Chloe Nørgaard, la chica de la melena arcoiris
La modelo que ha logrado sobrevivir por encima de toda tendencia rentabilizando su melena
Hace justo un año las pasarela internacionales hacían hueco a una recién llegada Chloe Nørgaard, pero no ha sido hasta ahora cuando la modelo del pelo arcoiris se ha consolidado en la industria. No han sido otras que las hermanas Mullveavy las que han querido contar entre sus filas (como ya hicieron la temporada pasada) con la ecléctica modelo, que ha convertido su pelo en su seña de identidad. Azules, rojos, verdes o un rosa pastel, no hay color que se le resista a la norteamericana que ha adaptado la multicolor paleta a su moreno original.
Las hermanas Mulleavy volvieron a contar con ella en último desfile.
InDigital
Respecto al desfile de Rodarte, la modelo confesó que el rosa pastel que lució se consiguió específicamente para el show. "Laura y Kate querían crear un color especial para el desfile y escogimos el rosa lavanda. Una romántica elección que encaja a la perfección con la colección", explicaba la modelo al Vogue británico. Dos días fueron necesarios para conseguirlo. Un DIY con la ayuda de su estilista Odile Gilbert y bajo la atenta mirada de las diseñadoras.
Una fiebre (esta del pelo multicolor) que pensábamos haber dado esquinazo tras el furor del Seapunk y que vuelve conquistando a famosas como Diane Kruger, Dakota Fanning o Kate Bosworth. Nørgard ha protagonizado editoriales para Metal, Harper's o Vogue, llegando a participar en el Today I'm wearing de esta última.
Coronas de flores, trenzas o impensables peinados. No hay nada que se le resista a Chloe Nørgaard.
Cordon Press
En un momento en el que la mayoría de las modelos se esfuerzan por seguir un mismo cánon de belleza, Nørgaard refresca un acartonado y estandarizado mundo con su aire underground. A sus 23 años, prefiere hacer contadas apariciones en la que se plasme su personal estilo que ser una modelo comercial más en la que la nueva hornada de hijas, hermanas o novias de que ocupan las principales portadas. Lo que comenzó como un acto de rebeldía junto a una amiga en plena secundaria se ha convertido en un negocio más que rentable.
Siendo ella misma la que se hace cada uno de los cambios de color en su melena, la modelo, que comenzó hace cinco años en Tokyo, combina su trabajo ante las cámaras con otras de sus pasiones: la música. Tal y como muestra en su cuenta de Tumblr o Instagram, sabemos que es asidua a los festivales (Cochella, Winter Music Festival o Lightning in a Bottlle). Ahora solo queda esperar con qué color nos sorprenderá en la próxima pasarela.
Chloe Nørgaard
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