Portia de Rossi: de actriz de éxito en ‘Ally McBeal’ a dedicarse en cuerpo y alma a Ellen DeGeneres
La actriz se hizo famosa por sus papeles cómicos de mujeres irónicas y distantes en “Ally McBeal” y “Arrested Development” hasta que en 2008 se casó con la presentadora y su vida cambió para siempre.
La actriz Portia de Rossi asegura que se enamoró de Ellen DeGeneres a primera vista. La conoció en una entrega de premios, la vio girarse lentamente, sonreír, y no necesitó nada más. “Fue como si una flecha me atravesase el corazón”, afirmó. A veces el amor es así de sencillo. Lo que está claro también es que nunca es fácil. En ese momento, de Rossi trabajaba en la serie Ally McBeal y se estaba labrando un nombre como una brillante actriz de comedia. Todavía nadie sabía que era gay, y creía que no podía arriesgarse a que se hiciera público. Su vida, sí señor, parecía calcada a la serie de la mujer de la que acababa de enamorarse. “Tenía mucho miedo, creía que si se sabía que era lesbiana eso podía acabar con mi carrera, así que no podía atreverme a salir con la lesbiana más famosa del mundo”, le explicó de Rossi a Oprah Winfrey al rememorar la historia de su matrimonio.
De esta forma, la actriz tardó tres años, tres largos años, en encontrar el coraje para confesar su amor, iniciando una relación que con el tiempo se ha convertido en icónica dentro de la comunidad LGTBI+. Se casaron en 2008, aprovechando una ley de California que permitía el matrimonio a personas del mismo sexo, una ley que poco después sería derogada, y se convirtieron en inseparables. Tanto, que es difícil pensar en de Rossi sin pensar en Ellen. ¿Quedó la carrera de la actriz, que brillaba en ese momento en los papeles cómicos retorcidos, ensombrecida por el matrimonio? Es difícil de saber. El público puede que perdiese una buena actriz, pero sus apariciones en el programa matutino de su esposa, “Ellen”, empezaron a ser celebrados como auténticos acontecimientos. El rostro de DeGeneres brilla cada vez que la ve o habla de ella y la felicidad se hace palpable. Está claro que es su gran apoyo e inspiración.
En las últimas semanas, cuando la imagen pública de Ellen se ha puesto en entredicho a causa de las denuncias de algunos de los empleados de su programa, la presentadora ha tenido que apoyarse más que nunca en la actriz. “Estoy con Ellen”, publicaba la actriz en su Instagram. No necesitaba decir nada más.
De Rossi nació el 31 de enero de 1973 en la pequeña localidad australiana de Horsham. Cuando era niña, empezó a realizar pequeños trabajos como modelo hasta que a los 15 años se cambió el nombre a Portia en homenaje al personaje femenino de El mercader de Venecia. El propio Shakespeare se inspiró en la reina Elizabeth para el personaje. Poco después, la actriz le añade un apellido italiano para que el nombre suene todavía más exótico. Queda clara su ambición de construirse un nombre que la gente recuerde.
En esta época, empieza a sufrir desarreglos alimenticios, lo que le llevará a una depresión. La presión del mundo del espectáculo empieza a afectarla. Estas experiencias las plasmará en el libro Unbearable lightness: A story of los and gain (Insoportable levedad: una historia de pérdidas y ganancias). “Yo no decidí ser anoréxica. Se coló dentro de mí camuflada como una dieta saludable. Ser lo más delgada posible era una forma de hacer más fácil mi trabajo como actriz”, aseguraba explicando cómo se desmayó en el rodaje de su primera película en Hollywood debido a su extrema delgadez. Llegó a comer solo 300 calorías diarias, siempre medidas con precisión y obstinada obediencia.
A mediados de los 90 se muda a Los Ángeles y busca afianzar su carrera como actriz. No le será fácil, con pequeños papeles en Scream 2 o Stigmata. La actriz empezará a saber lo que es la fama cuando entre a formar parte del reparto de Ally McBeal en su segunda temporada. Su personaje es Nelle Porter, una sofisticada abogada que marcará su carrera. Desde entonces, interpretará una y otra vez a mujeres elegantes, hermosas, frías, distantes, con carácter, siempre con un humor irónico que hará las delicias de las comedias posmodernas como Arrested Development o Better off Ted.
¿Es de Rossi como los personajes que interpreta? Según ella, no, es mucho más vulnerable, y todo gracias a Ellen. Su rol dentro de la relación lo demuestra, ella mucho más joven y a expensas de la madurez de la presentadora, que ya ha cumplido los 62 años. Será Ellen quien la enseñe a sobrellevar la presión mediática al que su matrimonio la condena y aprenda a aceptarse a sí misma tal como es. “He cambiado tanto desde que conocí a Ellen. Solía creer que la única forma de ser fuerte era ser duro; que la única forma de ser independiente era no necesitar a nadie. Ella me enseñó que cuanto más vulnerable eres y dejas que las personas entren en tu vida y en tu corazón, más feliz y más imprescindible eres para los demás”, aseguraba la actriz.
Desde su matrimonio, los paparazzi la seguirán día y noche. Existe una fascinación en descubrir el lado oscuro de Ellen, cuya imagen pública siempre ha estado asociada al sentido del humor hasta que se ha visto envuelta en este último escándalo laboral. En los últimos doce años ha habido docenas de informaciones sobre un divorcio inminente. El motivo principal, según los tabloides, es que de Rossi está cansada de los gritos y la doble cara de la cómica y presentadora. La última, esta misma semana, por parte de la revista sensacionalista In Touch. “No sé cuántas veces hemos estado divorciadas o embarazadas durante estos años. A estas alturas nos lo tomamos con humor”, asegura de Rossi.
En los últimos años, la actriz solo ha aparecido esporádicamente en la pequeña pantalla. Ha actuado en papeles secundarios en Scandal, la serie protagonizada por Kerry Washington, o la comedia Santa Claritas Diet, junto a Drew Barrymore y Timothy Olifant. Aun así, se estima que su fortuna personal ronda los 50 millones de dólares, muy alejados, eso sí, de los 400 millones de su pareja. Junto a Ellen comparten su amor extremo por los animales y diferentes negocios.
La complicidad entre Portia y Ellen ha vivido un nuevo capítulo con el confinamiento, pero su vínculo parece todavía fuerte. “Cualquiera que esté casado sabe que hay una diferencia. Existe un ancla, una seguridad. Voy a estar con ella hasta el día que me muera. Eso, al menos, lo sé”, confesaba Ellen a Oprah Winfrey.
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