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Chenoa aclara con pelos y señales por qué bajó en chándal y cómo fue su (terrible) ruptura con Bisbal

Chenoa, las lágrimas de la ruptura y su chándal. Historia de España.
Chenoa, las lágrimas de la ruptura y su chándal. Historia de España.

Ayer se publicó Defectos Perfectos, o lo que es lo mismo, las memorias de Chenoa. En el  libro, cuyo título sigue la línea chenoística de sus trabajos (recordemos el título de #Soyhumana a uno de sus álbumes), la artista repasa episodios de su vida en primera persona o, cómo explican desde la promoción de éste, aquí se “nos presenta a Laura, despojada de su nombre artístico y de esa máscara del triunfo que, con frecuencia, oculta otras visiones más auténticas”.

Portada de ‘Defectos Perfectos’.
Portada de ‘Defectos Perfectos’.

Tal y como recoge Buzzfeed, en su páginas se incluye uno de los episodios que más han calado en la historia sentimental de la cultura pop de la última década en nuestro país. Sí, hablamos del chándal de Chenoa en su portal confirmando su ruptura con Bisbal, entre lágrimas. Un episodio que ha dado pie a memes recurrentes y hasta modelos de sudaderas, vendidas por la propia Chenoa, con la frase que la cantante entonó en la reunión de los triunfitos de hace unos meses: “Yo en chándal no salgo más”.

Un usuario de Twitter ha fotografiado el capítulo, Con Nadie, en el que relata su ruptura con Bisbal, ofreciendo una visión de lo más pesadillesca sobre cómo el cantante acabó con la relación.

Esta es la sucesión de los hechos.

Aquí Chenoa cuenta cómo David Bisbal supuestamente hizo ver que no pasaba nada mientras estaba de gira (llegó a enviarle flores), y cuando volvió se marchó de su casa con la maleta y pidiéndole tiempo.

“Una semana antes de regresar de su viaje, David me envió un ramo precioso con una nota que decía algo así como «Ya llego». Yo seguía flotando en mi nube de amor y flores blancas, cómo no iba a hacerlo. Cuando regresó, yo estaba trabajando y, al volver a casa, me lo encontré con la maleta hecha. «Tengo que pensar, necesito tiempo, mejor lo dejamos». Ya había pasado otra vez y él había vuelto al poco tiempo, arrepentido y con las cosas claras: él me quería. Y punto. «Tómate tu tiempo. No hay problema. Veremos qué pasa». Cuando le llamé al día siguiente, no noté nada raro. Estaba viendo la tele con sus padres. No pensé que la cosa fuera definitiva, pero lo era, al parecer”.

Más tarde la artista revela que sí, que se enteró de que ya no estaban juntos como el resto de España:

“Alguien me llamó por teléfono (…) «Pon la tele». Allí estaba David, en una rueda de prensa en Caracas, encantado de la vida, diciendo que no estaba con nadie”.

Para rematar, David Bisbal se cambió de teléfono y negó a sus familiares que se lo facilitaran.

“Era el peor día de mi vida. Le llamé y una voz contestó que aquel número no correspondía a ningún usuario. (…) Llamé a su hermana. Vaya papelón, la pobre. Me dijo que lo entendiera, que no me podía dar el número nuevo. Había cambiado de teléfono””.

Y aquí es cuando entra el episodio del chándal:

Con el paso del tiempo, he conseguido identificar exactamente lo que sentí: alguien me había llevado al lugar más alto en el que había estado jamás, un limbo mucho mejor que el cielo, dónde va a parar. Y desde allí me había empujado al abismo. En ese infierno andaba, cuando vi que mi portal estaba lleno de cámaras y, que nadie me pregunte por qué, se me ocurrió bajar de aquella guisa. Nadie en mi situación sabría contestar”.

A la espera de la confirmación de los hechos por parte de Bisbal, queda claro que la artista no le deja en muy buena posición. He aquí un resumen de la respuesta de Internet ante los hechos:

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