Cómo se convirtió Strivectrin en una marca de culto para las que más saben de belleza

No hay nada como dormir ocho horas para levantarse con buena cara. Es el truco por antonomasia de las modelos y los especialistas lo corroboran: un sueño reparador puede incidir en nuestra salud y en nuestro aspecto. El descanso nocturno favorece nuestra imagen y diversos estudios han demostrado que no dormir bien provoca arrugas. La actividad celular se dispara por la noche y es capaz de regenerarse más rápidamente, de ahí que sea el momento idóneo para que apliquemos cosméticos específicos con los que tratar las arrugas. “Las primeras arrugas comienzan a aparecer aproximadamente a los 25 años y son fundamentalmente de expresión. A partir de esta edad se recomienda comenzar con los tratamientos antienvejecimiento acompañados siempre de la fotoprotección tópica”, adelanta la doctora Adriana Juanes, dermatóloga del Instituto Médico Láser.

La búsqueda del cosmético ideal no cesa a lo largo de la vida, y no solo porque los laboratorios no cejen en su empeño de encontrar las formulaciones más potentes con los ingredientes más efectivos que contribuyen a engrosar una oferta cada vez más específica. Si cada uno de nosotros vamos a gastar 154 euros en cosmética, como indican desde Stanpa, lo ideal que elegir una buena crema que sacie nuestras prioridades. Para tomar esta decisión, puede ayudarnos saber qué es lo que funciona en otros países, como Estados Unidos, donde hay un fenómeno antiarrugas elaborado por StriVectrin que se llama AntiWrinkle SD Advanced Plus y causa tanto furor que se vende uno cada 59 segundos.

El origen de este cosmético de culto proviene de una confusión. Cuando el laboratorio Klein-Becker, especializado en tratamientos adelgazantes, lanzó al mercado un producto antiestrías, incluyó en las instrucciones la frase “crema de uso tópico”. Esta indicación provocó un malentendido entre los usuarios, que la usaron como crema facial y notaron que, tras una aplicación continua, las arrugas del rostro se reducían visiblemente. Sorprendidos por los resultados, desde el laboratorio perfeccionó la fórmula basada en un complejo extraído de plantas medicinales usadas en el ayurveda indio. Así nació StriVectin-SD, una crema que lucha contra los efectos del paso del tiempo en el rostro y trata las manchas, las arrugas y las líneas finas alrededor de los ojos y de los labios.

Por su efectividad, la popularidad se disparó y llegó incluso a los neceseres de las grandes estrellas. Charlize Theron o Jennifer Lopez confesaron que también usaban la crema, la más vendida en Estados Unidos. Y hoy la actriz y modelo Lauren Hutton es una incondicional de esta firma avalada por la ciencia. “StriVectin es una marca pionera en cosmética clínica creada por médicos y que cuenta con más de 35 años de investigación y más de 90 patentes globales”, señala Francine Krenicki, vicepresidenta de desarrollo de productos de la compañía.

Siguiendo su filosofía de detener el paso del tiempo visible en la piel, acaban de lanzar Wrinkle Recode Moisture Rich Barrier Cream, “una crema reconfortante y nutritiva que combina dos tecnologías únicas que consiguen restaurar la barrera cutánea para fortalecer y nutrir la piel que más lo necesita. Solo una piel con una barrera cutánea fuerte y sana puede luchar efectivamente contra el paso de los años”, detalla Krenicki sobre este cosmético que hidrata mientras ayuda a disminuir la apariencia de arrugas y finas líneas de expresión gracias al cóctel de ingredientes de su fórmula. Entre ellos destaca la NIA-114^TM “una patente propia de la marca que es una forma optimizada de niacina que ayuda a proteger las células de la piel contra los agentes externos y fortalece su función barrera. Incluye también colesterol de origen vegetal y ácidos grasos para reforzar y nutrir la piel de forma inmediata y duradera. Además, con su tecnología BioRecode, inspirada en la epigenética, aumenta la síntesis de colágeno y evita su degradación con el paso del tiempo”, enumera la especialista sobre este lanzamiento que también lleva aceite de semilla de melón y extracto de hongos para reducir el enrojecimiento visible. Una formulación que, a visión de la doctora Adriana Juanes, “es indicada para pieles secas y con moderado y alto grado de fotoenvejecimiento”.

En España esta marca puede adquirirse en El Corte Inglés y en parafarmacias seleccionadas por un precio de 76,95 euros. “Es un tipo de crema muy de moda, ya que va genial con cualquier activo renovador como es el retinol o glicólico, pero no tiene nada que envidiar a la crema función barrera de Gema Herrerías, o a la de Arturo Álvarez y la doctora Rubira. La novedad de StriVectrin es un cosmético de función barrera con ceramidas y colesterol y en la web de venta se indica que tiene textura rica, pero que no engrasa, algo que es un poco contradictorio, porque una textura rica suele ser más nutritiva para pieles secas y suele aportar más grasa”, tal como analiza María José Cejas Delgado, titular de Farmacia Europa, en la localidad cordobesa Puente Genil.

Desde la firma recomiendan usar el tratamiento de manera diaria y sobre la piel limpia y seca por la mañana y antes de dormir para conseguir mayor eficacia y ayudar a la recuperación de la piel durante la noche. La doctora Juanes del Instituto Médico Láser sostiene que “las cremas antiarrugas se deben aplicar durante un mínimo de un mes y de forma constante para notar los resultados”. Krenicki lo corrobora y añade que “ya en la primera aplicación el efecto hidratante va a ser inmediato. Para comprobar su eficacia de manera más visible necesitaremos un mínimo de cuatro semanas, ya que es el periodo que necesita la piel para completar su ciclo de renovación. Pasado ese tiempo, el 100% de los expertos que participaron en el estudio de eficacia del producto observaron una mejora visible en el aspecto general de la piel y un 94% constataron la reducción de las arrugas y líneas de expresión. Además, esta crema es compatible con otro tipo de tratamientos, incluso ayudará a calmar la piel después de la exfoliación o si usamos una rutina con ingredientes activos más irritantes como el retinol o el glicólico”.