Mindy Kaling: cómo reinventar a Bridget Jones

Su verdadero nombre es Vera Chokalingam, pero todo el mundo la conoce como Mindy Kaling (1979). Ella controla cómo llamarse y también su destino. En The Office empezó siendo la única guionista de un equipo repleto de hombres, ascendió hasta productora ejecutiva y tuvo un papel. Judd Apatow la dirigió en Virgen a los 40. Ha escrito un libro superventas, Is Everyone Hanging Out Without Me?, y en julio fue la encargada de desvelar los nominados a los Emmy. Hiperactiva, reconoce que no le queda tiempo para tener una mascota («sería muy cruel por mis horarios») y que su casa «es un desastre, como un mercadillo de los años 70». Ahora se encuentra volcada en su propia serie, The Mindy Project, cuya tercera temporada se estrenará este otoño (en España se verá en Cosmopolitan). La protagonista está inspirada en su madre, Swati, una ginecóloga de origen indio que falleció en 2012. De la Mindy televisiva han dicho que es la Bridget Jones de la pequeña pantalla. Tras muchas citas fallidas, la segunda temporada finalizó como una buena comedia romántica, con los protagonistas juntos y enamorados.

¿Qué pasará ahora?

La segunda temporada ha sido muy divertida. Ver cómo dos personajes tan diferentes intentan que sus citas salgan bien ha sido realmente divertido. Ahora va a aparecer un nuevo personaje, Annette, la madre de Danny, interpretada por Rhea Perlman [Cheers]. Su papel es el de una suegra a la que no le gusta que la novia de su hijo sea tan dominante y nosotros no sabemos qué hacer para agradarla.

¿Estarán juntos toda la temporada o la relación tiene fecha de caducidad?

No estoy interesada en contar historias en las que la relación entre Danny y Mindy esté en peligro. No creo que tengamos que llegar hasta ahí. Eso funciona para algunas series, pero no considero que nosotros necesitemos hacerlo. Ellos son personajes muy decisivos.

O sea, que se acabaron las historias de citas y desamores.

Queremos que en la serie siga habiendo citas, nos encantan las historias de solteros. Peter se transformará en el nuevo Mindy. Él quiere ser una persona mejor, pero acaba con el corazón roto, lo que merece, porque trata fatal a las mujeres.

Una escena de The Mindy Project.

Cordon Press

¿Qué hace para fomentar la creatividad de su equipo de guionistas? 

Los llevo a Las Vegas y les pago mucho dinero. Si no se inspiran con esas dos cosas…

Si pierden dinero jugando, ¿les da un anticipo? 

No, eso corre por su cuenta. Son sus adicciones, tendrán que lidiar con ellas.

¿Cómo consigue estar tan segura de usted misma? 

Siempre he tenido mucha confianza en mí misma. Fui criada por unos padres que, para bien o para mal, me dijeron que podía hacer todo lo que quisiera. A veces logro resultados desastrosos; otras, muy buenos, como la serie. Además, tuve la experiencia previa en The Office, donde probé todas las facetas (escribir, producir y actuar) y eso me ha dado seguridad. Fue como graduarme.

Pero algún secreto tendrá. ¿Cuáles son sus rituales de creatividad?

Creo que lo mejor que puedes hacer si eres un guionista de televisión es ver otras series. No entiendo a quienes dicen que no lo hacen. Es como un escritor que no lee. Hay que estar al día con los estrenos de películas y las series. Cuando llego a casa, pongo Orange is the New Black.

¿Y qué otras series le gustan? 

Me encanta la comedia Brooklyn Nine-Nine, pero además veo dramas. The Americans es un showmaravilloso. También sigo Juego de tronos y Breaking Bad me parecía genial.

Como guionista, la definen como un as del sentido del humor, ¿qué considera divertido?

Muchas cosas diferentes, pero sobre todo a la gente ilusa. La capacidad de entusiasmarse es una de las mayores características que me gustan en los actores de comedia. Los que se hacen ilusiones, como Bridget Jones, son muy divertidos, porque creen una y otra vez que todo va a salir bien.

¿Qué momento atraviesan las comedias románticas? 

Me da la impresión de que durante mucho tiempo han estado basadas en un arquetipo fijo en el que salían Matthew McConaughey y una tarta… A la gente le gusta ver a otros enamorarse, superar obstáculos y convertirse en mejores personas. Pero las películas de este género han sido poco divertidas durante demasiado tiempo. Lo bueno de la televisión es que todo ocurre muy rápido y por eso resulta más fácil que tu voz sea escuchada. Me dejan decir y hacer lo que quiero, mucho más que en una película.

Si pudiera darle un consejo a su yo de hace unos años, ¿cuál sería? 

¡No experimentes con los cortes de pelo! Eso me gustaba mucho cuando era joven. Además, le diría, y esto es algo triste pero real, que pase todo el tiempo que pueda con su madre, porque yo era muy independiente y ella estaba muy ocupada y ahora ya no está.