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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Decidida a romper con todo

Leyenda del cine italiano, Monica Vitti representó los sueños de una generación de mujeres.

Elsa Fernández-Santos

Hace casi una década, tres amantes del cine, Lucía Casani, directora de La Casa Encendida; Beatriz Navas, hoy responsable del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), y yo, nos reunimos en la radio de El Estado Mental con especialistas en cine, arte y género, bolsa y arquitectura para hacer una serie monográfica dedicada a El eclipse, de Michelangelo Antonioni. Entonces no se usaba casi el término podcast y lo nuestro solo era un muy torpe experimento amateur, pero las tres queríamos indagar en una película que nos había cambiado la vida y en la que Monica Vitti era portavoz de una nueva generación de mujeres. Quizá por eso la muerte el pasado 2 de febrero de la actriz italiana sonó a fake news. Si hay actrices eternas, Vitti es una de ellas. El ministro de Cultura de su país, Dario Franceschini, lo resumió con un contundente “Adiós a la reina del cine italiano”, un trono que, con el permiso de Sophia Loren y Anna Magnani, fue a partir de los años sesenta de Maria Luisa Ceciarelli, la actriz romana que supo ser tan sensual como cerebral. Si en el colegio lo divertido era imitar la secuencia del guante de Rita Hayworth en Gilda, en primero de universidad lo suyo era deambular por Moncloa creyéndote la Vitti al final de El eclipse. Vittoria, su personaje, empezaba dándole calabazas a su novio, un Paco Rabal en la piel de un intelectual de libro, para fijarse en un joven y guapo corredor de bolsa, Alain Delon, cuyo atractivo también se desvanecía para acabar sin rumbo en la abstracción de la secuencia final. Antonioni desafiaba todo —el capitalismo, la ciudad, la pareja— a través de una actriz que fue su impagable médium. Una de mis secuencias favoritas es la del baile, la única en la que ella parece feliz. Después de observar fotografías de tribus africanas, acaba desnuda bajo un pareo emulando a las mujeres de las fotos. Es un momento absurdo, cuya primitiva catarsis sigue siendo hoy un enigma sobre una mujer decidida a romper con todo.

Monica Vitti, en la película ‘El eclipse’, de Michelangelo Antonioni (1962).
Monica Vitti, en la película ‘El eclipse’, de Michelangelo Antonioni (1962).ALAMY STOCK (Alamy Stock Photo)

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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