El móvil al cuello de la reina Sofía en el entierro de Isabel II: ¿desliz o tendencia?
La reina emérita llevó su móvil colgado en bandolera sobre su abrigo para el acto familiar celebrado en el castillo de Windsor. La imagen se ha hecho viral y despertado la duda de si es adecuado llevar un complemento así.
En un funeral de Estado como el vivido este lunes en la abadía de Westminster de Londres todo está medido al milímetro. Las exequias por Isabel II mostraron toda la pompa británica y estuvieron llenas de simbolismo: desde las flores que había sobre el ataúd (con roble inglés, plantas de Buckihngham, Clarence House y Highgrove House o mirto, que la reina llevó en su ramo nupcial) hasta los atuendos de luto de los invitados. Ellos, con traje o sus uniformes militares; ellas, con vestido de cóctel negro y sombrero o tocado, según marcaba la etiqueta estipulada por la Casa Windsor y supervisada por la propia Isabel II, que dejó atados todos los detalles de su sepelio.
Los complementos tuvieron un peso propio en esta estudiada puesta en escena real. De hecho, las joyas lucidas por la reina consorte, Camila, y la princesa de Gales y la duquesa de Sussex escondían un sentido homenaje a la matriarca Windsor: Camila llevó un broche de zafiros del Jubileo de Diamantes de la reina Victoria; Kate Middleton lució unos pendientes de diamantes y perlas de Bahréin y una gargantilla de cuatro vueltas de perlas, todo de la colección privada de Isabel II, y Meghan Markle escogió unos pendientes de perlas regalo de la difunta reina. Porque las perlas, por tradición, son una de las joyas más utilizadas en actos fúnebres, puesto que suponen la «supresión del color» y «no son brillantes ni descaradas», sino símbolo de discrección y respeto, según explicó la historiadora de la joyería Vivienne Becker a la edición mexicana de Vogue. Muchas de las invitadas las eligieron para el solemne funeral, entre ellas la reina Sofía, que llevó unos pendientes un collar y un broche de perlas. Pero esos accesorios no fueron los que llamaron más la atención en su estilismo: el complemento más viral de la reina emérita ha sido el móvil que llevaba colgando de su cuello, a modo de bolsito en bandolera.
«En realidad no hay ninguna norma ni uso que regule la presencia de dispositivos electrónicos en este tipo de actos», apunta Dolores del Mar Sánchez, catedrática y directora del Máster de Protocolo de la Uned. Las carcasas colgantes se han convertido en una tendencia que es muy habitual ver en el día a día, en la calle y el trabajo. Pero a muchas personas les sorprendió constatar que la reina Sofía había decidido llevar el teléfono fuera del bolso, colgando de una correa negra, cuando acudió con su hijo, el rey Felipe, al servicio en memoria de la reina Isabel II celebrado en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, un segundo funeral más íntimo que tuvo lugar después del orquestado en Westminster. «Utilizar un móvil en una iglesia es una falta de respeto, pero por un lado está el funeral de Estado, en el que no observé que la reina llevara móvil en ningún momento, que es el acto oficial solemne, y otra cosa es el funeral privado, el entierro que se celebra en Windsor, que es para la familia», añade la experta.
Aun así, el debate en las redes estaba abierto, y muchos usuarios cuestionaban lo adecuado del complemento, si se ajustaba a la etiqueta de un acto así o se trataba de un desliz estilístico de la reina emérita. «Curioseando fotos del funeral de Isabel II, me surgen dudas sobre un detalle de Sofía: lleva un móvil colgando del abrigo todo el rato, muy visible. ¿Alguien sabe si es por algo concreto? Los royals son tan peculiares y milimétricos con sus protocolos, que esto es curioso y raro», se preguntaba en Twitter la periodista Imane Rachidi. La etiqueta del evento estaba determinada por el código de vestimenta establecido en la invitación emitida por la casa real británica, y no resulta habitual ver dispositivos electrónicos en este tipo de actos, pero la reina Sofía no dudó en apostar por la comodidad y colgarse su móvil al cuello, en lo que la revista Hola ha calificado como «el detalle más millenial de la reina Sofía en el último adiós a Isabel II». Para Dolores del Mar Sánchez la reina Sofía no ha incurrido con esta decisión en ningún fallo de etiqueta. «Ellos son familia por ambas partes, porque estaban vinculados con la reina Victoria de Battenberg. Y que alguien de la familia lleve un móvil colgado me parece que es algo que no tiene la menor importancia, no incumple para nada normas de etiqueta ni reglas sociales ni el debido decoro que uno debe de tener en un entierro. Es un acto privado, más relajado, más distendido, y no hay ninguna norma que diga que no puede llevar el móvil colgando como hacemos muchos. Al contrario, demuestra que la reina Sofía es una persona de nuestro siglo», subraya.
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