Diseñadores de uniforme

Puede ser por deformación profesional o por aquello de “en casa del herrero, cuchillo de palo”, el caso es que muchos de los grandes creadores de moda internacionales siempre visten igual. Repasamos a los más repetitivos del mercado que, además, son de los más exitosos en su carrera.

Repetir modelito es una pesadilla recurrente en el universo femenino (y cada vez más del masculino) agravada por series como Gossip Girl, donde cada escena incluye un estilismo nuevo en cada personaje. Ya que es imposible tener la versatilidad de Mortadelo para cambiarnos de ropa, la mayoría de los mortales hacemos encaje de bolillos para conseguir que nuestra ropa parezca distinta con unos cuantos cambios de accesorios. Sin embargo, muchos de los grandes de la moda ni se plantean esa cuestión: visten siempre casi igual. Ya no un mismo estilo, como le sucedía a Gabriel Chanel sino que hablamos de las mismas prendas.

A Karl Lagerfeld llevamos años viéndole con un traje negro y camisa blanca aderezado por broches y collares. Cambió el de talla grande por uno más pequeño hace unos años, y así se mantiene. Si no fuera por la pérdida de peso diríamos que el tiempo no ha pasado por él, ayudado también por su sempiterna coleta blanca y las gafas de sol.

Tom Ford: siempre elegante pero siempre parecido.

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Si pensamos en Carolina Herrera sólo hay una manera de imaginarla: con camisa blanca y falda. Su estilo admite pequeñas variaciones como cambiando el largo, innovando con el estampado de la falda o dándole la vuelta al color. Esta mujer es de ideas fijas.

Para Alber Elbaz lo importante no es tanto el  uniforme como los complementos: tiene fijación por las grandes pajaritas. Las tiene de varios colores pero la indumentaria es básicamente la misma: traje, lazo al cuello, camisa blanca y gafas de pasta. Ha creado marca con su imagen.

Marc Jacobs nos engaña con su variedad de tatuajes pero, en realidad, siempre va igual en sus apariciones públicas. Al menos sus looks idénticos son un poco más originales: camisa blanca y falda. En su tiempo libre luce una versión más sport.

Distintos modelos pero un mismo estilo para Donna Karan.

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Otro que parece que siempre lleva uniforme es Tom Ford. Lo normal es que se deje ver con un esmóquin con la camisa desabrochada y sin corbata. También tiene la vertiente formal para otras fiestas de postín. Pero lo de dejarse ver en vaqueros o sin chaqueta es misión imposible.

Donna Karan es un caso extraño. La diseñadora no siempre lleva la misma ropa, pero se las ingenia para que siempre parezca exactamente igual. Se trata de su eterno vestido ancho asimétrico sin mangas con un collar vistoso. Esta combinación la tiene en distintos tonos y con variedad de formas. Sin embargo, el resultado es idéntico.

¿Y las nuevas generaciones? Tenemos el caso más claro de no variación en Alexander Wang. El neoyorquino de adopción tiene querencia por las camisetas blancas. No parece tener nada más en el armario. A veces innova con otras cosas, pero la humilde camiseta blanca es su prenda fetiche e inspiración.