Un repaso a las académicas de la RAE o a los Premios Nacionales de Poesía es sonrojante. Es una realidad estadística que contribuye a generar un canon abiertamente masculino, fruto de tendencias patriarcales, que reproduce a nuestro nivel lo que ocurre en prácticamente todos los ámbitos”. Por su parte, el autor y editor David Trashumante (Logroño, 1978) vuelve a hacer gala del activismo cultural que define a estos poetas del siglo XXI. “Por mi parte, el futuro es de ellas, no me cabe la menor duda. Hay que leer un poco más y salir a las librerías y comprar libros de otras editoriales valientes que sí se la están jugando. Aunque todavía es un fenómeno minoritario, empieza a haber una escena poética donde el género ya no importa, donde poetas de toda condición se expresan y eso es lo que va a suceder”.

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