4.200 millones de cañas gracias al poder del sol: la cerveza sostenible que lo apuesta todo al verde

Con una bebida tan cotidiana, social y transversal como la cerveza, integrada en los hábitos de todas las clases sociales y que los españoles consumimos en cantidades superiores a los 50 litros por persona al año (según Statista), conciliar su producción y distribución con la lucha contra el desafío climático requiere de medidas audaces y urgentes. Los próximos 10 años son definitivos para revertir el daño del planeta, como advierte Naciones Unidas, y conseguirlo depende del esfuerzo colectivo. Lo sabe muy bien HEINEKEN, que ha examinado exhaustivamente su cadena de valor para convertirse en la cervecera más verde, alineando su estrategia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y apostando por su implantación tanto en el mismo campo como en el consumidor final. Siguiendo su completa hoja de ruta, Brindando un Mundo Mejor, la compañía ha comenzado la transición hacia un futuro sostenible basando su estrategia en los grandes retos climáticos: reducir la contaminación y el consumo de agua, y aprovechar los recursos disponibles apostando por el reciclaje. También por la circularidad, una pieza básica a la hora de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y que nos obliga a reducir, recuperar y reutilizar materiales y recursos.

Los gases de efecto invernadero son los principales culpables de la crisis climática y el aumento de temperatura. Por eso, HEINEKEN se ha propuesto reducir las emisiones de CO2 a cero en 2025 y aspira a ser neutra en 2040. Más allá de promover la agricultura sostenible, una logística respetuosa y la transformación de la hostelería con la instalación de equipos de enfriamiento ecoeficientes, la mejor muestra de su apuesta por la sostenibilidad está en sus propias plantas. La de Jaén, por ejemplo, ya presume de ser la primera fábrica cervecera cero emisiones de España y la mayor de Europa. Si desconoces hasta qué punto la electricidad renovable puede ser clave en la producción de cerveza, quédate solo con este dato: más de 4.200 millones de cañas al año son elaboradas de manera exclusiva por el poder del sol gracias a su nueva planta fotovoltaica en Huelva.

Otro pilar importante en las medidas de HEINEKEN es el agua, un asunto especialmente sensible para nuestro país y que, según National Geographic, se ve amenazado hasta en un 75% de su territorio por la desertificación si no actuamos con decisión. Dado que el cambio climático potencia el estrés hídrico y la escasez, la compañía compensa la utilizada con proyectos de balance hídrico neutro, como los de Doñana, Albufera y Jarama, que han devuelto 1.900 millones de litros a las cuencas de los ríos que nutren sus fábricas. El agua supone el 95% de la cerveza y hasta el 100% de la vida, por lo que cuidar y proteger las fuentes de un recurso tan esencial es un compromiso ineludible, así como la instalación de innovadoras depuradoras naturales que utilizan las raíces de los árboles para limpiar el agua. Cada gota cuenta y más en época de sequía.

Pero más allá del compromiso medioambiental, la sostenibilidad social es otro de los faros que debe guiar el camino de cualquier compañía moderna que se precie. Más si cabe tras el impacto de una pandemia que ha golpeado con fuerza dos colectivos en particular: la hostelería y los más jóvenes. La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 provocó que cerca de 10.000 bares y restaurantes se vieran obligados a echar el cierre, dejando por el camino a su vez más de 200.000 empleos según datos del Ministerio de Empleo. En los momentos más duros, HEINEKEN España quiso demostrar su apoyo a la hostelería con una inversión de más de 150 millones de euros en iniciativas como Fuerzabar. Esta plataforma de servicios apuesta por asesorar a los hosteleros a transformar sus negocios para hacerlos más atractivos para sus clientes, con la digitalización y la sostenibilidad como puntas de lanza.

Como la hostelería no existe sin los trabajadores que se sitúan al otro lado de la barra, la Fundación Cruzcampo, con más de un cuarto de siglo de importante obra social, apuesta por los jóvenes como motor de progreso de cara al futuro. Talento Cruzcampo, por ejemplo, es un programa de becas orientado a su empleabilidad que se ha desarrollado con gran éxito en sus primeras ediciones y que busca paliar la difícil situación de desempleos que muchos sufren. La materialización más directa de este impacto positivo en la comunidad es la microcervecería urbana Factoría Cruzcampo, que el pasado año abrió sus puertas en Sevilla para convertirse en un espacio gourmet icónico de la capital hispalense. En este establecimiento, donde se elaboran distintas variedades de cerveza artesana, decenas de jóvenes becados sacan el máximo del ambiente de aprendizaje aprovechando la oportunidad de poner en práctica lo aprendido y desarrollar su talento ante un público real. El mejor lugar para disfrutar de una caña bien tirada… y de la cultura cervecera más sostenible y comprometida.