¿De verdad funcionan los inhibidores del vello?

¿Qué hay de cierto en lo que prometen estos productos? ¿De qué se componen para conseguir esos resultados y desde dónde actúan? Muchas son las preguntas que nos hacemos las que estamos en el bando tradicional. Un estudio llevado a cabo por expertos de Veet concreta que un 60% de las mujeres utiliza la cera como método de depilación. El hecho de estar varias semanas con las piernas suaves es lo que más gusta de este sistema por avulsión pero, como todo, lo bueno siempre tiene un final y el vello vuelve a salir.

En la incesante búsqueda de fórmulas y soluciones para todo llegaron los inhibidores del vello como complemento a este y otros sistemas, como las clásicas depiladoras por rotación. Métodos que, para conseguir resultados óptimos, tienen que cumplir una premisa: arrancar el pelo desde la raíz.

Estos productos se basan en fórmulas naturales que penetran en el bulbo piloso y actúan desde la célula germinal del pelo, debilitándolo y transformándolo en algo más ligero, más fino, más débil. El pelo se ve afectado en cuanto a calidad y cantidad. Se aplican justo después de la depilación, el momento perfecto para la penetración profunda, ya que es cuando el poro se encuentra más dilatado.

Leticia y Felicidad Carrera, expertas en estética, aconsejan que la depilación se haga después de la última ducha del día, sobre todo en esta época del año, pues de esta manera “evitaremos los restos de protector solar que impiden la adhesión de la cera u otras cremas”, aseguran. Tras ella, aplicar el inhibidor se hace de la misma forma que cualquier otro hidratante, ya que se presentan en los mismos formatos: crema, gel, mousse, spray… Además, muchos de ellos cuentan con ingredientes calmantes como el aloe vera que alivian la irritación. ¿Lo recomendable? Repetir esta operación todos los días durante una semana tras la depilación.

Constancia mediante, puedes notar sus resultados tras el primer mes de aplicación. Estos productos, eso sí, no son la panacea. Actúan de un modo más eficaz en las mujeres con menos vello y, desde luego, no son la solución ante problemas como el hirsutismo, un trastorno que afecta a casi un 10% de las mujeres por un exceso de andrógenos que provoca un crecimiento abundante de vello en determinadas zonas.

¿Problemas?

Si bien ayudan a que el vello se debilite, pueden surgir pequeños obstáculos que hacen que nos sintamos incómodas. Sí, hablamos de esos antiestéticos pelitos enquistados. Un clásico de los cuales necesitas saber algo más si te decides a utilizar estos productos. Los inhibidores actúan sobre el vello haciéndolo más fino y, por lo tanto, más débil a la hora de atravesar la dermis, provocando que se queden dentro por la falta de fuerza y surgiendo así las comunes y molestas inflamaciones.

Tranquilas, también hay solución. Existen fluidos post-depilatorios especialmente diseñados para este problema que aquejan muchas mujeres. Estos productos “eliminan la capa superficial de la dermis que 'entierra' el vello mediante un peeling muy suave”, según afirman los expertos de los laboratorios Doctor Babor. Tras siete días de aplicación, verás calmadas las rojeces y eliminada la inflamación causada por el pelo enquistado.

Con toda la información de base, ya solo nos queda armar nuestro batallón de aliados y prepararlos para la guerra contra el vello. Es el momento de vencerla, sin dolor.

Desodorante que debilita el vello de Dove, fluído inhibidor de Doctor Babor y mousse post depilación de Montobello.