Nepotismo en Cannes: Francesca Scorsese y Sawyer Spielberg estrenan juntos y reabren el debate del enchufismo

Leído de forma rápida, el titular impresiona: ‘Scorsese y Spielberg van a protagonizar una comedia navideña’. En un segundo vistazo, el titular sorprende casi todavía más: ‘Francesca Scorsese y Sawyer Spielberg van a protagonizar una comedia navideña’. Christmas Eve in Miller’s Point, el segundo trabajo de un director semidesconocido llamado Tyler Taormina, ya se ha convertido en uno de los estrenos más esperados y comentados del próximo festival de Cannes por los ilustres apellidos de su reparto. La película, que narrará las tensiones y rencillas del pasado de una familia durante una cena de Nochebuena, llega al certamen con el premio de la viralidad ya conseguido, aupada tanto por el regocijo de aquellos que anhelan ver a los hijos de dos leyendas –y amigos íntimos– dar juntos sus primeros pasos en la interpretación como por las acusaciones de un nepotismo nada disimulado en Hollywood desde hace décadas. “Locura”, “hilarante” o “patético” son algunos de los adjetivos que le han dedicado los tuiteros a este matrimonio profesional entre dos de los nepo babies más destacados de las colinas de Los Ángeles. “Deberían haber involucrado a algún Coppola también”, sostiene otro.

Aunque sus caminos profesionales confluirán en el certamen cinematográfico en apenas unos días, su trayectoria mediática ha sido radicalmente opuesta. A sus 24 años, Francesca Scorsese, hija pequeña del cineasta y la editora de libros Helen S. Morris, se ha erigido en una de las figuras más célebres del universo Hollywood en los últimos años. A pesar de que debutó como actriz en series como We are who we are (de Luca Guadagnino), ha sido su talento como tiktoker –supera los 200.000 seguidores– lo que la ha catapultado a la fama. Los vídeos junto a su padre, en los que le enseña jerga propia de la Generación Z o le insta a elegir su película favorita moviendo la cabeza hacia diferentes lados, acumulan millones de visitas y varios medios de comunicación achacan el buen resultado entre los espectadores jóvenes de la última película del cineasta, Los asesinos de la luna, a la influencia de su hija en la campaña de promoción de la misma. Al contrario que otros ‘hijísimos’ de postín, Francesca, que pasaba las tardes de su infancia jugando con DiCaprio y puede llamar a Robert De Niro padrino, reconoce los privilegios de su apellido y aspira a ser “la mejor nepo baby que pueda ser”. “Por supuesto que tengo ventajas en muchas cosas, soy muy afortunada. Así que lo único que puedo hacer es seguir siendo humilde, con los pies en la tierra y mimar todo lo que pueda a mis amigos”, manifestó en Nylon.

Por el contrario, Sawyer Spielberg, uno de los seis hijos del director de La lista de Schindler y la actriz Kate Capshaw, ni siquiera tiene redes sociales. Aunque al igual que Francesca también pasó su infancia en los sets de rodaje de algunas de las mayores obras del séptimo arte, a sus 32 años huye de cualquier tipo de exposición mediática. En los tres años que han transcurrido desde su debut como actor principal en un largometraje apenas ha concedido entrevistas, evita aparecer junto a su padre ante las cámaras y parece alérgico a las alfombras rojas. Ha sido precisamente este año cuando el público mayoritario ha tenido conocimiento de su existencia gracias a un pequeño papel de reparto en la serie de Apple TV+ Los amos del aire, producida por su progenitor. Casado con la también intérprete Raye Levine y padre de un niño en común, Spielberg ha estado dedicado desde los 17 años exclusivamente al teatro, pero su salto a la gran pantalla parece inevitable y aspira a seguir los pasos de su admirado Javier Bardem. Una vocación interpretativa que despertó tarde en él y gracias, sobre todo, al empeño de su padre, que convirtió la casa familiar en un plató cinematográfico. “Cuando era adolescente me costaba mucho levantarme para ir al colegio. Una mañana entró y me dijo, ‘Vale, yo soy el director y tú eres el actor. Voy a irrumpir en tu habitación y tienes que levantarte, lavarte los dientes, vestirte y bajar a desayunar’. Y así fue: entró, dijo ‘acción’ y me levanté, me lavé los dientes, bajé las escaleras para desayunar y todo salió bien. Sus habilidades para la dirección han funcionado tanto en el cine como en casa”, evocó en el programa de Drew Barrymore.

La proliferación de los ‘hijos de’ en la meca del cine ya fue uno de los grandes temas de discusión en la industria del entretenimiento en 2023. Con el titular Tiene los ojos de su madre, y también su agente, el periodista Nate Jones disparó la controversia al analizar en la revista Vulture los privilegios y hándicaps experimentados por una larguísima lista de nombres entre los que destacaban los de Dakota Johnson, John David Washington, Zoe Kravitz, Maude Apatow, Maya Hawke o Lily-Rose Depp. “La polémica sobre el nepotismo en Hollywood comenzó a gestarse al inicio de la pandemia, lo que potenció la reacción adversa contra las celebrities y resaltó la importancia de sus lazos dinásticos”, escribía Jones. Poco después de la publicación del reportaje se lanzó el primer tráiler de un cortometraje que terminó por desbordar la indignación de los tuiteros. Let Me Go (The Right Way) –que puede verse aquí– cuenta la historia de un joven soldado que busca ayuda a sus traumas en un psiquiatra y, además, encapsula la mayor cantidad de pedigrí por minuto de metraje. Su directora es Destry Spielberg (hija de Steven y que ya prepara su debut en el largo), su guionista es Owen King (primogénito del celebérrimo escritor Stephen King) y su protagonista es Hopper Penn, retoño de Sean Penn y Robin Wright. Sin embargo, hay una defensora a ultranza del enchufismo en las colinas de Los Ángeles. “Nepo baby es un mote muy feo. Nadie se burla de un niño cuando dice, ‘Quiero ser médico como mi padre y mi abuelo”, argumenta Gwyneth Paltrow, hija de actriz y productor y que ve ahora como cobran fuerza los comentarios sobre su hija mayor, Apple, calificada como nueva ‘it girl’ de la moda a sus 19 años. ¿La veremos pronto desfilando por las alfombras rojas de Cannes o Venecia?