Bárbara Lennie: “Hay un cambio real en el trato hacia las mujeres dentro del cine español”
La actriz ganadora de un Goya vuelve a ser una de las grandes protagonistas de nuestro cine en este 2018. Hablamos con ella con motivo del estreno de ‘Otro de esos sueños tuyos’, un ‘brand film’ de Larios que cuenta con la dirección artística de Palomo Spain.
Dice soñar con formar parte del reparto de algún clásico del neorrealismo italiano, “esos de las interpretaciones descarnadas, como Mamma Roma”. Para su infortunio, Bárbara Lennie, actriz madrileña de 34 años, tendrá que conformarse con protagonizar buena parte de las producciones más interesantes que llegan actualmente a salas y escenarios. 2018 es su año –como los cuatro últimos–, con el estreno de una obra de teatro (El tratamiento de Pablo Ramón) y hasta cuatro largometrajes, algunos tan esperados como Todos lo saben (con Penélope Cruz y Javier Bardem), que inauguró la pasada edición del festival de Cannes. A la espera de sumar más premios a una estantería que ya sostiene un Goya, estrena ahora un brand film de la mano de Larios Gin. Otro de esos sueños tuyos, escrito y dirigido por Diego Postigo, cuenta a su vez con la dirección estilística de Palomo Spain. La actriz atiende a S Moda luciendo uno de los trajes del diseñador cordobés, cuya proyección y predicamento recuerda a los que acompañan a la propia Lennie durante la última década.
El filme que estrenas ahora para Larios Gin se titula Otro de esos sueños tuyos. ¿Cuáles te quedan a ti por cumplir?
Por suerte un montón, a nivel personal y profesional. Me apetece hacer cosas que no he tocado todavía: probar otros géneros, directores, compañeros… Quiero viajar y conocer otras cinematografías.
Cuando una marca comercial se interesa por contar contigo, ¿qué valoras antes de aceptar vincular tu imagen a ella?
Este caso es bastante particular porque el proyecto, hacer algo con Diego, Jorge y Palomo, ya me parecía muy atractivo. Por otro lado, y aunque pueda sonar raro, lo cierto es que estoy muy vinculada a la ginebra desde muy pequeña. Mi abuelo es escocés (de ahí el apellido Lennie), y en su casa siempre ha habido dos momentos en el día muy importantes: los gin tonics de la mañana y los de la tarde. Ese momento, de reunión y de celebración, me ha acompañado siempre.
¿Cómo ha sido trabajar con Palomo Spain como diseñador artístico?
Fácil, estimulante. No le conocía personalmente, solo había visto su trabajo, pero Alejandro, aparte de cariñoso y divertido, es un tipo supertrabajador y cumplidor… No responde a la imagen que uno pueda tener de él teniendo en cuenta que está en la cresta ahora mismo. Además, sabe fluir con la historia que se está contando, no quiere imponer su diseño a todo lo demás.
Estás en un momento profesional muy potente, estrenando este año cuatro películas y una obra de teatro. Teniendo en cuenta la precariedad de la mayor parte de las actrices en la industria, ¿cuál es el secreto?
No, no existe. Ojalá lo tuviera para aplicarlo el resto de mi vida. Yo voy a convivir como todos los actores, con la incertidumbre de no saber lo que va a pasar. 2018, al igual que los últimos años, va a ser como dices maravilloso. Es el resultado de un trabajo, pero no sé qué va a pasar el año que viene, si me van a seguir llamando. Por suerte, y también por desgracia, no creo que haya una fórmula ni nada que sea para siempre.
Has inaugurado el festival de Cannes este año con Todos lo saben de Asghar Farhadi.
Sí, y también he presentado Petra (de Jaime Rosales) en la Quincena de Realizadores.
¿Cómo ha sido la experiencia?, ¿tan glamurosa como parece?
Es la alfombra roja más alucinante que he pisado nunca, con cientos de millones de fotógrafos, en una ciudad que se vuelca por completo. De cara a la galería es todo glamur, forma parte del juego, pero lo que es el mercado de películas está muy pegado a la tierra. Es una ambivalencia bastante curiosa y me ha gustado estar en dos secciones muy diferentes, con un acercamiento distinto. Para mí ha sido un regalo. Es un sueño, ha ocurrido, y estoy muy agradecida.
Compartes pantalla en Todos lo saben con Penélope Cruz y Javier Bardem, dos de las mayores estrellas del cine español…
(Corrige) Las dos mayores estrellas del cine español yo creo.
¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de ellos?
La profesionalidad de ambos, la entrega, la facilidad, lo bien que se llevan… Yo hago de la mujer de Javier, me tocó trabajar más con él y hay algo increíble en ver su total disposición desde que llega al plató y durante las doce semanas de rodaje. Ha sido un gran aprendizaje para mí.
¿Qué opinas de toda la crítica que reciben de buena parte de la prensa y de la opinión pública nacional?
Fíjate que yo soy anormal y no me entero muy bien de estas cosas, ¿qué se les critica?
Pues sobre todo por su afiliación política a la izquierda…
¡Ah, ya! Además que es una cosa heredada del ‘No a la guerra’, ‘la ceja’ y todo eso. Uno tiene que ser consciente del país en el que vive y aquí esto genera mucho revanchismo, casi mal de ojo. También hay mucha envidia. Están esperando a que te vaya muy bien para después… ¡pum! David Trueba decía que este era el país del tiro al plato. Es bastante lamentable como sociedad, no es uno de nuestros datos a favor. En Estados Unidos las estrellas pueden ser activas políticamente y no pasa nada. Lo político, la creencia de cada uno, no tiene que estar vinculada con lo artístico.
Dijiste haber sentido cierto desprecio en el trato hacia las mujeres en el cine español, ¿has notado un cambio en los rodajes a raíz de movimientos como el #MeToo o el caso Weinstein?
Sí que es real el cambio, es tangible, yo lo percibo y pienso que muchas compañeras también. No sé si dije “desprecio”, pero sí hay cierta condescendencia hacia la mujer en la industria del cine, como heredando una especie de lugar de la actriz o de la técnico que es muy indefendible, muy absurdo hoy en día.
Como actriz de prestigio en nuestro cine, ¿has tomado alguna iniciativa como, por ejemplo, pedirle a tu agente que negocie tu caché con equivalencia al de tu coprotagonista masculino?
Pues mira, no he tenido esa conversación todavía. Y digo todavía porque realmente no me he parado a pensarlo, y es curioso, porque ahora sí lo pienso. Si somos iguales, si tenemos el mismo estatus, vamos a cobrar lo mismo, ¿no? Sí que he tenido, en cambio, muchas conversaciones en torno a lo creativo de mis personajes, pero esa todavía no.
Ana Belén afirmó a esta revista que le sorprendió gratamente la audacia de Pedro Sánchez. ¿Qué te parece a ti?
Estoy de acuerdo con ella. Me siento sorprendida y esperanzada, y creo que nos pasa a muchos. No me parecía que fuera posible pero ha ocurrido, y pongo velas para que sea sostenible. Que no sea cosa de un momento, que haya un cambio real y que puedan gestionar el país y aliarse de la manera más sana y productiva para todos nosotros.
Recientemente hemos sabido que el grupo Kamikaze, con el que estás muy vinculada, deja el Teatro Pavón. ¿Qué ha fallado?
Ellos han hecho una apuesta sabiendo los riesgos que había y la han mantenido hasta que han podido. Si no la pueden sostener se mudarán a otro sitio y seguirán con el proyecto. Es triste en cuanto a lo que significa: que haya una iniciativa cultural, en una ciudad como Madrid, y que no se consiga un apoyo real a nivel institucional, cultural y ciudadano. En España cuesta que exista este apoyo, pero espero que sea el principio de más.
Decía Miguel del Arco que la política que más había apoyado el proyecto era Cristina Cifuentes.
Sí, sí.
¿Te sientes decepcionada con el ayuntamiento de Manuela Carmena?
Pues habría sido genial que hubiese sido diferente. Pero más que la decepción… la sorpresa grata de que hayan estado, y sigan estando presentes, los del gobierno de Cifuentes, con Jaime de los Santos en Cultura a la cabeza. Son los que más van al teatro, los que más ven películas, los que están al loro de lo que pasa en la ciudad… Es maravilloso y hay que quitarse los prejuicios de encima, de que porque procedan de un partido que a priori yo no voto tengan que estar desvinculados.
¿Qué opinas de la forma de caer de Cifuentes?
Joder, ha sido de serie de la HBO, de David Simon (The Wire). Muy cruel, porque al final dijo que se iba por el vídeo de las cremas, con esa sensación de querer sacarla de la manera más lamentable posible desde dentro de su partido. Un juego sucio increíble. Y vamos a ver lo que viene, porque han salido a su vez otros másteres que tampoco están tan justificados. A ver si caen igual… pero no lo creo.
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