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Cómo buscar y encontrar el gel hidroalcohólico que seca rápido y no es pringoso

Algunos llevan ingredientes que evitan la deshidratación, como la glicerina, el aloe vera o distintos aceites esenciales, pero generan una sensación incómoda.

Geles hidroalcohólicos genéricos
Aleksandr Zubkov/GETTY. (Getty Images)

Hay geles hidroalcohólicos muy líquidos. De los que casi se escurren de las manos, huelen a alcohol para ‘cubata’, se evaporan a toda velocidad y dejan cierta tirantez en las manos. Otros, en cambio, son más gelatinosos, puede que hasta huelan bien, tardan más en evaporarse y pueden dejar una sensación más o menos pringosa en las manos. “Los geles de lavado de manos tienen todos alcohol y un excipiente, que suele ser glicerina. Pero también se le añaden muchas cosas más, por ejemplo, aloe vera u otros ingredientes. De ahí la pringosidad y las ‘bolitas’ que hacen algunos”, explica el doctor Julián Conejo-Mir, jefe de Dermatología del Hospital Universitario Virgen del Rocío. Pero, ¿es necesario añadir esos ingredientes que no desinfectan y encima dejan las manos grasientas?

Para entender por qué algunos fabricantes optan por añadir esas sustancias que algunas personas notan como desagradables al tacto hay que entender qué función cumple cada ingrediente de un hidrogel . El más importante es el alcohol (por su denominación INCI: Alcohol Denat). No es más que alcohol etílico, un antiséptico con acción bactericida y desinfectante. “Es muy volátil y se evapora rápidamente en contacto con el aire, de ahí esa sensación de absorción inmediata. Pero también reseca la piel”, apunta Patricia Castro, farmacéutica y formadora técnica de Laboratorios Babé. 

Otros ingredientes que suelen estar presentes en este tipo de productos son el aloe vera (Aloe barbadensis extract) y la glicerina (la encontrarás como Glycerin). Su función es la de impedir que la humedad de la piel se escape y salvaguardar los lípidos de la capa córnea. Vienen a ser el contrapeso del alcohol creando un film protector graso que minimiza la deshidratación. Y ahí está el meollo: cuanto mayor sea la parte de glicerina, menos lesivo para las manos, pero también más papeletas para que deje un residuo entre grasiento y pegajoso tras la aplicación. Si te fijas en la lista de ingredientes, es posible que encuentres hidroxipropilcelulosa (en el INCI: Hydroxypropylcellulose). Su función se limita a dar una textura gel. No es necesaria para desinfectar, pero espesa el producto y hace más cómoda la aplicación sin que se escurra entre los dedos.

Sí, también deberías ponerte crema de manos

Viendo que los hidroalcóhólicos van a quedarse una buena temporada con nosotros, hay quienes prefieren uno ramplón, sin tanto aloe y el contenido mínimo de glicerina, y aplicar después una crema hidratante de absorción rápida. Cualquier cosa por no quedarse con esa sensación de que hay una capa grasa en las manos. “En mi opinión, es mejor cuidar nuestra piel desde el primer momento con un gel hidroalcohólico con ingredientes que limiten la deshidratación o picor asociados. Que no quita para que, a continuación, hagamos uso de una crema hidratante para proteger aún más nuestra barrera cutánea. Hay que tener muy presente que, pese a que un gel hidroalcohólico contenga activos para proteger nuestra piel, nunca va a poder hidratar al nivel que lo hace una crema hidratante”.

Para el dermatólogo Gabriel Serrano, fundador de los Laboratorios Sesderma, la razón de acabar con esa sensación correosa en las manos no está tanto en el hidroalcohólico como en que ponemos demasiada cantidad de producto. “La dosis es la equivalente a dos guisantes (1-3 ml, según la densidad de cada producto). Si echamos más pensando que así nos desinfectaremos mucho mejor, el alcohol va a seguir evaporándose, pero todos los componentes oleosos van a permanecer. Puede ser la glicerina, pero también otros fosfolípidos (ácido linoleico, oleico, palmítico…) que vienen a sustituir los degradados por el alcohol para restituir el equilibrio en la capa córnea de la piel. Al final, lo que tienes es la misma desinfección, pero con esa sensación pringosa que es la que lleva a muchas personas a limpiarse a continuación con un pañuelo de papel o similar. Así que todos los posibles beneficios adicionales de esos lípidos, se quedan en el pañuelo”.

Excederse en la cantidad puede tener otras consecuencias para la piel bastante más serias. “Como no es producto que usemos esporádicamente, sino varias veces a lo largo de la jornada, al cabo de varios días pueden aparecer dermatitis irritativas y hasta alergias”.

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