Correr sí, pero por una buena causa

Correr es el nuevo yoga; hacerlo por una causa solidaria, el nuevo apadrinamiento. No hay fin de semana en que no se organicen varias carreras benéficas a lo largo de toda España. Es un fenómeno del que se nutren las ONGs y en el que participan corredores (cuyo número crece exponencialmente), grandes firmas y celebrities, muchas celebrities.

Christy Turlington es el epítome de las estrellas que a la vez son corredoras y a la vez solidarias, no sólo porque este año ha corrido por segunda vez la maratón de Nueva York para recaudar fondos para Every Mother Counts, también porque esta organización, creada por la top model, convoca carreras por todo el mundo para concienciar sobre la alta mortalidad por causas relacionadas con el embarazo y el parto. La última realizada en España ha sido organizada por Kenzo. Alejandra da Cunha, Directora de Comunicación y RRPP de fragancias del grupo asegura: “Creemos que un evento solidario y vinculado a un reto deportivo es positivo para nuestra imagen de marca”. Kenzorun consistió en un recorrido de 5 kilómetros sólo para mujeres, “porque una de las causas de las muertes que se producen en el proceso del embarazo y el parto en los países subdesarrollados es, precisamente, la distancia entre el lugar donde se encuentra la madre, y el centro médico más cercano. Una carrera es, simbólicamente, un modo de acortar esas distancias”, explica da Cunha, muy satisfecha con el éxito de la congregación. “Además, nos han apoyado numerosas actrices y modelos, dándole a la carrera un toque de glamour y ayudándonos a obtener mayor visibilidad para la causa”.

Adriana Ugarte, Ana Rujas y Toni Acosta participaron en la carrera de Kenzo. Pero son muchas más las actrices deportistas que corren por los más necesitados. Mariam Hernández, actriz y asidua a este tipo de convocatorias, lo resume así: “A mí me encanta el deporte y, a través de estas carreras, he encontrado la manera de aportar mi granito de arena; reúnen a muchas personas que se motivan y hacen un gran esfuerzo físico a la vez que ayudan a los demás, con lo cual es una experiencia doblemente satisfactoria”. Para Patricia Montero (que además es colaboradora de la Asociación Uno entre cien mil contra la leucemia infantil, en cuya carrera participaron ambas actrices), ésta “es una muy buena forma de generar ruido para dar a conocer una causa que lo merece”.

Elena Tablada y Adriana Ugarte, corredoras solidarias.

Cortesía de Kenzo

Las carreras solidarias crecen y aglutinan a cada vez más participantes. Algunas ya son una tradición anual, como Corre por el Niño, la carrera con la que el Hospital Niño Jesús de Madrid busca fondos para la investigación: “El primer año participaron menos de 3.000 corredores; en nuestra última edición hemos superado los 8.000”, nos dice el doctor Juan Casado Flores, Jefe de Servicio de Pediatría (Cuidados Intensivos Pediátricos) del Hospital. Lo recaudado este año servirá para investigar un sistema pionero de filtrado de sangre de niños sometidos a transplante de médula con escape capilar generalizado. Carlos Mascías, director médico de hospital HM Universitario Sanchinarro, participa en la organización de la carrera de HM Hospitales, al que pertenece este centro, HM Corre por la vida, cuyos beneficios se destinan a UNICEF. Y explica el éxito de esta tendencia: “Correr por solidaridad da sentido a una afición”. La fórmula funciona y no sólo mediante la inscripción en carreras. El doctor Mascías forma parte de la iniciativa #kmsXalimentos del colectivo Drinking Runners: “Cada kilómetro que corremos en diferentes carreras lo transformamos en un kilo que donamos al Banco de Alimentos, pero colaboramos de otras formas, organizando quedadas en las que los corredores traen comida o ponemos puestos de recogida, como hicimos en la Carrera de la Ciencia”. El año pasado, consiguieron donar más de 7.000 kilos al Banco de Alimentos. También es miembro de kilometroscontraelcancer.es, una asociación de corredores que intercambian kilómetros de entrenamiento por donaciones a la AECC.

Lidia Montoliu de corre1kmmas.org, está de acuerdo: “Deporte y solidaridad comparten valores transversales: ambos son superación, compromiso para alcanzar una meta, esfuerzo, etc…” explica. Corre1kmmas es una iniciativa de empleados runners del Banco Santander que, en dos años, ha conseguido más de 280.000 euros para apoyar a Cruz Roja Española. Aunque añade que no es tan sencillo como parece: “Organizar una carrera, sea solidaria o no, supone unos gastos elevados que no se cubren con la recaudación; sin el patrocinio de Banco Santander, que aporta 6 euros por cada kilómetro que corre el equipo solidario, esta iniciativa no hubiera sido posible”.

Chus de la Fuente, responsable relaciones institucionales de Entre Culturas, también llama la atención sobre la necesidad de patrocinadores. Esta ONG que fomenta la educación como herramienta de desarrollo organiza Corre por una causa (correporunacausa.org), una carrera cuyo crecimiento es prueba de que el binomio atletismo-solidaridad es una tendencia imparable: el primer año se celebró sólo en Madrid y reunió a 3.000 corredores; la tercera que tendrá lugar en febrero, congregará a más de 10.000 corredores en Madrid, Sevilla, Málaga, Murcia, León, Puerto de Santa María y Valladolid y los beneficios irán a construir seis escuelas en República Democrática del Congo. “Mucha gente se queja de que hay demasiadas carreras solidarias y que sólo en gastos de organización y logística se va un importe importante. Nosotros intentamos que sea lo mínimo llegando a acuerdos con ayuntamientos y empresas, como Mapfre, que se encarga del seguro de los corredores el día de la carrera o consiguiendo que involucrar al Samur en Madrid nos dé asistencia gratis ese día. Es importante que la gente sepa que se corre por una causa y que realmente el dinero se destina a esa causa”.