_
_
_
_

Blogosfera, el negocio boyante de la moda

El nuevo negocio en alza de la moda es ser bloguero. Las marcas se pelean por ellos.

Blogosfera
D.R.

Enero de 2009. Tras un largo día de clases en la facultad de Empresariales, Silvia se colocó el portátil sobre las rodillas y eligió cuidadosamente las mejores fotos que se había hecho con su nuevo pantalón bombacho. Abrió un blog que llamó Bartabac y lanzó las imágenes sin comentario alguno a Internet, como quien arroja al mar un mensaje en una botella. Intro. A los dos días, fueron los leggins de vinilo. Esta vez sí acompañó las imágenes de un breve párrafo que resumía las bondades de esta prenda, y que tradujo al inglés y al francés con la esperanza de ampliar las posibilidades de que su opinión fuera atendida. Al final de la semana, colgó una chaqueta de doble botonadura y unos pantalones boyfriend. Y dos meses después recibió una llamada del portal WhoWhatWhere que le ofrecía la posibilidad de ser musa de su espacio en My Space. «Nunca lo hubiese imaginado», reconoce aún hoy sorprendida. Tres años después es modelo, estilista, diseñadora, periodista… «Es una cosa rara, ya no sé muy bien lo que soy. Estudié Publicidad y Empresariales y trabajé como publicista, pero no me acababa de llenar. Lo que realmente me gusta es la moda». Empezó como un hobby, pero Bartabac es ya su principal fuente de ingresos.

Son pocas las que en España pueden decir lo mismo –a escala mundial solo el 37% de los blogueros vive de su espacio web–, pero las que han logrado que su mensaje en una botella llamada blog suba la cresta de la ola han alcanzado un nivel de ingresos nada despreciable. Sus consejos llegan a millones de usuarias al mes y las marcas no se han resistido al poder de prescripción de estas chicas normales que, a fuerza de estudiarse las revistas de moda, saben qué debe llevarse cada temporada y con qué. «Depende de la bloguera pero, gracias a sus colaboraciones con las marcas, pueden ganar unos 2.000 euros al mes», revela Paola Erazun, fundadora y directora de la revista digital Fashion Salade, que aloja blogs internacionales, entre ellod  Lovely Pepa, de Alexandra Pereira, «el más leído», afirma. «Muchas facturan más, entre 3.000 y 4.000, y les parece poco». Unas de las que sacan provecho seguro de sus blogs son aquellas que los tienen alojados en las webs de las más prestigiosas cabeceras de moda. «Reciben un sueldo fijo, más alto si son modelos, y a eso le suman las colaboraciones que cierran con las marcas». Este puede oscilar entre 500 y 1.200 euros al mes. Todo depende del tráfico que generen y de si son celebridades o líderes de opinión. Eso sí, la condición es que no pueden aceptar «sobornos» de las marcas.

Según el estudio anual de Technorati sobre la blogosfera a escala mundial, el 59% de los blogueros a tiempo parcial y el 66% de los que se dedican a su blog a tiempo completo han sido contactados por las firmas para que hablen de sus productos. Algunos reciben unas 200 llamadas a la semana. Silvia García, autora de Bartabac, reconoce que participa en dos o tres eventos cada siete días. Alexandra, de Lovely Pepa, tiene 10 firmas fijas con las que le gusta trabajar. Gala González, que escribe Inside Am-lul’s Closet, colabora con seis o siete. Y Rebeca Labara, de A Trendy Life, con más de 30 al año.

Cómo se han convertido las blogueras en las mejores amigas de las marcas? «Ha sido un cambio progresivo que se ha producido en los últimos tres años», afirma Alexandra. Entre las pioneras se encuentra Mango. Carolina Ribalta, responsable de Comunicación Online de la firma, asegura que su principal valor reside en que se ponen lo que recomiendan. «No es como la editora de una revista que en cada número publica decenas de looks diferentes, de estilos muy variados y de todas las firmas. No son recomendaciones personales». Su alianza con las blogueras, dice, no funciona a golpe de talonario. «Procuramos llevar a cabo acciones especiales en las que ellas se sientan involucradas, como el lanzamiento de la colección Mango Touch, diseñado por Werelse, el trío de blogueras formado por Chiara Ferragni, Carolina Engman y la española Andy Torres. «Se agotó en menos de una semana». Tampoco Tous pagó por la colaboración que lanzó a las redes sociales bajo el hashtag #tousbloggers. «Apostamos por la blogosfera hace dos o tres años, cuando percibimos la necesidad de reposicionar la marca en España, que se había visto muy dañada por las falsificaciones. En el área de diseño decidimos esconder el oso, insignia de la marca. Les presentamos la colección a un grupo de prescriptoras de la web y les encantó», cuenta Xavi Colomé, del departamento digital de la firma.

