Guía para combinar el batín, la última prenda que salta del dormitorio a la calle

Primero fue el slip dress. Luego los pijamas. Ahora los batines. El accesorio de boudoir que faltaba por saltar a la calle va camino de convertirse en el abrigo perfecto para estos días de entretiempo. Parece la evolución natural del kimono que nos lleva resguardando unas temporadas, pero ojo: el que se lleva ahora es más bien una prenda de aires decadentes que remite a la época dorada de Hollywood. De aquellos que lucieron Jean Harlow o Marilyn Monroe. ¿Los materiales? De lujo, pero en vez del encaje y las transparencias de esas piezas conocidas como ‘peignoir’ o ‘negligé’, se lleva la seda y el terciopelo. Luisa Beccaria, Dries van Noten y hace unos días el propio Burberry lo han demostrado sobre la pasarela con sus colecciones de otoño. Analizamos cómo combinar esta prenda que amplía sus horizontes más allá del dormitorio:

Para principiantes

La propuesta más simple (y la más recurrente) es convertirlo en un sencillo atuendo anudado a la cintura. Así lo proponían Giorgia Tordini y Gilda Ambrosio desde Attico, una de las firmas que más está sonando en los últimos meses. Inspiradas en la silueta “peignoir”, estas dos musas del street style incluyen en su colección de otoño batines en seda y terciopelo que abrazan el cuerpo reconvertidos en vestidos. Los botines de terciopelo contribuyen al exotismo, pero también se le puede quitar hierro al asunto con unas zapatillas, como hace desde su web la firma de raíces españolas Datura. 

Si hay un leitmotiv entre tiendas e iconos del street style, es la combinación camiseta (principalmente blanca) + pantalones vaqueros. Para Paula Delgado, estilista de S moda, confirma que resulta la opción más versátil y atemporal «tanto para un evento de día como de noche». A las propias creadoras de Attico se les ha podido ver así luciendo sendos batines de su marca. Un juego de básicos que compensa la suntuosidad de los tejidos y convierte la prenda en una pieza más factible para el día a día. En cuanto al low-cost, H&M se apunta a la versión ‘festivalera’ y Bershka y Asos se rinden a la comodidad de una zapatilla blanca. Jugando con otras tendencias, Mango le añade pantalones a juego, Ayr juega con las camisas y los tonos neutros y Zara apuesta por los pantalones ‘cropped’ +  botines con purpurina. Se llevan los batines en tonos lisos, pero los estampados de inspiración oriental son un buen punto de partida.

Para alumnos aventajados:

El vestido es su mejor aliado. Esta temporada de excesos casa a las mil maravillas: cuellos altos, con lazadas, transparencias y puños con volantes que se dejan entrever delicadamente por debajo del batín. La alternativa más romántica (e historicista) por la que apuestan tanto Burberry como Luisa Beccaria en varios de sus looks esta temporada. La calle demuestra que el slip dress también puede tener cabida sin parecer recién salida de la cama. En este caso, el secreto está en los complementos, según Delgado: «Si utilizas un batín de terciopelo, que viste más, y añades un ‘clutch’, unos pendientes resultones o unos zapatos llamativos, tienes el look hecho».

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Para los ‘cum laude’ de la materia

El último desfile de Burberry es vuestro libro de cabecera. Este ‘proficiency’ incluye dibujos geométricos y motivos ‘paisley’ que tu abuelo heredó de aquellos batines indios (en aquella época, ‘banianos’) utilizados por los hombres del s. XVIII para andar por casa y hacerse paseos matutinos. Unos arabescos ya de por sí complicados que mezclan sin ningún tipo de pudor con estampados florales y rayas en camisas y pantalones pijameros. Sí, un total look para irse a la cama que «Burberry rompe con las botas». Pero salen airosos gracias a los juegos de superposiciones: conjugándolo con encaje, manteniendo una paleta cromática similar o incluso añadiendo una tercera capa por encima del batín. ¿La pista? Sudaderas, chaquetas y cazadoras en tonos neutros que marcan talle gracias a un omnipresente cinturón.

Más allá de la firma inglesa, la estilista de S moda propone otras dos combinaciones para los más atrevidos: por un lado, fijarnos en estilismos como los de Rihanna o Rita Ora y «utilizar un toque más deportivo a contraste con la seda» y por el otro, dar un «twist» a la ropa de oficina. La pista nos la da Dries Van Noten en su colección de otoño: incluir prendas estampadas «que sustituyen a la americana» o recurrir a «batines con raya diplomática».