Por qué tiene sentido estudiar a Beyoncé en la universidad
Analizamos con expertos el motivo que lleva a convertir a Beyoncé, Miley Cyrus o Lady Gaga en una asignatura más en las aulas.
Cuando Beyoncé pisa con fuerza un escenario, se pone en marcha un engranaje mucho más complejo que una actuación marcada por una coreografía, vestuario y puesta en escena espectaculares. Más allá de su vida privada, cada una de sus acciones es observada con lupa por grupos que poco tienen que ver con su legión de fans. “Ella está claramente entre las personas más poderosas de la industria de la música del momento, por lo que entender la operación detrás de una figura tan influyente resulta siempre muy interesante” explica Anita Elberse en Harvard Gazette. Esta profesora de la Universidad de Harvard es co-autora de The business of being Beyoncé (El negocio de ser Beyoncé), un estudio que se ha hecho sobre la cantante. Publicado este mes, analiza los aspectos económicos del lanzamiento del último disco de Beyoncé, una campaña “ambiciosa y muy costosa”.
El caso de estudio de Harvard no es el único. La cantante ya fue examinada por la universidad norteamericana Rutgers en Politicizing Beyoncé (Politizando a Beyoncé), un curso donde se utilizaba su música y trayectoria para explorar políticas de sexo, género y raza en Estados Unidos. Su responsable, Alfred Allred, comparaba letras y videoclips de Beyoncé con lecturas del canon feminista negro, desde bell hooks a Alice Walker o Sojourner Truth.
Además de Beyoncé, su marido Jay-Z también ha sido estudiado junto a Kanye West por la Universidad de Missouri . Miley Cyrus cuenta con su propio estudio sociológico gracias a la Universidad de Skidmore. Al igual sucede con Lady Gaga, aunque el suyo sea un caso llevado al extremo: Mathieu Deflem, autor del curso Lady Gaga and Sociology of Fame, ha vivido en carne propia cómo es la fama gracias a su idea de trasladar a Gaga hasta las aulas.
Concierto de Beyoncé en los VMA 2014.
Getty
¿Por qué los famosos son tan importantes?
Para profundizar en el motivo que lleva convertir a los famosos en objeto de estudio, primero habría que analizar el papel que tienen en la sociedad. ¿Por qué se le dio tanta relevancia al Feminist sobre el escenario de Beyoncé? ¿Por qué Lady Gaga representa un icono de las minorías? En una pregunta: ¿por qué los famosos se han convertido en personajes tan influyentes? Porque buscamos “inspirarnos en modelos a seguir” explica el doctor James Bennett, profesor adjunto de televisión y cultura digital en Royal Holloway (Universidad de Londres); “pero más importante, los famosos buenos y malos nos ayudan a dar sentido a nuestra sociedad”. En este punto coincidiría con la visión de Jordi Busquet, sociólogo de la Universitat Ramón Lull: “Es una necesidad antropológica de buscar un referente. Encarnan una manera de ser y unos sentimientos que conectan con la gente”, declara.
El rol del famoso siempre ha sido muy importante en las sociedades precisamente porque son “representantes del tiempo contemporáneo”, como los define Busquet. Sin embargo, en nuestra sociedad actual van un paso más allá. Según Bennett, los famosos son la mayor fuerza organizada de nuestra sociedad porque “estipulan cómo recibimos nuestras noticias, las prioridades de los periodistas, cómo se ganan o pierden las elecciones, cómo las industrias del entretenimiento invierten en nuevos productos o cómo los niños, jóvenes y adultos se relacionan”.
¿Por qué se les estudia?
En este sentido, y con una influencia tan importante, resultaría más fácil entender el motivo que lleva a un académico a impartir a un famoso como materia de clase. Tanto Bennett como Busquet apuntan que estos estudios son una forma de entender la sociedad y a nosotros mismos, y resulta esencial ofrecer a los estudiantes un análisis del papel que determinan las celebrities en la organización de sus experiencias sociales, políticas y con los medios de comunicación.
De hecho, es tal su relevancia que los famosos han dejado de ser motivo de cursos y estudios puntuales para convertirse en un campo de estudio como sociología o biología. Es el caso de Celebrities Journal Studies, una revista académica trimestral (de la que Bennett es uno de los editores), líder en temas relacionados con la cultura, el cine, la televisión y los medios de comunicación, aunque trata un rango de disciplinas mucho más amplio que va desde la economía hasta la geografía. Amparadas en el marco de la publicación, también se realizan una serie de conferencias sobre celebrities que tienen lugar cada dos años.
Esta revista surgió como una respuesta necesaria al crecimiento cada vez mayor del interés de los académicos que escribían sobre famosos en otras revistas: “Celebrity Journal Studies recopila bajo un mismo techo todo este trabajo y permite el diálogo entre estudiantes internacionales sobre el papel que juega la fama en la cultura histórica y contemporánea en términos de economía, política, estética, psicología…”, explica James Bennett.
La actitud sobre el escenario de Miley Cyrus a menudo resulta muy polémica.
Getty
Los famosos, un ejemplo ¿para quién?
Los estudios sobre famosos en la universidad podrían demostrar que los adultos pueden aprender de las conclusiones extraídas pero ¿qué sucede con el resto de generaciones? Como recogía el diario Telegraph, antes de una de las conferencias que tuvo lugar este año, Bennett declaraba que la gente joven puede aprender de las celebrities porque “cuentan historias que desencadenan conversaciones y debates sobre moral, política, economía y temas culturales”.
En este aspecto resultaría trascendental la conducta del famoso. Actitudes ejemplares y valientes podrían ser un referente positivo para la gente joven pero ¿qué sucede cuándo el comportamiento de su ídolo es tan provocativo como el de Justin Bieber o Miley Cyrus? Busquet puntualiza que existe cierto riesgo, al igual que Bennett, pero según el profesor de la Universidad de Londres es ahí donde reside el quid de la cuestión: “los famosos pueden ser buenos o malos. Toma a Miley Cyrus por ejemplo: los padres pueden utilizarla como una forma de hablar sobre sexo y lo que es o no apropiado para las chicas jóvenes. No podemos ignorarlo”. A la hora de hablar de famosos y gente joven, otro de los riesgos sería caer en generalizaciones “No es lo mismo un chico de 13 que uno de 17 años” señala Busquet, y puntualiza “debemos hacer un esfuerzo importante educativamente hablando”.
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