Ana de la Reguera: “Dan más miedo los ‘patriotas reales’ que los zombis”
La actriz mexicana, que creó una serie sobre su experiencia como latina en Hollywood, ha colado sus reivindicaciones feministas en grandes producciones. Ahora estrena ‘La purga infinita’.
Con 44 años, la veracruzana Ana de la Reguera se ha convertido en uno de los nuevos rostros del cine de acción en Hollywood. Derrocha carcajadas al otro lado de la pantalla al constatar lo dispar que ha sido su carrera. Empezó trabajando en telenovelas mexicanas hace 25 años, ha rodado con David Lynch o Bigas Luna y en los tres últimos meses ha estrenado El ejército de los muertos, una de zombis dirigida por Zack Snyder (Liga de la justicia, 300) y ahora La purga infinita, donde interpreta a Adela, una combativa migrante mexicana recién llegada a Texas que vive su primer día de la purga, una jornada en la que los autodenominados ‘patriotas reales’ pueden desatar la violencia sin ser perseguidos. “Bueno, pues 25 años después llegué hasta aquí… Una quisiera que las cosas salieran más rápido, pero creo que lo más difícil es tener una trayectoria, que quieran trabajar conmigo”, reflexiona. Pero no se ha limitado a esperar oportunidades: tras siete años intentando sacar el proyecto adelante, en 2020 estrenó en Amazon Prime Ana, una serie que ha creado, escrito y producido para hablar de cómo es ser una actriz mexicana en Los Ángeles. Muchas escenas las vivió ella misma cuando llegó hace 16 años a la meca del cine.
¿Por qué decidió dejar su país para trabajar en Estados Unidos?
Tenía una carrera muy fructífera en México, pero justamente me cayó el casting de Nacho Libre [con Jack Black], y se abrieron muchas puertas. ¿Cómo no tomar esas oportunidades?
¿Han cambiado mucho las cosas desde que llegó a Hollywood?
Entonces era todo muy diferente. Me costó mucho trabajo lograr mi segundo papel en Estados Unidos, porque los perdía todos por mi acento. Decían: “Queremos que sea latina, pero que no tenga acento mexicano”. Querían que sonara como una Jessica Alba, una Eva Longoria, que son latinas nacidas en Estados Unidos, o me decían es muy blanca para ser latina… Eran muchas limitaciones, solo veían a las latinas de cierta manera.
¿Ya no mandan los estereotipos? En Ana se ríe de ellos: en un casting y le dicen que no parece una latina real.
Esa situación me pasó tal cual. Yo veía un personaje más realista y ellos me querían con tacones altos, extensiones, toda curvilínea y con las chichis [pechos] hasta acá [señala bajo su barbilla]. Hay ese estereotipo de la latina, que es ilógico para algunos personajes. Pero todo ha cambiado, ahora en el email dicen “queremos su acento natural”. Eso ha sido delicioso, poder vivir esa evolución y no pretender que soy otra persona.
¿Y han cambiado las figuras femeninas en el cine de acción? En El ejército… es una mecánica y en La purga es de las Autodefensas [civiles que combaten a los carteles de la droga].
Más que nunca estamos viendo este tipo de personajes, y lo más importante es que existen en la vida real, pero no se contaban esas historias. En una industria que es regida por los hombres hay más historias pensadas desde su punto de vista, pero ahora ya no es así, no se ve a las mujeres limitándolas solo a una cosa, y eso consigue que los personajes sean más interesantes. También influye que hay más mujeres en puestos ejecutivos, que dicen “tenemos que estar presentes de una manera más equitativa”.
¿Es lo que hizo con Ana, siguiendo la estela de Fleabag, y plasmando sus propias experiencias?
Pasé de que nadie la quisiera a que se la pelearan, porque al ver que esas historias triunfaban fuera de pronto querían contenido femenino, de una mujer en los 40… Yo llevaba siete años pidiendo una oportunidad de ser creadora y productora. Cuesta trabajo quitarles ese chip a los ejecutivos.
¿Sigue habiendo paternalismo?
Mucho paternalismo, eso es con lo que me he encontrado. No una cuestión de que no te crean capaz, pero sí de “te vamos a cuidar porque creemos que tú no lo sabes hacer o no lo vas a entender”.
En El ejército… lleva una camiseta que dice “The Future is Female… Ejaculation”. ¿Es importante llevar el feminismo a las grandes producciones?
Justo es una camiseta de Ana, de mi serie. La creé para uno de los personajes, que es superfeminista. Y como yo terminé la serie y al día siguiente me fui a rodar la película la llevé y le hice una broma a la chica de vestuario, le dije que Zack [Snyder] había aprobado esa camiseta. Y cuando la vio él dijo que le encantaba, y la utilicé.
En La purga hay imágenes que parecen sacadas del asalto al Capitolio del pasado enero. ¿Las distopías se ven superadas por lo real?
Sí, eso es superloco, porque nosotros filmamos la película año y medio antes, y de pronto veía que estaba sucediendo algo inaudito. Siempre la realidad supera la ficción. Por eso mismo La purga ha sido una saga muy exitosa, es muy visionaria. Dan más miedo esos ‘patriotas reales’ que los zombis.
De hecho, su personaje dice que en México muchas noches suenan como la de La purga.
Yo crecí en Veracruz cuando era un estado pacífico, lindo, seguro… y de pronto llegaron el narcotráfico, el crimen organizado, el feminicidio… Ver eso tan de cerca me ayuda a interpretar a personajes como Adela, que tiene que abandonar su país y llegar a otro para buscar tranquilidad. Ella viene de un lugar en el que en cualquier momento puede suceder una matanza, te pueden secuestrar. Vivir así es horrible. Por eso hay que entender a toda la gente que emigra buscando una vida mejor. La purga habla de que los dos bandos, el mexicano y el estadounidense, se tienen que juntar para sobrevivir, y ahí es donde la humanidad sale primero, antes que cualquier color, lenguaje o religión, si eres ilegal o no.
También estrena El rey de todo el mundo, de Carlos Saura, ¿cómo fue ese rodaje?
¡Fue increíble poder trabajar con él! Era fan de Carlos Saura, Cría cuervos fue una de las primeras películas que vi en clase de actuación, y cambió mi vida. Yo venía de un pueblo muy pequeñito y no había visto mucho cine de arte, me impactó, siempre lo seguí y cuando llegó la oportunidad me desviví por estar en la película.
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