Estos son los peligros de comprar un pintalabios o perfume falso
Al fragor del fenómeno de la venta online, el número de falsificaciones crece, sobre todo en maquillaje. Y cuidado con su uso: pueden contener bacterias y tóxicos como el mercurio.
Falsificaciones de cosméticos, maquillaje y, por supuesto, –se venden desde hace décadas– perfumes. «Las mafias internacionales han encontrado un filón en la belleza; con las copias generan grandes ingresos con un riesgo mínimo; venderlas está menos penalizado que, por ejemplo, el tráfico de drogas y deja muchos beneficios. El 30% de su negocio hoy son réplicas. Una tendencia que arrancó hace cinco años y que crece», se lamenta Juan Pedro Abeniacar, profesor de ISEM Fashion Business School y consejero delegado del grupo LVMH. Extremo que confirma la Policía: «Se ha democratizado, hemos pasado de la zapatilla a la máscara de pestañas, hoy se falsifica todo. Detrás están las organizaciones criminales. Es difícil cuantificar el volumen [en la Operación Big Mac en EE UU se incautaron un millón de dólares y 2.000 productos de Mac falsos en 2014] porque los chequeos que hacemos son aleatorios», dice Mónica Dotico, inspector jefe de la Propiedad intelectual e industrial de la Policía.
España es el foco: «El más afectado en la UE: la perfumería y la cosmética pierden un 17% de sus ventas; 949 millones de euros al año, según la Oficina de Propiedad Intelectual (EUIPO). Este porcentaje dobla la media europea (7,8%) y su impacto económico y laboral es inmenso. En la UE, por cierto, se pierden 50.000 empleos al año a causa de este problema», dice Fernando Magariños, asesor jurídico de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa).
Olvidémonos de la venta ambulante y del top manta. Internet ha incubado el fenómeno y la mayoría de los productos falsos se distribuyen online. Un trampolín que ha aprovechado China, capital de la réplica, donde se fabricaban y distribuían hasta el advenimiento de eBay, Amazon o Alibaba. El país asiático extiende los tentáculos. «Cada vez se encuentran más fábricas en Polonia, EE UU y Francia», informa Abeniacar. «Asia es el número uno, pero asistimos a un repunte del made in Europe; el crimen sabe que saca más rédito si controla toda la cadena», afirma Dotico.
Una de las categorías más fotocopiadas es el maquillaje. La razón: tiene mayor repunte en ventas –un 6% en Europa y un 13% en Norteamérica en 2016, según la consultora NPD–, aupado por los gustos milénicos.
«Por fuera, son idénticos», avisa Abeniacar. Por dentro, no: se han hallado bacterias y agentes tóxicos como el mercurio, según un estudio realizado por el Departamento de Seguridad Nacional de EE UU. «No cumplen las normativas, son un peligro para la salud». En los perfumes, aunque se imite el aroma, no se basan en las mismas materias. «El kilo del concentrado que usamos ronda los 200 euros; el de las copias, 12», compara. No solo la policía persigue el delito, los consumidores se organizan en Pinterest, Instagram y YouTube mostrando cómo reconocer los fraudes. Stanpa aconseja: «Hay errores en etiquetado. El envase está peor impreso. La espuma que aparece cuando se agita una fragancia permanece más tiempo. Estamos analizando con un laboratorio la composición de los más falsificados. Contienen entre 20 y 25 notas; los originales, 80. La base es agua (hasta un 50%), etanol o disolvente».
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