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Mentores, becas y colaboraciones con grandes marcas: la alternativa de futuro para los diseñadores emergentes

Simone Rocha, Carla Sozzani o Charles Jeffrey Loverboy, entre muchos otros, han trabajado con varios estudiantes reinventando algunas piezas de Tod’s. Ante un panorama complicado, la marca italiana pretende invertir económica y mediáticamente en el diseño emergente.

La semana de la moda de Londres, que se celebra estos días, lucha contra dos grandes frentes: la pandemia, que afecta especialmente a un evento dominado por diseñadores y marcas independientes, y el Brexit, que dificulta la exportación y la proyección internacional de una industria que, hasta hoy, era un motor de prosperidad para el Reino Unido, empleando a más un millón de personas y moviendo 35.000 millones de libras.

En este complicado panorama, quizá los peor parados sean los estudiantes recién graduados. La mayoría se han formado en Central Saint Martins, la escuela de moda más prestigiosa del mundo, y durante las últimas décadas sus colecciones de graduación han tenido casi la misma importancia que la de los creadores británicos consagrados. Allí, medios y compradores buscaban el futuro cercano de la moda. Pero la falta de recursos y la imposibilidad de celebrar eventos físicos han mermado el interés hacia ellos. La alternativa pasa entonces por buscar alianzas con empresas de moda poderosas, que apoyen económica y mediáticamente la labor de estos estudiantes.

Moodboard del proyecto de A. Larrabure junto a Alexander Fury.
Moodboard del proyecto de A. Larrabure junto a Alexander Fury.

«Quiero que mis alumnos se den cuenta de que el diseño es una reacción y una respuesta al contexto social, político y emocional. Por eso estoy especialmente agradecido a Tod’s; su ayuda llega en un momento muy complicado para los estudiantes», comenta Fabio Piras, director de los másters de moda de la Central Saint Martins. Bajo el paraguas de Tod’s Academy, el laboratorio de ideas de la firma italiana, varios estudiantes han trabajado codo con codo con distintos mentores reinventando algunos de los iconos de la marca. La idea no es solo poner en contacto a diseñadores emergentes con profesionales reconocidos, también poner a su disposición los conocimientos, las técnicas y la logística de los artesanos que trabajan en la casa.

En total, el proyecto cuenta con 35 estudiantes elegidos personalmente por Central Saint Martins. Todos han desarrollado proyectos junto a diseñadores como Roksanda, Simone Rocha o Charles Jeffery Loverboy, periodistas como Sarah Mower o Alexander Fury o directores de arte como Francesca Burns o cazatalentos como Sara Maino. El resultado no solo puede verse en a plataforma oficial de la semana de la moda de Londres, todos ellos, además, han recibido una beca para continuar con sus respectivos desarrollos profesionales.

Las creaciones de R. edirisinghe y Carla Sozzani.
Las creaciones de R. edirisinghe y Carla Sozzani.Cortesía de Tod’s

«Apoyamos a los estudiantes y al mismo tiempo ellos aportan puntos de vista inusuales e innovadores a Tod’s”, explica Diego della Valle, presidente de la enseña. La introducción de las grandes empresas de moda en las escuelas no es nueva, por supuesto, pero quizá sí sea más necesaria que nunca. Estas colaboraciones habían buscado, en su mayoría, reclutar talento. Pero ahora se buscan otro tipo de sinergias: el diseñador recibe el apoyo necesario para desarrollar su trabajo y la marca-mentora recibe ideas renovadoras que explorar a medio plazo. Todos ganan.

Bocetos de Andrej Gornau y Simone Rocha.
Bocetos de Andrej Gornau y Simone Rocha.Cortesía de Tod’s

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