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El baño sí da la talla

La temporada de playa intimida a muchas mujeres. Para las que tienen medidas más allá de la 90B y la 42, encontrar el traje de baño que se adapte a su cuerpo es todavía más difícil.

El baño da la talla
Michael Edwards / swimsuitforall

El espacio que la industria de la moda ha dado a las modelos con curvas es tan pequeño que la sociedad es incapaz de aceptar que una mujer de talla grande puede ser tan sexy como otra delgada», cuenta a esta revista Giovanna Morales Vargas, realizadora de A perfect 14 (en español, «una perfecta 44»), un corto que narra la batalla personal de tres modelos XL contra la tiranía de las tallas pequeñas. «Las protagonistas del documental quieren cambiar las reglas del juego», dice. Este verano, las imágenes de una campaña realizada en forma de calendario (en la foto) han conseguido reabrir el debate.

«Habíamos oído rumores de que en la portada del especial de trajes de baño de Sports Illustrated este año iba a salir una modelo rotunda; la idea nos pareció tan fascinante que, al ver que finalmente no fue así, decidimos hacer nuestra propia versión», explica a S Moda el equipo de Swimsuits For All (literalmente, «trajes de baño para todas»). Esta temporada, la firma estadounidense ha colaborado por segunda vez con la bloguera de Detroit Gabi Gregg (@gabifresh), la más influyente de la fatosfera (comunidad de blogs de estilo de tallas grandes). «Fue la primera en mostrar con orgullo su cuerpo en biquini en las redes; y con su iniciativa ha animado a otras a hacer lo mismo», cuentan desde la marca. «Uno de los modelos que diseñó el año pasado se agotó en 48 horas. Y este año el midkini Nala va por la tercera reedición».

La bloguera Gabi Gregg (@gabifresh) posa en la campaña de Swimsuits For All junto a la top de tallas grandes Robyn Lawley.

Michael Edwards / swimsuitforall

«La temporada de playa intimida a cualquier mujer, sin importar la talla. Pero para las que somos XL, todavía asusta más. Desde niñas nos hacen creer que tienes que tener un cuerpo determinado para llevar traje de baño y verte bien. No es cierto. Pero es lo que nos han inculcado», dice Gregg. «Ponernos un bañador es una tarea ardua para todas», coincide Rebeca Gómez, del magazine onlineWeLoversize.

Siete de cada 10 mujeres no llevan la talla correcta de sostén. Y a la hora de elegir biquini ocurre lo mismo. «Para cualquier chica con una copa superior a la D, comprar un sujetador es un terror», asegura. «¿Escoger un buen bañador? Misión imposible. El que te sirve de pecho, te queda grande de braguita, y viceversa».

Recientemente, la actriz Melissa McCarthy ha denunciado que le resulta difícil conseguir un diseñador que quiera vestirla en la alfombra roja. En materia de baño, modelos XL como la top Robyn Lawley han tenido que crear sus propias líneas para poder tumbarse en la playa con estilo. «En general, la sociedad tiende a arrinconar todo lo que se sale de la media», explican a S Moda desde el blog SoyCurvy. «En España diría que incluso hemos involucionado», apunta Elena Devesa, de WeLoversize. «Cuando los bañadores se compraban en mercerías no era tan complicado encontrar tallas (aunque fuera un modelo básico y resultón que te sacara del apuro), pero ahora que buscamos ropa de baño en grandes cadenas es imposible adquirir nada más allá de la 42».

Ana Pizarro, de The Duchess

D.R.

«El reto es dar con el equilibrio justo entre enseñar y modelar. Si aciertas con un bañador que realce tus curvas y además no te tape por completo, habrás encontrado El Dorado», advierten desde SoyCurvy. «Además, en cada tienda el tallaje es un mundo distinto», denuncia Ana Pizarro, del blog The Duchess. «En España tenemos un problema que copa el mercado y que se llama Inditex. Amancio [Ortega] no tiene intención de aumentar sus tallas y, mientras eso no ocurra, el resto tampoco va a hacerlo. Veremos si el empujón de Violeta by Mango y algunas empresas internacionales que empiezan a preocuparse por el mundo XL les hacen cambiar de opinión», opina Elena Devesa.

Cierto: «No existe un tallaje estandarizado, unificado e internacional», resume a esta revista la modelo de tallas grandes Laura Wells. «Colecciono trajes de baño, y creo que no tengo ninguno de la misma talla. Lo que supone una complicación extra a la hora de comprar online. Es imposible acertar», cuenta. «El mayor problema es que la medida que aparece en la etiqueta no es real. Lo que convierte el momento probador en una experiencia frustrante», confiesa la supermodelo Robyn Lawley. Ir a la última tampoco es fácil. «No todas queremos cubrirnos con un bañador negro», reivindica Lawley. «Ademas de sujeción, deseamos colores y estampados divertidos», exige Gregg. «Biquinis en lugar de trajes de una pieza o skirtinis [como se denomina en inglés el modelo con falda]; la idea es dejar atrás la estética matrona. ¡Porque no tenemos que ocultar nuestro cuerpo!», defiende la bloguera. «A medida que sube la talla, los diseñan como si únicamente se los fuera a poner una abuela», dice Pizarro.

Laura Wells en el cartel del documental A perfect 14

D.R:

¿Las claves para encontrar el fatkini perfecto? «En primer lugar, aceptarte tal y como eres; y comprar la talla que de verdad necesitas. En segundo lugar, armarte de valor y grandes dosis de humor, porque vivirás experiencias surrealistas. En tercer lugar, entender que tendrás que pagar más por tu traje de baño; pero estarás invirtiendo en licras reforzadas, un patronaje adaptado… Y, por último, tener claro que debe gustarte a ti; lo que piensen los demás no importa», recuerda el equipo de SoyCurvy.

«El busto sigue siendo el centro de la polémica», recalca Ana Pizarro. Con el auge del sistema de tallaje Alfa (que reduce las etiquetas a S, M y L), «las mujeres con mucho pecho lo tenemos difícil», insiste Lawley. En España, la talla base de muchas cadenas es la 90B. «Es la medida central de nuestra oferta», confirman en Women’secret. «Sin embargo, debido a las exigencias del mercado, hemos lanzado copas de mayor capacidad», anuncian. «En Selmark Mare la talla más pequeña es la 38B (80B) y la mayor, por el momento, la 50D (105D), pero esto va en aumento», nos cuentan desde esta empresa española.

Rebeca Gómez, de WeLoversize, con bañador de Primark.

D.R.

Muchas veces la raíz del problema no está en las firmas (que sí fabrican en una gran variedad de tallas), sino en los intermediarios, que apuestan por las medidas más comerciales y los patrones menos arriesgados. Por eso, empresas del sector como Ory (con copas hasta la E) están apostando por vender a través del canal online. «Internet es nuestro aliado», dicen las fundadoras de WeLoversize. «Gracias a la Red ponemos en contacto a cientos de niñas que a lo mejor nunca han tenido una amiga con la que intercambiarse ropa por problemas de talla».

Sobre estas líneas, traje de baño de la estilista y diseñadora Liliya Shlyapkina (www.lilysh.com).

Victoria Janashvili. Modelo: Denise BIdot

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