«Uñas de trapera», la tendencia ‘nail art’ que llevan desde Rosalía a Blanca Suárez
También las lucen Bad Gyal, La Zowi o las chicas de ‘OT’. Te contamos cómo y dónde puedes hacértelas tú también.
«Una ‘ratchet’ es alguien como yo, que combina ropa del Bershka con imitaciones de marcas caras y que, como se siente excluida del sistema, se preocupa más por tener las uñas bien hechas que por votar en las elecciones”. Esta reveladora declaración hacía La Zowi hace unos meses en El Periódico. Es el máximo exponente femenino de la música trap y de todo un universo creado en torno a ella. Y quizá en esta definición en primera persona esté la clave: porque no solo su música ha conquistado el panorama nacional, sino que su estilo -a la hora de vestir, maquillarse e incluso comportarse- se posiciona como el último grito en el universo moda.
Ahora, esa tendencia ratchet (un término surgido para referirse despectivamente a las chicas de barrio que visten de forma llamativa y que incluso ha dado nombre a una de sus canciones) ya no es «choni» ni «hortera». Y es que lo de mezclar prendas de firmas de lujo (que ya no llevan de imitación, sino reales) con otras low-cost era algo extendido que han convertido en una de sus señas de identidad. Pero hay otra mayor, quizá la más llamativa y replicada: sus uñas. “Las chicas del trap han ampliado muchísimo la visibilidad de este estilo de manicura. Han hecho que sea algo súper demandado en España y son las responsables de que esté comenzando a despuntar en Europa”, apunta Luz Belenguer, propietaria y nail artist de Lulu View y formadora oficial de OPI en España.
Son un complemento más que añaden a sus looks y que ha traspasado las fronteras de un estilo: las llevan también celebrities como Rossy de Palma, Blanca Suárez o Natalia y Alba Reche de Operación Triunfo 2018. Pero no han sido, claro, las primeras: “La cultura del nail art es de arraigo suramericano, sobre todo cuando se trata de uñas largas. De hecho, hay muy buenas marcas de productos que vienen de allí y una cultura de las uñas que en Europa no existe ni de lejos. La vertiente asiática también defiende una uña muy elaborada y con elementos 3D pero en corto. Y en Europa la tendencia siempre ha sido la sobriedad… hasta ahora. Aquí es Sita Abellán quien más ha defendido y promocionado el nail art”, nos cuenta Luz, que lleva haciéndole llamativas manicuras a la modelo desde 2012.
Así que las extensiones de acrílico de uñas decoradas -como las expertas nos advierten que se llaman- se han convertido en las últimas temporadas en el accesorio más extravagante, pero ya eran una realidad mucho antes de que C. Tangana cantara «me han dejado cicatrices por todo mi cuerpo tus uñas de gel» (repetimos: no son de gel). Y sí, hoy por hoy podríamos identificarlas de la forma más concreta llamándolas, en toda regla, «uñas de trapera». No en vano es el estilo que abrazan sus máximas representantes –aka Rosalía, Bad Gyal o, en efecto, La Zowi-. “Ellas son las que más se atreven… el resto eligen decoraciones más sencillas. Cuando Rosalía viene antes de un evento tiene muy claro lo que se quiere hacer, porque sabe qué vestido va a llevar y busca algo muy concreto, pero aún así se deja aconsejar. Lo más especial que le hemos hecho es una manicura decorada entera con cristal y piedras XXL”, cuenta Maritza, de Dvine Nails, a S Moda.
Pero, al final, las celebrities “son como otra clienta cualquiera: un día quieren muchos brillantes y otro día manicura francesa. Depende del día y de cómo se sientan” -reconoce Luz- «Lo que a mí me importa no es que vengan más o menos celebrities, todos los clientes tienen la misma atención. Lo que es cierto es que tener clientes famosos da visibilidad y también prestigio… y eso es importante, porque hay gente trabajando con malos materiales y eso ha restado mucha credibilidad y ha dado mala fama al mundo de las uñas”, apunta.
Por eso sumarse a la tendencia de forma adecuada es vital. Porque, por si te quedaban dudas, vas a terminar en el ajo: “Lleva años creciendo muy lentamente y, por lo que estamos viviendo dentro del mundo uña, se va a quedar. Cambiarán las tendencias, pero el cuidado de las uñas y la manicura va a permanecer: pasará lo mismo que con la peluquería, ahora queremos cortes y peinados diferentes a los de antes, pero desde que empezamos a ir nunca hemos dejado de hacerlo”, nos asegura Luz.
En cuanto a las tendencias, las hay numerosas y variadas. Pero, sin duda, el riesgo gana: “Lo que más estamos haciendo ahora son uñas stiletto, que se llaman así por estar acabadas en punta; y uñas coffin, que simulan la forma de un ataúd, rectangulares y acabadas en recto. La tendencia más clara es que cada vez se llevan más largas y que últimamente triunfan los estampados con logos de marcas, la pedrería y los encapsulados -que son elementos integrados dentro del acrílico-”, nos cuenta Vero, una de las nail airtists de Alberto Dugarte Institute, a quien los piercings de uñas que ya le hemos visto a Blanca Suárez no le parecen en absoluto extremos.
Así que si tú también te atreves y ya te has estado inspirando en sus increíbles cuentas de Instagram, tienes una buena cantidad de centros especializados en los que encontrarás un servicio de alto nivel muy perfeccionista. ¿Su precio? Entre 50 y 70 euros las más básicas, y subiendo hasta los 150 dependiendo de las aplicaciones y el tiempo invertido, que para una manicura con extensiones básica es de dos horas.
En Madrid:
– Lulu View, Relatores 7
– Alberto Dugarte Institute, Cuesta de San Vicente 42
– BeBoo, Plaza de Pedro Zerolo 1 y Almirante 3
En Barcelona:
– Dvine Nails, Vallhonrat 5
– Las Meninas, Dante Alighieri 150
En Valencia:
– Luce Uñas, Carrer d’Alberic 27
En Sevilla:
– MATE Beauty, Castilla 110
En Zaragoza:
– Mains, Calle del Coso 35
En Coruña:
– Cinderella Nails, C.C. Carrefour Alfonso Molina, Local 18
En Bilbao:
– Solo Uñas, Plaza Indautxu 2
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.