El efecto Scarlett Johansson: las estrellas de Hollywood ahora se enamoran de los guionistas
Kristen Stewart ha confirmado su próximo matrimonio con la guionista Dylan Meyer, uniéndose así a la tendencia romántica de la meca del cine que une a las intérpretes con quienes escriben sus diálogos.
Mucho han cambiado los tiempos para la figura del guionista de Hollywood. Sus condiciones laborales, respeto en la industria y visibilidad mediática, pese a seguir siendo mejorables, poco tienen que ver con las de aquellos esclavos de la máquina de escribir a los que pondría rostro William Holden en El crepúsculo de los dioses. “Ya ven que se ha encontrado el cuerpo de un hombre flotando en la piscina de la mansión con dos tiros en la espalda y uno en el estómago. Nadie importante. Un simple escritor de guiones con un par de películas de segunda clase en su haber”, reconocía la voz en off del escritor protagonista. Tanto ha mejorado su situación, que hasta su vida personal ocupa hoy los titulares de unos tabloides históricamente protagonizados por los intérpretes que leen sus diálogos. Kristen Stewart, Scarlett Johansson, Emma Stone… Siguiendo los pasos de Norma Desmond, la nueva generación de divas también bebe los vientos por los que se han convertido en los mejores amantes del cine contemporáneo. Ni latin lovers ni seductores cantantes ni millonarias estrellas del deporte, el amor moderno en Hollywood se escribe en Courier 12.
En plena promoción del personaje que podría darle su primer Oscar, el de Diana de Gales en Spencer, Kristen Stewart soltó la bomba que opacó cualquier información sobre el estreno de su último filme. “Nos vamos a casar, vamos a hacerlo”, declaró la intérprete californiana en el programa de radio de Howard Stern, el mismo en el que dos años atrás desveló su deseo de contraer matrimonio con “la brillante escritora” Dylan Meyer. Aunque se conocieron en el plató de una película –nunca desvelada– hace siete años, no fue hasta 2019 cuando la protagonista de Crepúsculo y la guionista de filmes de Netflix como XOXO o Moxie oficializaron su relación.
Más avanzadas están las relaciones entre otras dos parejas actriz-guionista, que dejaron atrás ya la fase nupcial y se han aventurado este año en la paternal. Además de compartir la hegemonía como embajadoras más internacionales del Hollywood actual, Emma Stone y Scarlett Johansson mantienen vidas casi paralelas en lo personal. Ambas han sido madres este año y ambas han encontrado al progenitor de sus retoños en la sala de guionistas del popular programa de humor Saturday Night Live. La protagonista de La La Land conoció a Dave McCary en 2016, cuando acudió al plató del formato para ser la anfitriona de uno de los episodios, y el pasado marzo dio a luz a una niña llamada Louise Jean. En el caso de Johansson, ha sido este mismo mes de agosto –y apenas días después de que se supiera que estaba embarazada– cuando se convirtió en madre de su segundo hijo. La intérprete, que ya tuvo una niña –Rose Dorothy– con su anterior esposo, se casó con el presentador Colin Jost en otoño de 2020, tras tres años de noviazgo. “Ok, ok, hemos tenido un niño. Su nombre es Cosmo. Le queremos muchísimo”, escribió Jost en Instagram para confirmar el nacimiento.
Otro miembro de la familia Saturday Night Live, el actor y guionista Pete Davidson (El rey del barrio), demuestra mientras tanto como el listón para ser todo un donjuán en la meca del cine está hoy muy lejos del establecido por los Robert Redford o Alain Delon de turno. Toda la prensa del corazón se pregunta si será el cómico el encargado de sustituir a Kanye West en el corazón de Kim Kardashian, después de compartir dos citas juntos. Teniendo en cuenta el fascinante historial amoroso de Davidson, dos cenas parece tiempo suficiente como para que la empresaria e influencer caiga rendida ante sus encantos. Antes lo hicieron Ariana Grande, Kate Beckinsale, Margaret Qualley, Kaia Gerber o Phoebe Dynevor, de Los Bridgerton.
La lista de los romances nacidos en el set de rodaje sigue y sigue, actualizando con ejemplos más contemporáneos los icónicos de Woody Allen y Diane Keaton o Arthur Miller y Marilyn Monroe. Aubrey Plaza (Parks and Recreation) ha dado el ‘sí, quiero’ este año al guionista Jeff Baena, y Samira Wiley (El cuento de la criada) ha sido madre de su primer retoño junto a la guionista Lauren Morelli esta primavera, a quien conoció durante la grabación de la serie Orange is the New Black. Menos suerte tuvo Gillian Anderson, que lo dejó hace unos meses con el responsable de The Crown justo cuando se incorporó al elenco de la serie para dar vida a Margaret Thatcher.
También en España, actrices como Milena Smit (David Victori), Miren Ibarguren (Alberto Caballero) Marta Nieto (Rodrigo Sorogoyen, con quien rompió este mismo año) o Marta Hazas (Javier Veiga) fueron seducidas por el atractivo de una nueva generación de escritores que rompen con el cliché del guionista gafapasta, huraño, al borde de la bancarrota y con escasas habilidades sociales. Muchos de ellos, hoy más empoderados y visibles que nunca gracias en parte al auge y consolidación de las plataformas de streaming, adoptan el título de showrunners y firman contratos que en nada desmerecen al de los directores o intérpretes que ponen rostro a sus proyectos.
Aquel lugar común de que hacer reír a una mujer es una herramienta clave para conquistarla puede tener al fin ciertos visos de realidad. Así lo confirmaba Olivia Wilde, preguntada sobre qué fue lo que le atrajo de Jason Sudeikis (Ted Lasso): “Me hace reír… Los chicos divertidos son siempre los mejores, y creo que funciona con todas las chicas”. Aunque repasando todos estos casos soñar con el amor de una gran estrella de Hollywood no parece tan insensato –y sin la necesidad de ser un librero de Notting Hill o morir en una piscina en el intento–, lo cierto es que a veces el sentido del humor no es suficiente. Y la propia Olivia Wilde, que dejó a Sudeikis el pasado año para comenzar una relación con la estrella de rock moderna por excelencia, Harry Styles, es una buena prueba.
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