El truco de experta para evitar que tu piel sufra en el avión

Ataviada de negro y con un café con bebida de avena en una mano y la nueva hidratante Vegan Milk de Milk Makeup en la otra (se trae la puesta en escena aprendida), Georgie Greville, cofundadora y directora creativa de la marca estadounidense, se dispone a responder a las preguntas. Se encuentra en plena gira europea para presentar la última novedad que lanzan y potenciar su presencia en el continente. Su apariencia no denota las horas y el cansancio que lleva a sus espaldas. «Estoy disfrutando muchísimo», asegura.

La firma nació hace exactamente cuatro años, entre enero y febrero de 2016. Se trata de una rama que nace de la compañía principal, Milk Studio La escisión cosmética vino de forma natural. «Se había creado toda una comunidad creativa alrededor con una identidad muy potente. Podíamos convertir todo ese potencial en un producto y ¿qué permite explotar la creatividad de forma sencilla más que el maquillaje?», explica. El nombre, claro, lo heredan del negocio madre. No deja por ello de traer anécdotas. «Mucha gente no conoce este estudio con sedes en Nueva York y Los Ángeles. Por eso, en nuestra página de dudas, no paramos de recibir consultas. ‘¿Contienen productos lácteos?’. A la gente le preocupan estos temas, muy relacionados con la sostenibilidad».

A ellos también les preocupó al pensar la propuesta que iban a lanzar. «Teníamos en mente las bebidas vegetales desde el principio», afirma. «La encontramos en nuestro día a día, por ejemplo, las bebemos con el café. Si las consumimos, ¿por qué no aplicarlas en la piel? No dependen de la explotación de animales, que consume mucha energía y resulta cruel». Con esa base, empezaron a trabajar en su nueva crema hidratante, Vegan Milk. Sus ingredientes estrella: leche de avena, de higo, de argán y su patentada Desert Milk (leche del desierto en español). A lo que llaman leche es, en realidad, la mezcla de los aceites con agua para conseguir esa textura. Greville explica los beneficios de cada una: «La de avena calma las pieles sensibles; la de higo rebosa de antioxidantes y nutrientes que suavizan la tez; el argán protege contra los agentes externos».

¿Y qué hay sobre esa Desert Milk? «Contiene cuatro plantas que sobreviven en ambientes desérticos. Baobab, el melón Kalahari, jojoba y aloe vera, por lo que la hidratación es instantánea». La recomienda para pieles normales a secas, y si se tiene piel grasa, usar menor cantidad. «Debo decir que en general nos deshidratamos más de lo que pensamos entre el estrés y la contaminación», considera la cofundadora.

Recién aterrizada de Milán, sorprende lo sano y brillante que se ve su rostro. Sobre todo si se tiene en cuenta lo nocivos que resultan los vuelos para la salud dermatológica. La directora creativa guarda un as en la manga: la doble hidratación. «Antes de embarcar, me doy una capa de hidratante. Espero unos segundos y aplico la segunda, que funciona como protector. Aterrizo sin problemas en el cutis».

En su día a día, cumple con una rigurosa rutina. Primero, se baña todas las noches, a veces con una mascarilla en la cara. En el agua, añade aceite de cáñamo (fueron los primeros en lanzar un producto con CBD, su máscara Kush). Segundo, usa tónico, sérum con vitamina C y contorno de ojos. Por las mañanas, aplica el mismo hábito, aunque prescinde del baño «por falta de tiempo». Y, claro, se maquilla. ¿Cuál es la tendencia de este 2020 en color para una insider como ella? «Personales y originales, muy influenciados por los filtros de Instagram. Las pecas falsas o los tatuajes temporales en la cara llenarán nuestros móviles. Se va a llevar un maquillaje muy natural con un toque de color más potente en labios u ojos».