Por qué deberías pasarte a la cosmética de entretiempo
El otoño exige un cambio en las rutinas de belleza. ¿Qué productos son los idóneos para ello?
«Durante las semanas en las que refresca, con un importante contraste térmico entre el día y la noche, nuestra piel puede perder entre 300 y 400 mililitros de agua al día –apunta Pedro Català, farmacéutico y creador de la firma Twelve Beauty–. La piel, dañada del verano, necesita regularse». «Es un error pasar en un día de las cremas ligeras que usamos ames ideal para reparar y fortalecer la piel de cara al frío», dice Cristian Arias, dermatólogo de la Clínica De Felipe en Barcelona.
«No existen productos de entretiempo como tal. Se trata de implementar un cambio gradual de rutinas», añade Paola Gugliotta, cosmetóloga y creadora de la firma Sepai. Podemos empezar decantándonos por cosméticos de textura media. O bien apuntarnos a la ‘hidratación controlada’, última gran tendencia en reparación basada en cremas ‘adaptógenas’. Estas «se formulan con estructuras lamelares que liberan los lípidos por capas. Así, es fácil ajustar lo que cada uno necesita», explica Paola.
Lo último en este campo fue presentado hace unos meses en la feria In Cosmetics de Corea: aceites fermentados con una bacteria. Una cosmética probiótica que «aporta muchos beneficios, además de utilizar los activos del propio vegetal, que actúa como cemento sobre las células», explica Català.
Durante estas semanas, la prioridad está «en producir colágeno y elastina, en energizar la piel y reparar el ADN», dice Paola. «La hidratante de noche es la primera que debemos cambiar, ya que permitiremos a los principios activos trabajar más intensamente», añade el doctor Arias. Los expertos coinciden al elegir productos con manteca de karité o aceite de aguacate. También el ácido hialurónico de alto peso molecular, «que crea una película permeable que la mantiene elástica e hidratada», explica Català. Este ingrediente retiene hasta 20 veces su peso en agua.
Para que la pérdida de melanina sea uniforme, el cosmetólogo aconseja «una exfoliación delicada». Además de mascarillas de arcilla y ácido mandélico, Català incluye un ingrediente en boga: las bayas de esquizandra. Un estudio de la biotecnológica Greentech, con las universidades de París-Saclay y Orléans, reveló la alta capacidad de este fruto tanto para reparar la piel como para bloquear los efectos de la polución. «También en el sérum o en la hidratante podemos alargar este efecto peeling –añade Gugliotta– con productos ricos en derivados del retinol o extractos de alga parda».
La transición al invierno afecta también a la limpieza. «Se debe cambiar a un limpiador que no reseque, sin sulfatos, durante al menos dos semanas», dice Paola. Para el cuerpo, geles con aceites de ducha. Y aprovechar para reparar codos y pies con cremas muy densas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.