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Isha: de domadora de caballos a estrella espiritual

Entrevistamos a la escritora que nos enseña a amarnos y a dejar de lado nuestros miedos.

Isha

“Necesitas cultivar el amor interno, amarte a ti mismo incondicionalmente y dejar ir tus miedos”, dice Isha, la gurú australiana que visita España próximamente para presentar su nuevo libro, Vivir para volar, e impartir unos seminarios. Dicho así, parece fácil. ¿Pero cómo, exactamente? Isha asegura que esto es posible con su método, basado en un sistema de “facetas” o pensamientos que uno sumerge en su mente. El sistema es nebuloso; la propia Isha (cuyo nombre en sánscrito significa conciencia humana completa) tampoco es fácil de clasificar. 

Aparece en sus vídeos promocionales montada a caballo con un gorro de vaquero (en su otra vida, antes de padecer la fuerte crisis que le propulsó al estrellato espiritual, se dedicaba a la doma de caballos). Se rodea de un fabuloso aparato de marketing y continúa expresándose en inglés a pesar de vivir en Latinoamérica desde hace muchos años. 

En ese continente cuenta con miles de seguidores. Y desde allí llegan también las críticas de quienes le acusan de haber montado una secta. “El sistema no podría ser más anti-secta”, señala Annie, su traductora al español desde hace diez años. “El Sistema Isha es sólo una práctica. La puedes hacer siguiendo el libro y la película”.

La australiana, de 49 años, es también conocida por su trabajo en las cárceles, donde ha llevado su sistema con tan buenos resultados que ha sido nombrada “Embajadora de la Paz” por el Gobierno argentino. Nos lo cuenta por teléfono desde Urugay, donde vive. 

De “Por qué caminar si puedes volar” (el libro anterior) a “Vivir para Volar”, el título que presenta ahora en España. Se empeña en llevarnos por las alturas…  Cuando dejamos ir nuestras limitaciones y nuestros miedos, desplegamos las alas, volamos. 

Aterricemos un momento. El bebé número 7.000 millones acaba de nacer en un mundo saturado, sin recursos para todos. ¿Qué dice al respecto? No me creo nada de eso sobre la falta de recursos. Si sólo nos fijamos en las carencias y en el miedo, no encontraremos la abundancia, tendremos muerte y carencia. Si, en lugar de eso, nos centramos en la conciencia, en la abundancia, es eso lo que nos encontraremos. Toda esa información no es la verdad. La verdad es que tenemos todo lo que queremos. Nos matamos por petróleo porque tenemos la idea de que no hay suficiente. Pero si nos fijamos en el amor, siempre habrá suficiente. Más que suficiente. 

Este país está inmerso en una atmósfera de pesimismo, debido al desempleo, crisis, etc. ¿En qué habremos de fijarnos, aquí? He vivido situaciones muy duras. Pero en ellas había también una increíble oportunidad para cambiar. Cuando el terremoto sacudió Chile, miles de personas perdieron sus casas. Eso me pasó a mi también. Creé mi sistema a través de una pérdida masiva. A partir de ahí, creé los fundamentos de amor incondicional y abundancia externa. 

La crisis ecológica es la madre naturaleza que nos llama para que nos despertemos. Tengo que centrarme en algo diferente, y este algo diferente tiene que ser interno. Es como la mariposa que sale de su capullo. Una oportunidad para recrear. Los humanos tienen que evolucionar, y como individuos tenemos que tomar responsabilidad para no ser víctimas sino creadores de las situaciones. No estar constantemente dependiendo de lo de fuera. La crisis crea más amor. Con la crisis aparece también una tendencia a unirnos. 

He leído sobre su método, pero no he conseguido entenderlo. El sistema se basa en unas “facetas” que has de sumergir en tu mente. Busca equilibrar partes del celebro. Cuando meditas lo experimentas, pero con estas “facetas” se consigue inmediatamente. 

Buscamos recuperar la sensación que teníamos cuando éramos niños, la experiencia profunda de encontrar seguridad interna y, desde ahí, darnos cuenta de cómo somos. Muchas veces nos saboteamos a nosotros mismos, y no vemos el mundo según es. Nuestra percepción está teñida de miedo. Así que tenemos unas ideas y las defendemos como si fueran reales aunque nos produzcan dolor. 

¿Qué es lo que hace hace diferentes sus enseñanzas?  Soy una mujer moderna. Rápida y efectiva. No soy diferente a otros maestros, todos decimos lo mismo. Son caminos distintos, pero todos llevan al mismo sitio. Mi sistema resuena en tiempos modernos. Cultivar el amor interno, amarte a ti mismo incondicionalmente y dejar ir tus miedos. Uso los pensamientos como un vehículo para estar en el momento presente. 

¿Dónde se inspira? ¿A quién admira? Jesús es mi gurú favorito. Osho o Eckart Tolle tienen una enorme claridad. 

Le gustan los animales. ¿Son también sus maestros? Utilizo animales todo el tiempo. Son muy simples. Y con ellos tienes que estar muy presente, para entender lo que les pasa. El problema con los humanos es que somos muy complicados. Necesitamos desaprender, simplificar, ser más como niños, menos críticos y obstinados, más capaces de estar presentes y dejar ir nuestras limitaciones. Somos duros fuera porque somos duros también por dentro, con nosotros mismos. 

Hablando de duros. ¿Cómo se las arregla para trabajar con los presos? ¿Cómo se gana su confianza, siendo mujer?  Vemos mucha televisión. Yo también creía que eso iba a pasar. Pero entro en una habitación donde hay 1.000 hombres y me tratan como si fuera un ángel.  Vienen por sus propios medios. Quieren cambiar; es evidente. Entienden que son responsables de sus propias vidas, que sólo ellos pueden cambiar. Les esperaba más polémicos, pero me conmovieron. Muchos de ellos acabaron llorando. Es impresionante. Y son muy agradecidos. 

Dice que se transformó cuando sufrió una fuerte crisis. ¿En qué consistió y qué descubrimientos trajo consigo? Tenemos dos opciones. Nos podemos centrar en lo que amamos o en lo que tememos. Creamos aquello en lo que nos centramos. Si nos centramos en el miedo o la carencia, eso es lo que creamos.  Lo primero es una relación de amor con uno mismo. Si cultivamos amor interno, es lo que tendremos. Pero si estamos centrados en el drama, así nos perderemos la belleza, las grandes cosas. 

¿Cómo se las arregla para estar centrada mientras viaja por el mundo dando entrevistas? ¿No se cansa de decir lo mismo tantas veces?  No, tengo un millón de maneras de decirlo. Cuando encuentras ese nivel de conciencia, quieres transmitirlo. Estoy muy centrada. ¡Y también hago cosas mundanas! 

Si tuviera que resumir sus enseñanzas en un solo consejo, ¿cuál sería? Todos los humanos tenemos que responsabilizarnos y aprender a amarnos a nosotros mismos y proyectar ese amor hacia afuera. Así creamos el mundo que queremos. No podemos esperar a que el mundo nos cambie desde fuera, hemos de hacerlo desde dentro. 

¿Cómo ve el futuro? Veo a la humanidad evolucionando muy deprisa. Escuchamos esas profecías catastrofistas, pero no es verdad. A nuestros cursos antes sólo venían mujeres. Ahora tenemos 50 por ciento de hombres. Antes sólo venía gente muy espiritual, ahora viene todo el mundo. Veo más armonía, resolución para crear un mundo muy diferente. Lo bueno de hoy es que las buenas noticias van deprisa.  

Natalia Martín Cantero es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella, escribe a natalia@vidasencilla.es 

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