Edie Campbell denuncia que los modelos masculinos también sufren abusos sexuales
La ‘top model’ ha publicado en ‘WWD’ una carta abierta a la industria de la moda en la que denuncia los abusos sufridos tanto por hombres como por mujeres y anima a romper el silencio contra estas conductas.
«Tenemos un problema: nos movemos en una industria que acepta demasiado bien el abuso, en todas sus manifestaciones. Puede ser la humillación de los modelos, el menosprecio a los asistentes, los juegos de poder o los ataques de gritos. Hemos llegado a aceptar esto como parte del trabajo «. Quien escribe estas palabras es Edie Campbell, una de las modelos más famosas y cotizadas de nuestros días. La top se ha convertido en una de las voces que junto a su compañera de profesión Cameron Russell está denunciando los abusos cometidos por distintos agentes de la industria de la moda.
En una carta abierta a la industria de la moda escrita para la publicación WWD, la joven de 27 años recrimina a los medios de comunicación su silencio sobre el abuso sexual sufrido por los modelos masculinos, que ella describe como «más complejo». En ella hace referencia al testimonio que el modelo Cory Bond compartió en Facebook en 2016. «En la industria del modelaje he sido víctima de tocamientos inapropiados, de agresión sexual y hasta fui drogrado cuando solo tenía 19 años. No he hablado mucho sobre esto por miedo a no trabajar y a dejar de hacer el trabajo que adoro. Solo quieres que desaparezca. Pero créanme, algunos hombres poderosos piensan que pueden hacer lo que quieran debido a su posición. Así que por supuesto que creo las acusaciones contra ellos, incluso si llegan años más tarde», escribía Bond.
En su carta Campbell, que ha desfilado para firmas como Chanel, Louis Vuitton, Isabel Marant o Saint Laurent, confiesa que ha decidido denunciar estos abusos públicamente porque estamos viviendo un punto de inflexión y «no podemos mirar para otro lado» como ocurrió en 2010 cuando un conocido fotógrafo –hace referencia a Terry Rihardson– fue acusado de abuso sexual pero la industria prefirió ignorar esas acusaciones y continuar trabajando con él. «Porque todos sabemos que esto se extiende mucho más allá de un solo hombre […] La cobertura de los medios se ha limitado, por desgracia, a Richardson. Los tabloides escriben artículos clickbait y ocultan una verdad mucho más compleja: los modelos que compartieron sus historias con Cameron no hablaban todos del mismo fotógrafo», asegura.
Además, se queja de que la historia se haya centrado exclusivamente en las modelos femeninas cuando muchos hombres también han sufrido estos abusos y los han compartido, de forma anónima, en el Instagram de Cameron Russell (la modelo está compilando cientos y cientos de denuncias públicas de compañeros de profesión). Según sus palabras, los hombres lo tienen aún más complicado a la hora de hablar porque existe mucha homofobia «y la sensación de vergüenza es incluso mayor ya que hay un estigma involucrado». Campbell asegura que aunque la conversación global sobre los abusos sexuales perpetrados por personas en posición de poder se ha centrado, «con razón», en las víctimas femeninas; en el caso de la industria de la moda los afectados son tanto mujeres como hombres.
La top afirma que, aunque ella no ha sido víctima de ningún abuso en sus 12 años de carrera, en la industria de la moda es frecuente que se desdibujen los límites entre lo profesional y lo personal y los chistes explícitos o los comentarios inapropiados se confundan con el hecho de trabajar en un negocio divertido, abierto y creativo. Además, según asegura, «la moda odia a las personas aburridas o que no son cool. Pero creo que tenemos que redefinir lo que se califica exactamente como ‘poco cool‘. Tener 15 años o, de hecho, tener cualquier edad y no querer hacer topless o desnudarse frente a los compañeros de profesión no es mojigatería. No querer besar a alguien para una foto no es ‘ser difícil'», escribe la modelo.
Para terminar, la top anima a los agentes a hacer su trabajo protegiendo a sus modelos y a todos los demás miembros de la industria a «no quedarse en silencio. Tu pasividad es complejidad».
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