«Lo mejor para dar en la diana de lo que necesitas»: todas las razones por las que tu piel pide a gritos que uses monodosis

No usamos la misma ropa cuando estamos en la ciudad, en la playa o la montaña y lo mismo que cambiamos nuestras necesidades para proteger nuestro cuerpo según la estación y el destino en el que estemos, también la rutina de belleza debe adaptarse a cada momento. La piel cambia y sus necesidades para tratarla también. A veces se manifiesta tirante que necesita más hidratación, otras temporadas requiere que prestemos atención a la luminosidad porque está apagada… Y para darle lo que requiere, nos lanzamos a comprar productos que, cumplido su cometido, dejamos a medias y terminan abandonados en un cajón, acumulados con restos de otros cosméticos empezados. Para evitar este desperdicio y poder adaptar la rutina a cada tipo de piel y preocupaciones exactas y cambiar sin miedo, en 2020 se lanzó Wǒ Skincare, una firma de origen británico cuyo nombre significa en mandarín ‘yo mismo’ y ofrece cuidados a medida a través de blísters de un solo uso. “Creemos en ayudar a todos a conectarse con ellos mismos y a comprender mejor las necesidades de su piel. Porque una vez que entiendes tu piel, cuidarla es maravillosamente sencillo”, aseguran.

Los formatos de monodosis, de los que Elizabeth Arden fue pionera hace tres décadas con sus ya famosas ampollas de ceramida, ayudan a la conservación de los ingredientes activos, ya que el producto no está sujeto a la exposición del aire o la luz. Y aunque no van en cápsulas de plástico, sino en blísters, los tratamientos de Wǒ Skincre pueden adquirirse en dosis de dos, cuatro u ocho semanas que permiten no comprometerse con grandes cantidades de cremas y sueros a la vez. Esta opción, la de los formatos mini, también la comercializa la marca francesa Terractive, con un diseño de sobres que se abren y se cierran y tienen producto para dos o tres aplicaciones. Es una solución que ofrece también la flexibilidad de probar nuevas formulaciones sin tener las estanterías llenas de cosméticos a medio terminar. “Todo lo que ayude a personalizar los tratamientos y proporcionar a la piel lo que necesita en cada momento es siempre bien recibido. El de las monodosis es un formato ideal para aquellas personas que acuden de manera asidua a los centros y están asesoradas para hacer diana en esos aspectos que pueden ir variando dependiendo de factores ambientales, hormonales o el estrés”, opina la especialista en belleza Carmen Navarro, con cuarenta años dedicados a la profesión.

El método de elección de tratamiento que ofrece Wǒ Skincre es a través de su web, por la que se accede a un cuestionario sobre los rasgos y las preocupaciones individuales de cada persona, que abarcan desde el origen étnico hasta las arrugas, y ofrece soluciones específicas para elegir y adaptar tratamientos según necesidades. Esta filosofía, la de cambiar según se considere conveniente, según la doctora Beatriz Estébanez, médico estético de Clínica Menorca, puede ayudar: “La piel se beneficia porque cada crema tiene unos componentes distintos y los absorbe, con lo que se favorece que se nutra de diferentes activos. Desde la primera aplicación ya sabemos si una crema nos va bien o no porque notamos los resultados a las 24 ó 48 horas. Pero si hablamos de cremas de tratamiento, por ejemplo cremas para pieles grasas, o muy secas, comedónicas o con algún grado de rosácea, sabremos si funcionan cuando llevamos unos 10 ó 15 días utilizándola. Para reparar manchas hay que esperar de dos a tres meses, siguiendo el tratamiento puntualmente. Lo mismo para las arrugas superficiales y para ver evolución en problemas de flacidez, porque las fibras de colágeno y elastina de la dermis tardan al menos mes y medio en sintetizarse”, explica la doctora.

La gama de Wǒ consta de bases de tratamiento, que son una fórmula multifuncional tres en uno que limpia, hidrata y acondiciona la piel, para elegir según el tipo de piel y preferencia: Aqua Gel está recomendado para pieles grasas y propensas a imperfecciones; Comfort Balm, es ideal para cutis desiguales y poros visibles; Wonder Cream para pieles sensibles y Revive Oil para pieles ásperas, apagadas y envejecidas. También ofrece una línea de TonlQ, que son sueros de tratamiento. Y cada uno en su blíster hecho con 80% de Pet reciclado y 100% reciclable.

Detrás de la marca está Karen Lee-Thompson, nacida en Taiwán y dedicada al sector de la belleza en Gran Bretaña durante los últimos 20 años. Fue la observación de su propia familia lo que le hizo profundizar en el tema. “Cuando mi hija era más joven su piel mostraba las mismas características que la mía, pero según ha ido creciendo, ha comenzado a desarrollar pecas, casi el mismo patrón que su abuelo inglés. Por eso me puse a investigar”, asegura la fundadora de la marca. “El origen étnico influye en la piel, así como el entorno que nos rodea, el estilo de vida que llevamos, nuestra salud física y el estado mental contribuyen a cómo se comporta nuestra piel. Esa es la razón por la que su cuidado debería formar parte de nuestro estilo de vida y, en última instancia, nos llevará a una piel sana”, sentencia.