El edadismo no puede con Dolly Parton: su actuación en ‘shorts’ a los 77 años

Dolly Parton lo ha vuelto a hacer: ha acabado con todos los prejuicios y estereotipos relacionados con la mujer y la edad. Y lo ha hecho como mejor sabe: subida a un escenario actuando para millones de personas durante el descanso del tradicional partido de la NFL de Acción de Gracias, que este año enfrentaba a los Dallas Cowboys con los Washington Commanders.

Subida sobre el escenario del AT&T Stadium de Arlington (Texas), Parton –que el próximo mes de enero cumplirá 78 años– actuó enfundada en unos minishorts blancos y un cropped top azul con gran escote, combinado con un chaleco de estrellas encima. La cantante realizó su espectáculo con el mismo look que las animadoras del show, aproximadamente 55 años menores que ella. Valentía y mucha seguridad en sí misma parecen ser las armas de la artista contra el edadismo, esa forma de discriminar a las personas mayores que atraviesa estructuralmente la sociedad.

Durante el espectáculo, Dolly Parton interpretó algunos de sus temas clásicos como Jolene y 9 To 5 para luego pasar a versionar a Queen y cantar los himnos We Are The Champions y We Will Rock You. Un show muy aplaudido por los 80.000 espectadores que estaban en el estadio y por los millones de estadounidenses que lo siguieron desde sus casas como parte de las tradiciones de día de Acción de Gracias.

En unas declaraciones al Business Insider, Parton habló sobre lo poco que le preocupaba envejecer. “Mientras me mantenga saludable, los números no deberían importar. No siento mi edad, no trabajo mi edad, no pienso en mi edad y, con suerte, no aparento mi edad”. Al mismo tiempo, aseguró que se encontraba feliz con su edad y no le gustaría tener unas cuántas décadas menos. “Honestamente, y lo digo desde el fondo de mi corazón, cuando veo a los jóvenes de hoy y veo por lo que van a tener que pasar, prefiero quedarme con mi edad”.

En su biografía Behind the Seams: My Life in Rhinestones, Dolly Parton compartió un insólito truco de belleza que la ha acompañado durante toda la vida: dormir sin quitarse el maquillaje. “Cuando me mudé a California por miedo a que una amenaza de terremoto me pillará sin maquillar y teniendo que salir a la calle por la noche me acostumbré a dormir maquillada. Mis rutinas de belleza son por la mañana, cuando me lavo la cara, me la cuido y me maquillo de nuevo para todo el día”.