La mejor crema para la sequedad de los talones, según las farmacéuticas
La urea es el súper ingrediente hidratante que no debe faltar en una crema reparadora para los pies.
De nada sirve llevar las sandalias más bonitas del mundo y tener las uñas de los pies esmaltadas con el color de moda, si tienes los talones resecos. Mucho peor si ya están agrietados. Es la pesadilla de cada verano en cuanto guardamos el calzado cerrado para tenerlos 24 horas al día a la intemperie. “Los talones tienden a la sequedad porque la piel es más espesa para amortiguar el continuo roce al caminar», declara Reme Navarro, farmacéutica y confundadora de Mifarma. Puede ser hasta 50 veces más gruesa que la del rostro y, para colmo de males, produce pocos lípidos. Por todo esto pierde mucha agua y es fácil notarla deshidratada (cuarteada, rígida…). «Si esa sequedad es excesiva, podemos sufrir hiperqueratosis (durezas) o aparecer grietas en la parte trasera«.
Entonces se disparan las alarmas y empieza nuestra búsqueda desesperada de un remedio que ataje el problema cuanto antes. Casi todas las cremas para el cuidado de los pies son ricas en activos hidratantes, como el aguacate o la manteca de karité. Pero hay un súper ingrediente que no puede faltar: la urea. Dado que se aplica en dosis generosa, que sea asequible es un elemento muy a tener en cuenta. Por eso, en las quinielas de los farmacéuticos la crema para pies UreaRepair Plus 10% de Eucerin se sitúa siempre en las posiciones más altas. A su favor, el precio – menos de 10 euros – y una fórmula ultra hidratante con un 10% de urea y ceramidas. Estos dos ingredientes se consideran ‘factores naturales de hidratación’: la piel sana los produce de forma natural para retener su humedad natural. Pero también es posible sintetizar estas moléculas en laboratorio.
Al ser exactamente iguales a las que produciría nuestra piel, tienes los mismos beneficios, pero sin riesgo de reacciones adversas. Es lo que pasa con esta crema. “La urea de laboratorio es un ingrediente cosmético resultado de la reacción entre amoniaco y dióxido de carbono. Su principal característica es su alta capacidad hidratante a través de dos vías. Por un lado, aumenta el contenido en agua de las capas superiores de la piel, consiguiendo que recobre su elasticidad. Por otro, impide o ralentiza la pérdida de agua. Y, por extraño que parezca, también potencia la descamación natural de la epidermis, favoreciendo una exfoliación hidratante. Por eso, para los pies siempre recomendamos cremas con urea”. Las ceramidas, por su parte, además de hidratar, favorecen la recuperación de la piel dañada.
El truco definitivo: envolverlos con film de plástico
Uno de los errores más habituales, y en el que casi todas caemos, es aplicarnos la hidratante corporal de cuello a tobillos. Rara vez nos esmeramos en los pies. En caso de hacerlo, aplicamos la mínima cantidad posible para no escurrirnos al ponernos el calzado. Por si fuera poco, los talones tampoco son una parte del cuerpo que veamos a diario al vestirnos. Solo nos acordamos de ellos cuando, de pronto, notamos un extraño escozor. O cuando, en los previos a un encuentro romántico, te espanta que tu pareja pueda percatarse de que no son precisamente tiernos y suaves como los de una dulce Cenicienta. Entonces buscas una solución inmediata. “No podemos hablar de una reparación instantánea, pero sí de un alivio casi inmediato de esa sensación de tirantez. Obviamente, para observar resultados significativos tenemos que ser muy constantes en la aplicación. Lo normal es una notable mejoría desde la primera semana, si bien todo depende del nivel de sequedad de los talones en cuestión”.
Una vez reparados la clave está en mantenerlos bien hidratados. Y no solo por estética: cuanto más jugosa esté la piel, más elástica y resistente a las rozaduras veraniegas (la otra pesadilla de los pies en verano). Y más bonita quedará la pedicura. Usada a diario, desde Eucerin garantizan ‘48 horas de retraso en la aparición de síntomas de piel seca, muy seca y rugosa’.
Aunque puede aplicarse por la mañana, la dosis más intensa deber ser por la noche. Así lo explica el podólogo Víctor Alfaro, director de Podoactiva, en su libro ‘Todo comienza por un paso’ (editorial Planeta): “El mejor momento para hidratar el pie es justo antes de acostarnos”. En contra de la creencia de que debemos aplicarnos una capa gruesa de crema y enfundar el pie en un calcetín, Alfaro recomienda no hacerlo. Y tiene su lógica: al meter el pie, el propio tejido ‘rebaña’ la crema hacia atrás, de forma que al final, buena parte de la que te habías extendido en el talón, acaba desparramada por toda la prenda. “Cuando hay sequedad evidente o talones agrietados, recomendamos una ‘cura plástica’ por la noche. Consiste en aplicar la crema y cubrir la zona con film plástico del de la cocina. Esto sí hará que el efecto de la hidratación sea más intenso. Realizando esta operación dos o tres días seguidos conseguiremos una rápida recuperación de la sequedad del talón».
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