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En defensa de las medias negras

La moda se rebela contra los panties opacos y establece un código protocolario para llevarlos que es, básicamente, nunca. ¿A qué se debe este sinsentido y despropósito?

medias negras

¿Que no puedo qué? Entre la incredulidad, el absurdo y el consecuente cachondeo. El patio internetero lleva dos días de lo más animado debatiendo, a raíz de un artículo publicado en la sección de moda de The Guardian, sobre 'Cuándo es socialmente aceptable ponerse unas medias negras'. Sí, han leído bien. La sección digital del rotativo ha dedicado todo un artículo a sobre en qué momento una mujer puede ponerse un par de panties negros opacos sin sentirse abocada al ostracismo social. Según el texto, y para los intrigados ante la pregunta del millón, el protocolo más laxo lo permite en todos aquellos meses que lleven una 'r' en su nombre; esto es: todos menos mayo, junio, julio y agosto; el más duro, el de las fashionistas de corazón: nunca, JAMÁS.

¿Eso es lo que realmente preocupa a las mujeres? ¿Qué será lo próximo, cuándo es socialmente aceptable ponerse el pijama de franela en mi casa? Para aquellos dispuestos a levantar el hacha de la indignación y la rabia contra la infinita frivolidad humana, respiren un segundo y sigan leyendo. El polémico artículo (lleva casi la friolera de un millar de comentarios y casi 15.000 compartidos) ofrece un anecdótico a la par que clarificador prisma sobre de qué va ese extraño mundo de las reglas no escritas sobre ser una chica de hoy en día. Las chicas de hoy en día, esa subespecie preocupada por lo que se cuece en el mundo de las tendencias, sabe de antemano que cuanto más famosa seas, más  menos probabilidades habrá de que utilices medias en invierno.

El ‘front row’ neoyorquino lo tiene claro: NO a las medias (aunque en la calle esté nevando).

Getty

Las chicas de hoy en día saben (y lamentan) que las famosas viven sin miedo al frío y a la congelación. Que antes muertas que cubrirse con unos panties para pisar la alfombra roja. Anonadadas nos quedamos el pasado mes de febrero cuando comprobamos cómo en la semana de la moda de Nueva York, azotada por un ola de frío con temperaturas bajo cero, las editoras más reputadas y las famosas de turno decidieron ponerse de acuerdo y ser alérgicas al nylon. Inaudito. Nueva York con centímetros de nieve en sus aceras y ellas correteando de desfile en desfile con sus tacones de aguja y sus piernas (perfectas) al desnudo. "Las he visto con mis propios ojos, con sus piernas bronceadas y con sus botas de Alexander McQueen en pleno febrero en Manhattan, mientras mi rostro se congelaba por el frío de pasar cinco minutos en la calle. Son mujeres tan místicas como los unicornios, sólo que ellas son criaturas de carne y hueso", explicaba la autora del polémico artículo para señalar con el dedo a las culpables de tal disparate de estilo.

Desde aquí nos rebelamos y queremos entonar un canto a la lógica y a la sensatez. Decimos no a la hipotermia en pro de la estética. Mientras esos "místicos unicornios" del privilegiado mundo de la moda y la fama establecen un protocolo de estilo, recordamos que también existen chicas de hoy en día que no tienen las piernas perfectas y torneadas. Chicas que abrazan con ahínco y ternura a sus medias opacas. Esa prenda que te salva de la congelación, esa prenda térmica que te ayuda a no vivir subyugada a una depilación perenne y a tener que (intentar) lucir unas piernas perfectas durante 6 meses al año. ¿Que cuándo es socialmente aceptable vestir un par de medias opacas? Cuanto antes, mejor. Bendito frío.

La primera fila del ‘show’ Christian Siriano, repleto de piernas desnudas. Kelly Osbourne es la única que osa proteger sus pies con calcetines.

Getty

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