Seis creencias sobre las manchas en la piel que hay que desmontar
Ni el maquillaje perjudica, ni se combate solo de noche. La nueva cosmética y la medicina estética dan un giro a los mitos sobre la hiperpigmentación.
1. Con base
Es una advertencia clásica: la combinación de sol y maquillaje propicia las manchas. El doctor Moisés Amselem, con clínica en Madrid, lo pone en duda: «Depende de los componentes de cada producto». Una nueva generación de cosméticos cambia el panorama, y pronto no extrañará ver bases en la playa. «Existen muchas con factor de protección (hasta 50), y varias cremas solares se formulan con color adaptado a los diferentes tonos de piel», dice Amselem. Para disimularlas, la maquilladora Vicky Marcos, fundadora de Aku, recomienda «aplicarlas a toques en la zona en lugar de extenderla».
2. Mirar en detalle
Los propios expertos insisten en explicar, para evitar preocupaciones innecesarias, que no todas las manchas anteceden al cáncer. Pero, sin caer en alarmismos, también aconsejan fijarse cuando aparezca una. «Los melasmas o cloasmas típicos del embarazo, con un componente hormonal importante, no suelen degenerar hacia la malignidad», aclara el doctor Amselem. «Sin embargo, si se perpetúa la irritación de los léntigos o manchas circunscritas por continuar la exposición solar sin una fotoprotección adecuada, sí pueden acabar en carcinoma».
3. A todas horas
Tradicionalmente, los productos antimanchas se han reservado para la noche. «La mayoría se basa en el efecto peeling para eliminar las células muertas de la epidermis», cuenta el doctor Pierre Nicolau, con clínica en Girona. «En este caso, el sol puede resultar dañino y aumentar el riesgo de sufrir esta alteración». Ahora, los cosméticos se nutren de nuevos componentes que permiten combatirlas durante el día, como el ácido ferúlico.
4. Enemigo en casa
La protección solar ya no es suficiente. Si bien los rayos ultravioletas son la causa externa principal para la aparición de manchas, se debe poner barrera a otras agresiones. «Las radiaciones de los dispositivos artificiales no serían tan preocupantes de no ser por el tiempo que nos exponemos a ellas a lo largo del día», aclara Carmen Lorente, de The Beauty Concept. Su acción reduce la actividad metabólica de las células, lo que puede devenir en hiperpigmentación. Como explica el doctor Amselem, los solares no funcionan contra ellas. «La luz azul penetra a más profundidad que la radiación UV». Lorente recomienda usar productos específicos, que «han aumentado en los últimos cinco años».
5. Claros y oscuros
Ni pálidas, ni morenas: cualquier tono de piel es susceptible a la aparición de manchas con idéntica probabilidad. «Lo que sucede es que en los fototipos bajos (II y III) se aprecian más porque disponen de una protección solar natural menor que otros superiores», puntualiza el doctor Nicolau. Los motivos de que salgan sí que pueden diferir. «Las pieles claras tienen menos melanina y, ante una agresión solar, van a resultar más dañadas, con quemaduras que se transforman en manchas. Los fototipos muy altos, oscuros, pueden sufrir una tendencia importante a acumular el pigmento propio de la piel; estas manchas presentan además mayor resistencia a los tratamientos, lo que complica su eliminación», diferencia Lorente.
6. Jóvenes alerta
Asociar solo la aparición de manchas a la edad o al embarazo ha dejado de corresponder con la realidad. «El riesgo de hiperpigmentación aumenta con el envejecimiento de las células, por lo que las personas maduras son más propensas; pero las pieles jóvenes no están exentas, sobre todo por malos hábitos», declara Lorente. «Los melasmas están apareciendo a edades más precoces por la ingesta cada vez más temprana de anticonceptivos o por obviar la protección del cutis. Este último es el mayor error, pues la piel tiene memoria», señala el doctor Amselem. «Ante una dermis joven con manchas, se debe actuar de forma localizada si es posible y concienciar sobre precaución y en qué pueden devenir», indica Lorente.
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