Kanye West (casi) la lía otra vez en los Grammy

Y cinco años después volvimos a ver a Beyoncé decir aquello de Oh, Kanye. Las dos palabras que Queen Bey entonó en 2009 cuando Kanye West subió al escenario y boicoteó la entrega del premio a Taylor Swift en los VMA’s de la MTV volvieron a pronunciarse la madrugada de ayer, cuando Kanye hizo el amago de protestar porque Beck recibiese el Grammy a mejor álbum del año, por el que también estaba nominada Beyoncé.

Ante la mirada atónita de Beck, Kanye subió las escaleras, miró a Beyoncé y Jay Z y decidió que, no, que esta vez mejor no la liamos y volvemos a nuestro asiento.

Pongámonos en situación. En la gala de 2009 de los Video Music Awards de la MTV Kanye West decidió interrumpir el discurso de una ganadora Taylor Swift para robarle el micro y decir a todo el mundo que el Single Ladies de Beyoncé sí que era el mejor videoclip del año. Anoche, West se volvió a mosquear porque Prince, encargado de entregar el premio al mejor álbum del año, no le dio el premio a Beyoncé, que también estaba nominada. El galardonado era Beck, por su duodécimo trabajo Morning Phase, algo que no gustó al artista. Sentado entre las primeras filas, subió las escaleras con ganas de volver a expresar al mundo su oposición a esta decisión, aunque se quedó a medio camino y decidió volver a su asiento entre risas. Ante el intento de boicotear el momento estelar de Beck (por suerte esta vez Kanye no cogió el micro y dijo que Beyoncé era la ganadora moral como sí hizo en 2009), así reaccionaron Mrs. y Mr. Carter (y todo el público) ante su osadía. Beyoncé volvía a decir su Oh, Kanye, noooo:

Podía parecer una broma para recordar lo que pasó en 2009 con Taylor Swift, pero él después volvió a insistir ante las cámaras del canal E! en que Beyoncé, y no Beck, tenía que haber recogido el premio al álbum del año a manos de Prince. De hecho, exigió que el artista le diese su premio a Beyoncé «por respeto al arte».

Polémicas aparte, a Kanye le dio tiempo también a demostrar ante la prensa que el hacha de guerra con Taylor Swift está más que enterrada y que, lejos de amargarle discursos de agradecimiento, ahora hace reverencias ante la cantante. Pruebas, aquí:

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Pharrell (que fue la diana de las coñas de Twitter por lo similar que era el traje de su actuación al vestuario del botones de El Gran Hotel Budapest ) también tuvo lo suyo con Taylor. Al cantante definitivamente no le ponen happy los mohínes de Swift durante las galas, como demuestra este vine:

Precisamente Swift no estuvo invitada a la cita doble que los Kimye tuvieron con Chrissy Teigen y John Legend en la Waffle House ayer mismo y que después compartió en Twitter Kim Kardashian. Quizá por eso West mostró esa versión del sad Kanye a la que nos tiene acostumbrados. Oh, Kanye.