Gucci reinventa el mocasín

A lo largo de sus 90 años de historia Gucci ha conocido todos los estadios que una firma casi centenaria puede vivir en un siglo marcado por cambios abruptos y de revolución constante. Una sucesión de conspiraciones intramuros y situaciones rocambolescas -asesinatos, bancarrotas y venganzas antológicas- han marcado el devenir de una marca que siempre ha sabido renacer de sus dificultades y que constituye la piedra angular de la historia de la moda italiana.

Este año toca celebrar una de sus mayores gestas: el nacimiento del mocasín moderno o Horsebit, que desde 1985 forma parte de la colección permanente del museo Metropolitan de Nueva York. Para el sexagésimo aniversario del mítico diseño, la dirección creativa de la firma −pilotada por Frida Giannini− ha creado la colección 1953. A pesar de que el modelo original fue concebido para el público masculino, hace años que se vende en dos líneas, femenina y masculina. Traducir el armario de ellos al lenguaje de ellas se ha convertido en un fenómeno bastante habitual en la industria zapatera. Los brogues, los zapatos oxford o sneakers tipo New Balance o Vans son ya unisex.

Jodie Foster, Madonna o Carlota Casiraghi −imagen de la casa− han expresado en numerosas ocasiones su admiración por los loafers Horsebit, pero no son las únicas. Creados por Aldo Gucci en el año que da título a la presente colección, la lista de hombres que los han elegido no tiene fin: Clark Gable, John Wayne, Fred Astaire, Bruno Mars, James Franco…

Mocasín ‘Horsebit’ de color amarillo.

D.R.

La nueva versión cuenta con un diseño tubular −lo que sea que quiera decir eso− sin plantilla, adaptada a las necesidades de la época estival y entretiempo. 1953 supone una vuelta de tuerca en la tarea de resucitar viejas glorias y revertirlas en clásicos, mediante materiales exóticos y colores calientes. El charol, el cocodrilo o la piel de pitón forman la paleta actualizada del Horsebit, con apliques metálicos en latón y níquel.

Los bolsos Jackie, Bamboo o Stirrup, así como las GG −una de ellas invertida− que emulan el cannage de Dior, o la cinta tribanda sustentan el vasto legado de la casa fundada por Guccio Gucci. Y ahora es el turno del Horsebit. Hasta el mes de noviembre de este año el museo Gucci (Piazza della Signoria, 10) de Florencia dedica un homenaje al mocasín más famoso del mundo.