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El efecto Scully o cómo ‘Expediente X’ motivó a las fans de la serie a estudiar carreras de ciencias

La brillante Dana Scully incentivó el interés por las carreras del campo científico entre las mujeres seguidoras de la ficción y se posicionó como un referente casi único de la pequeña pantalla, donde la presencia de personajes femeninos relacionados con las ciencias se limita a series de hospitales o representaciones estereotipadas de “empollonas”

Gillian Anderson, como la agente Dana Scully, en 'Expediente X'.
Gillian Anderson, como la agente Dana Scully, en 'Expediente X'.FOX (FOX Image Collection via Getty I)
Elena Muñoz

Hay personajes que no necesitan presentación. Homer de Los Simpson o Rachel de Friends tienen tan asegurado su sitio en la cultura pop que no hace falta haberlos seguido en la pequeña pantalla para saber quiénes son. Lo mismo sucede con Mulder y Scully, de Expendiente X. Durante las nueve temporadas que duró la emblemática serie (alargada con dos películas y un revival en forma de miniserie en 2016 y 2018), la actriz estadounidense Gillian Anderson dio vida a Dana Scully, una brillante científica reclutada por el FBI. Junto a su eterno compañero, Fox Mulder (Dave Duchovny), formó una de las duplas más recordadas de la pequeña pantalla de los noventa.

Si dentro de la serie Scully se afanaba en resolver casos enigmáticos y paranormales, fuera inspiró a decenas de miles de niñas, que identificaron en este personaje un poderoso referente dentro del mundo de la ciencia, un sector donde las escasas mujeres representadas en la ficción se han limitado a vestir batas blancas en series de hospitales. Así lo apunta Marta Narberhaus Martínez, profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universitat Autònoma de Barcelona, al señalar las “importantes diferencias” existentes “entre los personajes que tienen profesiones en el ámbito STEM [acrónimo en inglés que designa las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, CTIM por su nombre en español]”. Y añade lo fácil que es “encontrar ejemplos de series sobre ámbitos de salud en los que aparezcan personajes femeninos con roles de doctoras o enfermeras: Hospital Central, Anatomía de Grey... pero sigue siendo extraordinario ver personajes femeninos en ámbitos técnicos como ingenieras o mecánicas”.

Scully y Mulder, en plena acción en un capítulo de la séptima temporada de 'Expediente X'.
Scully y Mulder, en plena acción en un capítulo de la séptima temporada de 'Expediente X'.FOX (FOX Image Collection via Getty I)

Los datos avalan el efecto Scully

En 2024 resulta complicado dar con esa clase de personajes pero en 1993, año en que se emitió el primer episodio de Expediente X, era casi imposible. Por eso, Scully revolucionó no solo la televisión, sino que también contribuyó a un cambio de paradigma al incentivar el interés de muchas seguidoras de la serie por la ciencia, que llegaron a cursar carreras dentro de este ámbito.

“Diferentes estudios han demostrado que la representación mediática de la mujer trabajando en campos científicos aumenta el interés de niñas y mujeres por esas profesiones. Para que una niña o una adolescente tenga vocación de científica o de ingeniera, lo primero que tiene que poder hacer es imaginarse a sí misma en ese rol. Pero la realidad es que hay todavía pocas mujeres con proyección pública en estos ámbitos”, aduce Narberhaus. Datos recabados en diferentes estudios avalan el denominado efecto Scully. Por ejemplo, en 2018, el Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios de Comunicación publicó un informe titulado The Scully Effect: I want to believe, un guiño directo a Mulder y Scully, ya que la primera película del universo Expediente X se llamó precisamente así: I want to believe. En dicho estudio, realizado en colaboración con 21th Century Fox, se analizaba la relación entre el personaje de Dana Scully y el interés de las niñas fans de la serie por las disciplinas STEM, con algunas conclusiones muy reveladoras: “El 63% de las mujeres familiarizadas con el personaje de la agente Scully mostraban más confianza a la hora de seguir carreras STEM”. Desde los años noventa, se ha aludido al efecto Scully e incluso la asesora de ciencia de la serie, la profesora Anne Simon, relató su experiencia en primera persona con el fenómeno. Docente de la Universidad de Maryland, cuando empezó a dar clase en el curso de 1999 preguntó a sus alumnos si alguno estaba ahí influenciado por Expediente X. “Dos tercios de la clase levantaron la mano”, contó.

