Taylor Swift ya no es la ‘niña buena’ del pop: así ha cambiado su estilo
El look cañero que se marcó en la gala MET ha sido la confirmación: atrás quedan los zapatos de tacón y el pelo perfecto. La nueva Swift prefiere los labios negros y los vestidos rockeros.
Taylor Swift ya no es Taylor Swift. Al menos no como la conocíamos hasta la fecha. La ‘niña buena’ del pop quiere convertirse ahora en el epítome de la rebeldía. Así lo ha confirmado en su última aparición en la gala MET. Alejada del estilismo edulcorado con el que posaba en la alfombra roja en la edición de 2014 (el año pasado no se dejó ver en el evento), Swift apareció con labios negros, melenita despeinada y un diseño bastante cañero firmado por Louis Vuitton. Las sandalias gladiadoras con taconazo y el cut out en la cintura terminaban de borrar por completo cualquier rastro de su seña de identidad romántica, algo aniñada y muy preppy.
El cambio de estilo empezó con su portada para el número de mayo de la edición estadounidense de Vogue. Bajo el título Taylor Swift As You’ve Never Seen Her Before (Taylor Swift como nunca la habías visto antes), la cantante aparecía irreconocible retratada por el objetivo de Mert Alas y Marcus Piggot. Su siempre perfecta melenita rubia decía adiós a las ondas al agua para dar paso a un corte desenfadado, despeinado y teñido de un rubio platino casi blanquecino (muy a lo ‘musa Saint Laurent’). En las páginas interiores, más de lo mismo: Taylor posaba ataviada con estilismos distintos a los que nos tenía acostumbrados, protagonizados por los vestidos metalizados y sexies, las plataformas imposibles y mucha actitud. Lo que podía haber sido una transformación puntual para un editorial de moda, parece haberse convertido en toda una declaración de intenciones. El anuncio de lo que estaba a punto de ocurrir: un cambio de timón en el estilo, el armario y las apariciones de una de las cantantes más admiradas (y copiadas) del momento.
Josehp Cassell, que orquesta sus looks hace varios años, es también el artífice de la nueva Swift. Aunque parece que Anna Wintour también ha tenido bastante que ver (más allá de que hace unas semanas la cantante le copiara el peinado carré). «Pensamos que podíamos transformar a Taylor –que es una chica muy hermosa, pero bastante convervadora en sus elecciones de moda– y convertirla en una niña rock and roll a lo Hedi Slimane», explicó Wintour a propósito de la famosa portada que dio comienzo a todo. «Se sintió muy cómoda y le encantó el look así que espero que lo mantenga», añadió la editora. En el mismo podcast en el que Wintour hizo estas declaraciones, el director de moda Tonne Godman confesó que la cantante seguiría poniéndose las botas con plataforma de Vetements que usó durante la sesión así como los taconazos de Marc Jacobs. No hay duda de que está siguiendo al pie de la letra los consejos de estos dos pesos pesados de la industria.
Así lo han confirmado sus recientes apariciones. En Coachella confesó su gusto por las tendencias noventeras elevando el collar choker a la categoría de imprescindible (o, al menos, como «las nuevas coronas de flores»). En el cumpleaños de la modelo Gigi Hadid apareció con vestido asimétrico de la diseñadora y estilista Mary Alice Haney –otra de las responsables de su cambio– y las botas de plataforma de Vetements. En la prefiesta de la gala MET se dejó ver con un slip dress de cuadros rindiendo su particular homenaje a Kurt Cobain y al grunge. Y sus últimas instantáneas de street style tampoco tienen nada que ver con lo que un día fueron. Aquellos looks convertidos en máquinas de generar titulares cada vez que salía del gimnasio (y que resultaban inquietantemente perfectos) son ahora más relajados y cercanos al común de los mortales: vaqueros, zapatillas y camiseta básica. Ni rastro queda de sus zapatos Oxford de bibliotecaria.
Taylor Swift vuelve a demostrar así que es una experta en cambiar de estilo. Recordemos que, en sus comienzos musicales, su música country venía acompañada por vestidos de aires folk, botas cowboy, melena ultrarizada y unos cuantos estilismos para olvidar. Su regreso musical, al ritmo de Shake it off, coincidió con su reinvención estilística a golpe de blusas con cuello peter pan, minivestidos estampados y bolsos de mano. Por obra y gracia de su estilista Josehp Cassell pasaba de ser un referente inexistente a un icono de estilo capaz de agotar cada prenda que se ponía. Todo mientras encabezaba las listas de ventas y le echaba un órdago a Spotify. ¿Será este nuevo aspecto una especie de premonición de lo que nos tiene preparado su próximo disco? ¿Sonará el futuro de Swift tan rockero y atrevido como lo hacen sus estilismos? De momento, parece que a Internet no le ha entusiasmado demasiado su nuevo estilo.
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