En contra de los rumores que elevan las cifras por colaboración a los 8.000 euros, Carlos Pérez, fundador y consejero delegado de Galactinet, la agencia de contenidos que aglutina el mayor número de blogueras y trabaja con las principales marcas, asegura que muchas acciones son gratuitas. «Se está contando mucho con ellas para piar y poco para campañas retribuidas. Cobran poco para su dedicación y profesionalidad». Lo confirma el estudio de Technorati: «La mayoría de los blogueros tiene la sensación de que las marcas los tratan menos profesionalmente que a los medios». Eso sí, la publicidad es su segunda fuente de ingresos, con unos 2.700 euros de media al mes. El salario medio anual que perciben los blogueros entrevistados para el estudio es de 19.300 euros al año. Entre las mejor pagadas, se encuentra Aimee Song, de Song of Style, quien ha llegado a cobrar hasta 40.250 euros por una campaña. Pero la primera fuente de ingresos de los autores de un blog son las conferencias, que les suponen una media de 2.800 euros al mes. En el caso de las blogueras de moda, el diseño de colecciones propias, las sesiones de dj, las clases de estilismo o los posados como modelos son las actividades alternativas más comunes.

La última moda es publicar un libro. Esta temporada han editado su propio título Fiona Ferrer Leoni (Waku Girls), María León (Vestir con estilo) y Ana Antic (Tu personal shopper: encuentra tu propio estilo). «Los blogueros se han convertido en potentes voces que marcan tendencia», afirma Laura Díez, de LID Editorial. «Y los que tienen muchos seguidores ofrecen ciertas garantías de éxito. Lo pudimos comprobar con María León en la Feria del Libro de Madrid, donde no paraban de llegar chicas a la caseta para preguntar por el libro y el horario de firma de la autora».

Lo mismo ejercen de escritoras, que de periodistas, fotógrafas o celebridades. «Hay cierto intrusismo», reconoce Alfredo Murillo, autor de Calamity Cool. Él es estudiante de Arquitectura y, aunque la profesión que ha escogido no está en su mejor momento, no se plantea su blog como su principal fuente de recursos en el futuro. Otros sí. «Hay muchísima rivalidad entre los blogueros para conseguir meter la cabeza en los medios», revela. «La competencia se vuelve voraz a la hora de conseguir el puesto. Pero pocos son periodistas». Carlos Pérez las defiende: «Hay una tendencia a despreciar el trabajo de estas chicas que, sin ayuda de nadie, se han ganado ese lugar». Y lanza un dato más: detrás de cada bloguera que ha triunfado hay 500 que lo han intentado. «Este fenómeno no es una burbuja, hay que empezar a convivir con él», concreta. El star system de la blogosfera ya ha extendido sus redes: Bloglovin’ entrega cada año sus premios, considerados los Oscar de la red. En 2011, Alexandra, de Lovely Pepa, fue la primera española nominada.

Ellas apuestan por su futuro. «Cada vez se nos tiene más en cuenta y nos valoran más», dice Alexandra Pereira. Por eso, ella ya se plantea estudiar alguna profesión relacionada con la moda. «Soy licenciada en Derecho Económico y, hasta ahora, he desarrollado mi blog gracias a una serie de cualidades personales, se me da bien ser community manager y tengo intuición para las tendencias y un estilo propio. Pero ha llegado el momento de aprender de los profesionales». Cinturones abrochados.

#tousbloggers. Rosa Oriol y Rosa Tous mostraron la nueva colección de la firma a 13 blogueras españolas, que lograron que se publicaran 700 mensajes en Twitter, 80 artículos en blogs con 1.220.000 lecturas y 2.000 comentarios.

D.R.

Werelse para Mango Touch. Carolina Engman (en la imagen), Chiara Ferragni y la española Andy Torres forman Werelse, el trío que diseñó una línea de complementos para Mango, que se agotó en menos de una semana.

D.R.

Silvia García, de Bartabac, ha dado charlas en la Universidad Carlos III y diseña una línea de complementos para A Bicyclette.

D.R.

Rebeca Labara, autora de A Trendy Life, que recibe unas 10.000 visitas únicas al día. Trabaja con más de 30 marcas al año.

D.R.

Cada año el portal de blogs Bloglovin’ entrega los premios del sector. En 2012 la ganadora ha sido Leandra Medine, de ManRepeller. En la imagen, la celebridad japonesa de Twitter, Ena Matsumoto, con una amiga.

D.R.

Gala González, de Am-lul, está afincada entre Madrid y Londres. Su máxima es que la publicidad de su blog no sea invasiva.

D.R.

Casp33 de Desigual.Con la colaboración de 25 blogueros, Desigual logró más de 500 tuits y retuits, leídos por 500.000 personas y más de 20 post, con 700 comentarios.

D.R.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_