Uñas, el mejor accesorio

«Antes hablábamos del índice lipstick; hoy el paradigma son las lacas. Ha llegado la hora del nail index», asegura Renato Semerari, presidente de Coty Beauty. En los años 30, tras el crac bursátil, la venta de labiales se disparó. Ese artículo barato era una puerta a la evasión, como hoy lo son los esmaltes. Los datos lo corroboran. En 2002 se vendieron 5,3 millones en España. El número de ventas se duplicó en 2010 y en 2011 creció un 11,3%. «Además, ahora la gente arriesga con los colores y diseños», apuntan desde el salón Solana & Rojano.

Para impacientes: Manicura exprés

No siempre se dispone de 40 minutos para una manicura. «En una exprés, se añade crema hidratante, se deja actuar dos minutos y se retira la cutícula con un palillo», sugiere Elena Comes, directora de Le Petit Salon. La crema elimina asperezas. «Si no se tiene mucha maña, es mejor dejar las cutículas para el profesional», opina Olga Solana, responsable del salón Solana & Rojano. «Las uñas son queratina, calcio, hierro y lípidos. La matriz está protegida por la cutícula y no debe ser retirada», coincide José Muñoz, director del centro Nails 4’Us. «El error más común es olvidar la base antes de la laca y el brillo después. Si se saltan estos pasos, la manicura se cuartea», explica Eva Rodríguez, educadora de la firma CND. Para alargar la duración se puede repasar con un brillo a los tres días. «Parecerán recién pintadas», asegura Elena Comes, de Le Petit Salon. Otro truco: «Hidratarlas con aceite para cutículas», dice Yasmina Meftah, directora del salón Yass & Co.

Cosas de la edad: terapia ‘Antiaging’

«Para acertar la edad basta con mirar el escote y las manos», afirma el dermatólogo Eduardo López Bran. «En las manos salen lentigos solares; es decir, manchas planas y marrones. Son comunes en los mayores de 40 años; las causa el sol», detalla Ignacio Sánchez-Carpintero, jefe de la Unidad Láser de la Clínica Dermatológica Internacional. Para evitar que nos delaten, se puede recurrir al láser. «Hasta hace poco las tratábamos con el láser Q-switched; ahora lo combinamos con el Fraxel Dual. Son muy efectivos», asegura el médico. Con una o dos sesiones basta. Su precio: 450 euros. Para la pérdida de elasticidad se puede recurrir a cremas con retinol y alfa hidróxidos (AHA). Otro truco rejuvenecedor: pintar las uñas de colores divertidos.  

Un negocio en auge: última moda

Hace una década pintarse las uñas de colores chillones y con formas estrambóticas era propio de ciertas tribus urbanas o… de mujeres de Beverly Hills. Hoy las cifras pintan un cuadro muy diferente. Los craqueados, el nail art y las pegatinas con ilustraciones en 3D arrasan. Y, en alguno círculos, hacerse la manicura es como depilarse. «Las uñas se han convertido en las reinas de los accesorios», aseguran desde la consultora NPD. ¿Por qué? Según la periodista Ruth La Ferla, de The New York Times, es uno de los pocos negocios emergentes en tiempos de crisis. Y por el factor connaisseur. Conocer el nombre de la última técnica de manicura o el tono de moda es sinónimo de estar al día.

ALEJARSE DEL ENEMIGO

Detergentes, cambios de temperatura, alcohol… algunas sustancias levantan los esmaltes, resecan las manos y acaban arruinando la manicura.

01/ Prohibidos los SMS. Escribir, pasar páginas, gesticular… todos estos gestos y muchos otros arruinan las uñas recién pintadas. La impaciencia sale cara. Así que mejor entretenerse con un pasatiempo mientras se secan las uñas: relajarse, meditar o ver la tele.

02/ Ojo con los exfoliantes. «Los scrubs son perfectos para retirar las células muertas de las manos antes de la manicura», afirma Pilar Rojano, del salón Solana & Rojano. Dejan la piel suave y uniforme, pero también dañan las manicuras. Por eso, se deben hacer antes y no después.

03/ Un verano sin hongos. «Una amenaza de la manicura y la pedicura son los hongos. Debemos andarnos con ojo en el gimnasio y la piscina. Se deben lavar las manos y usar chanclas», sugiere Eva Rodríguez, educadora de CND. Otro consejo de experta: «Se deben hidratar manos, uñas y cutículas», propone Olga Solana, de Solana & Rojano.

04/ Los platos, con guantes. Cualquier fórmula con alcohol afecta a la manicura. Es mejor no abusar de geles limpiadores y llevar guantes de plástico para fregar los platos o limpiar la casa. «Los friegaplatos, por ejemplo, cuentan con ingredientes que agreden el esmalte», afirma Rodríguez. «Además, los detergentes resecan la piel», añade Comes.

05/ Ni frío ni calor. El frío cuartea el esmalte. El calor lo levanta. Por eso no se deben secar con secador. «Los cambios de temperatura provocan burbujas», explica Comes. La manicura dura una semana. La permanente –de gel–, 15 días. «El calor y el frío se deben evitar durante 24 horas», afirman desde el centro Beautiful Hands.