Lee esto antes de regalar un Satisfyer: el succionador de clítoris no es para todo el mundo
Algunos aspectos que también hay que tener en cuenta.
En apenas unos meses, el succionador de clítoris ha pasado de ser un desconocido para la gran mayoría de la población, a ser el tema estrella de medios de comunicación, redes sociales y, también, de las cenas de navidad. Son muchas las mujeres las que han incluido el succionador de clítoris, en su lista de deseos, como posible regalo para estos Reyes.
De hecho, en estas fechas también han surgido nuevos modelos de succionadores que han batido récords en venta. Es el ejemplo del SONA de Lelo, que acaba de sacar una versión actualizada, y que ha aumentado sus ventas un 440% según cifras de antes del Black Friday.
¿Se trata de un boom justificado? Realmente, son muchos los factores que han influido en este estrellato, pero lo cierto que este juguete erótico ha supuesto un antes y un después en la percepción del placer femenino, y en el entendimiento de que no todo es penetración y, por tanto, en que no todos los juguetes tienen que relacionarse con la antigua idea de consolador.
Todo esto ha supuesto también una mayor y necesaria visibilidad de la masturbación femenina pero, ¿tienen que masturbarse ahora todas las mujeres con un Satisfyer? ¿Es de hecho el Satisfyer el regalo ideal para todas las mujeres esta navidad? La respuesta es un no, y es que, aunque el juguete tenga sus muchas ventajas, no es más que una herramienta más entre una amplia gama de posibilidades. Y hay que tener en cuenta que, en cuestiones como el placer, para gustos colores.
Así, estas son algunas de las ideas que debes tener en cuenta antes de regalar o autorregalarte un succionador de clítoris estas navidades
1. Una estimulación muy intensa. Muchas de las mujeres que compran, con altas expectativas, un succionador del clítoris, comentan poco convencidas que la estimulación es demasiado intensa o demasiado directa para su gusto. Si bien es cierto que se puede jugar alrededor de la vulva o en otras zonas erógenas, antes de ir directamente al clítoris, hay quien no termina de pillarle el punto. “La respuesta sexual humana es compleja y cambia en cada uno de nosotros, así que la estimulación de un juguete no siempre nos va a gustar igual”, explica la sexóloga Almudena Martínez Ferrer. Si bien la experta insiste en que objetivamente si se tiene un clítoris la estimulación del mismo se activa con el succionador, pero “no a todo el mundo le parece agradable ese tipo de cadencia, fuerza, sensación, etc”.
2. Orgasmos rápidos. Uno de los eslóganes del Satisfyer ha sido su capacidad de conseguir (en algunas mujeres) orgasmos a los dos minutos de su uso. Pero precisamente esta idea de orgasmos rápidos es la que no convence a todo el mundo. De nuevo, todo depende del uso que se le dé al juguete, o de buscar solo uno o múltiples orgasmos, pero es cierto que hay quien prefiere otro tipo de experiencia. Como apunta la también sexóloga Eugenia Cames, “si a la persona obsequiada le gusta de recrearse, fantasear y disfrutar de todo el proceso, es probable que el succionador no acabe siendo uno de sus juguetes de cabecera”.
3. La necesaria concentración. Está claro que la mecánica del succionador del clítoris es sencilla y directa, pero hay un factor que no siempre se tiene en cuenta: no solo tiene que funcionar el juguete, sino que también tiene que poner de su parte la persona. “Los juguetes facilitan que la cosa funcione; nos cansamos menos, son divertidos y aportan novedad… Pero todos necesitan que haya una persona para recibirlo. El placer se emite en el cerebro y tiene mucho que ver con cómo nos conocemos y la facilidad que tenemos para el placer”, insiste Almudena M. Ferrer. De esta forma, si somos personas a las que les cuesta concentrarse, o dejarse llevar por sus fantasías eróticas, quizás necesitemos una ayuda extra más allá del juguete.
4. Falta de experiencia. Otro de los hándicap de los succionadores de clítoris es que se han convertido en el primer juguete erótico de muchas mujeres que, por tanto, no estaban muy acostumbradas a incluir la juguetería erótica en su vida y quizás se hayan sentido algo perdidas en su uso. Aunque hay que destacar que es un juguete sencillo de usar, y no tan agresivo como los dildos para penetrar, lo cierto es que hay juguetes más pequeños, aún más sencillos y menos intensos que quizás podrían ser más adecuados para esta iniciación. “Si es su primer juguete erótico quizá mejor decidirse por algo más general y menos intenso, de forma que pueda explorar, descubrir lo que le gusta y luego poco a poco lanzarse a juguetes más especializados como lo son los succionadores”, agrega Eugenia Cames.
5. Prejuicios de cada persona. La intención no es siempre lo que cuenta. Antes de decidir regalar algo tan íntimo como un juguete erótico, tenemos que pensar si la otra persona realmente lo quiere y se va a sentir a gusto recibiendo ese regalo de nuestra parte. “No regalaría nunca un Satisfyer, ni ningún tipo de juguete sexual, a alguien que antes no se hubiera manifestado al respecto”, reflexiona Almudena M. Ferrer. Porque hay quien puede ver la sexualidad de una forma más abierta y otras que lleven su autoerotismo de una forma más privada.
6. Falta de higiene. Todo poder conlleva una responsabilidad, y todo juguete erótico supone comprometerse a hacerse cargo de su cuidado. Al fin y al cabo, están destinados a actuar con nuestras zonas más íntimas por lo que tener cuidado en su higiene, conservación o incluso saber cuidar su funcionamiento eléctrico, para no llevarse sustos ni infecciones no es una cuestión baladí. Es por ello que, según Eugenia Cames este, ni otros juguetes, son un regalo para personas “con pocas ganas de cuidar de objetos personales (mantenerlos limpios, cargados, proveerse de un lubricante adecuado, etc.)”.
7. Obsesionarse con el clítoris. No hay duda alguna de que más allá de la vagina, el clítoris es el órgano cuya principal función es el placer femenino. No hay duda tampoco de que las casi 8.000 terminaciones nerviosas de su glande marcan la diferencia respecto a la mitad que tiene el glande del pene, de mayor tamaño. Es por eso que el succionador de clítoris ha supuesto un antes y un después, porque se ha centrado en el punto de placer más importante de la anatomía femenina. Pero que sea el más importante, no significa que sea el único. “Como la estimulación del Satisfyer está tan enfocada en el glande del clítoris hay parte grande de la experiencia que te pierdes”, concluye Almudena M. Ferrer. Y es que, aunque el succionador puede utilizarse en más zonas erógenas, e incluso en el glande del pene, y pueda ser también un complemento en la relación de pareja, lo cierto es que es un juguete más pensado para una estimulación directa en el clítoris. Si va a servir como un complemento más que nos dé variedad en la cama siempre será buena idea. Si en cambio, se va a convertir en una obsesión que nos haga perdernos otras formas de placer, quizás conviene dejarlo sin batería de cuando en cuando.
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