Ni coreana ni japonesa: el último secreto de belleza lo tienen las nórdicas
La naturaleza, los tiempos lentos y el minimalismo rigen la cosmética de los países del norte. Y han llegado para reclamar su eficacia.
La sauna fue la primera rutina de bienestar que se extendió por el mundo desde los países nórdicos, concretamente desde Finlandia. Usada durante la Guerra Fría como despacho de negociaciones con la difunta URSS o para purificar a sus muertos en la antigüedad, el invento escandinavo demostró sabiduría ancestral y eficacia y fue adoptado por los spas fuera de sus fronteras. Han tenido que pasar décadas para que los nórdicos reivindiquen, de nuevo, su trono en el universo de la belleza.
Con la fiebre de las bellezas coreana y japonesa ya asentada, y el despunte cosmético de países como Hungría o Alemania, las fórmulas del norte se abren hueco. Sus premisas son sencillas: se centran en una función por fórmula, buscan reducir la rutina diaria con pocos productos y beben de la naturaleza. El minimalismo que caracteriza la arquitectura de sus ciudades y su moda cubre también sus productos. Desde un packaging sencillo, de líneas rectas y pocos colores, a la reducción de ingredientes.
Su conocimiento viene de lejos: se trata de zonas con temperaturas extremas y pocas horas de luz en invierno. La piel, ante estos agentes, se resiente. Los habitantes de estas áreas se valieron de lo que tenían a mano para protegerse. Las plantas autóctonas, los aceites naturales y los lagos les dieron la respuesta. Con extractos naturales y baños de contraste, miman y protegen su cutis desde hace siglos. «Se basa en tradiciones, costumbres, hierbas y plantas», dice Ksenia Spiridonova, directora de desarrollo para España, Portugal y Argentina de Natura Siberica.
Proximidad, superingredientes y mensaje calmado
Posiblemente la dificultad de movimiento que imponía el territorio en su momento motivó que los formuladores se centrasen en los productos locales. Antes de que la tendencia eco se impusiese ante la alarma climática, los nórdicos ya manejaban el concepto de kilómetro cero. «De ahí que los frutos rojos, las algas o incluso la presencia del agua sean importantes», destaca Anabel Vázquez, cofundadora de la plataforma de venta de cosméticos online Laconicum.
Entre los tesoros que ofrecen tierra y mar, se encuentra, aparte de los tres mencionados por Vázquez, otras hierbas silvestres. Estas plantas han tenido que adaptarse al medio hostil para sobrevivir, y por ello son ricas en nutrientes para la piel. «Su inmunidad es increíblemente fuerte: contienen más oligoelementos y vitaminas que aquellas cultivadas en entornos favorables», señala Spiridonova.
El mensaje de estas marcas, además, coincide. Con el objetivo de limpiar, nutrir e hidratar, se centran en instruir a las usuarias de la importancia del uso diario. Eso sí, ninguna promete milagros, y apuestan por la constancia como método de mantenimiento y mejora de la calidad de la tez. «Una arruga tarda años en producirse, y no podemos esperar que los resultados se vean antes de seis meses», aclara Lars Fredricksson, fundador de Verso Skincare.
Con esta filosofía como bandera, estas son las marcas que han llegado del frío para quedarse.
Maria Nila
Directa desde Estocolmo, nació para cuidar y reparar el cabello. Toda su gama protege de los rayos UV y alarga el color. Cuentan con líneas específicas para diferentes problemas, como la descamación o la alopecia. Su truco se encuentra en dar con el activo deseado. «No queremos mucha o poca cantidad de ingredientes, sino los justos y adecuados para que el producto resulte efectivo para el propósito que se crea», explica Xenia Aherdan, directora de marketing de Maria Nila.
Verso Skincare
Sus envoltorios son reconocibles de un vistazo: en blanco y negro y con un número al revés. «Verso en latín significa revertir, de la misma forma que el retinol revierte el paso del tiempo», razona Fredricksson. Con este diseño, han ganado prestigiosos premios como los Red Dot Awards. Su base es el Retinol8, una vitamina A que prometen ocho veces más potente que la convencional. Esto les permite reducir la lista de ingredientes, pues no desean cargar de componentes. Añaden antioxidantes y ácido hialurónico, aliados naturales de la dermis, y han incluido ingredientes como la cúrcuma por sus propiedades antiinflamatorias y contra los radicales libres.
Bioeffect
Nació en Islandia en 2010. Su gama gira en torno a la proteína EGF, extraída de la semilla de la cebada y por cuyo descubrimiento los doctores Stanley Cohen y Rita Levi-Montalcini ganaron el Premio Nobel de Medicina en 1986. Se encarga de acelerar la producción de elastina y colágeno, fundamentales para una piel sana. Solo cuentan con siete productos, para hombre y mujer y a partir de los 30 años.
The Perfect V
Su nombre lo dice todo. Nació para cuidar la vagina. Ofrecen los mismos tratamientos que para el resto del cuerpo: hidratación y exfoliación, con la delicadeza que requiere la zona íntima. Sus frascos se dejan ver, porque persigue precisamente eso: no ocultarse, sino mostrarse. Todos sus ingredientes provienen de Escandinavia y han sido testados ginecológica y dermatológicamente.
FNUG
Las escandinavas también se pintan las uñas. Esta marca, cuyo nombre significa pequeño o, unido a la palabra sne, copo de nieve, sigue las tendencias que marca la moda en Dinamarca, país de origen. Cada temporada cambia sus colores y formatos. Sus esmaltes están fortalecidos con caviar, debido a su alto contenido en aminoácidos.
Kjaer Weis
Maquillaje orgánico y de lujo, gracias al packaging encargado al prestigioso diseñador Marc Atlan, responsable de frascos como los de las fragancia de Comme des Garçons. Se formula para ser apto para todo tipo de pieles. Su objetivo es promover un maquillaje ligero, fresco y la tendencia no-makeup.
Natura Siberica
Aunque su origen se encuentra en Siberia, en su línea Wild Siberica Faroe se han fijado en las algas de las islas Faro, en Dinamarca. Su abundancia en vitaminas y minerales ayudan a conseguir una piel más tersa y elástica, limpian y desintoxican el cuero cabelludo y fortalecen pelo y uñas.
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