Un camino largo y tortuoso

En los últimos años, la ficción ha incorporado de manera muy tímida nuevos personajes femeninos próximos al campo científico. Esquivar la representación estereotipada sigue siendo un desafío. Por ejemplo, la etiqueta de nerd de las científicas de Big Bang Theory o el sambenito de empollona de Alex Dunphy, la hija mediana de Phil y Claire Dumphy en Modern Family. En este sentido, cuanto mayor sea la variedad de personajes, más realistas y alejados de tópicos terminarán siendo estos papeles. “La influencia de las series en las vocaciones queda patente también con otros ejemplos, como el llamado efecto CSI. La conocida serie de televisión influyó en el aumento de vocaciones forenses y nuevos programas universitarios en esta área. A partir de esta serie se ha popularizado esta profesión y precisamente algunas de las pocas representaciones femeninas en STEM son en este ámbito, como es el caso de los personajes de Jenny Cooper en La Forense o de Maura Isles en Rizzoli & Isles”, enumera Narberhaus.

El camino todavía es largo y tortuoso, repleto de falsas esperanzas. Si bien “cada vez hay más mujeres científicas y las chicas se matriculan más en carreras de ciencias, todavía se invisibiliza a las mujeres en disciplinas STEM en España”, sostiene la profesora Narberhaus. De acuerdo a los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) “la tasa de graduados hombres en ciencias, matemáticas, informática, ingeniería, industria y construcción por 1.000 habitantes, con edades comprendidas entre 20-29 años, en 2020 y en España, es de 33,2% y en las mujeres de 13,2%”. Es decir, el número de hombres graduados en carreras STEM en 2020 casi llegó a triplicar al de mujeres en nuestro país. Y el problema comienza en la infancia. El estudio publicado en marzo de 2024 Mujeres en STEM: desde la educación básica hasta la carrera laboral, elaborado por ESADE con apoyo del Banco Santander, específica que “ya en 4º de Primaria, las niñas presentan una probabilidad un 15% menor que los niños de considerar las matemáticas como su materia preferida, y entre 8% y 9% menor de considerarse buenas, aprender rápido, o disfrutar”. La problemática no se resolverá solo con buenos personajes femeninos en la ficción, pero sin duda urge crear referentes para todos los públicos.

La brecha salarial de ‘Expediente X’

Durante su participación en la ficción, Gillian Anderson también puso su granito de arena hacia la igualdad. En su caso, para acabar con la brecha salarial. Cuando se presentó al casting de la serie tenía apenas 25 años y era una recién llegada a la industria. Su compañero de reparto, contaba con ocho años más y su rostro era algo más conocido. Por ello, el caché de él fue muy superior. Sin embargo, a medida que avanzaban las temporadas y el papel de Dana Scully encandilaba al público, la diferencia salarial permanecía.

En 1997, Anderson se alzó con el Globo de Oro y el Emmy por su actuación en Expendiente X (Duchovny solo se hizo con el Globo de Oro), pero incluso respaldada con ese reconocimiento, tuvo que luchar para que su nómina se igualara a la de su coprotagonista. Y lo logró. Por eso, su sorpresa fue mayúscula cuando para su participación en el revival de 2016, se le ofreció la mitad de salario que a Dave Duchovny. La propia intérprete lo denunció en una entrevista en The Daily Beast, en la que explicó cómo la gente no es consciente de lo presente que está la brecha salarial en la actualidad: “Incluso en entrevistas recientes, me han comentado, ‘No puedo creer que ocurriera eso, ¿cómo te sentías?, es de locos’. Y mi respuesta siempre es: ‘Sucedía entonces y sucede ahora’. ¡Y ha vuelto a ocurrir! No sé ni qué decir al respecto”, contó en la citada publicación.

La intérprete tampoco se calló al poner en evidencia la falta de mujeres entre las guionistas y directoras de la serie. “Solo dos de los 207 episodios fueron dirigidos por mujeres. Espero el día en que los números sean diferentes”, escribió en un tuit en 2017. Hace unos meses se confirmaba el regreso (de nuevo) de la serie, esta vez presentada como una nueva versión con un reparto distinto al original. Confiemos en que la nueva Dana Scully logre influir a toda una nueva generación de mujeres.

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