Claves para conseguir una piel tersa como una rosa
La nueva generación de antioxidantes, los activos bio, la investigación con células madre y los proteasomas permiten reparar los daños y mimar el cutis.
Marcel Proust no escribió un tratado antienvejecimiento, pero el título de su obra maestra, En busca del tiempo perdido, hace referencia a la misma lucha: intentar que el reloj dé marcha atrás. Las arrugas son inevitables, pero se pueden retrasar y atenuar. «Influyen los genes; pero también el alcohol, la dieta, los radicales libres y, sobre todo, el sol», recuerda Gemma Comabella, del departamento de Formación de Natura Bissé. El estrés, la falta de sueño o un ambiente laboral saturado también adelantan la aparición de los signos de expresión. La exfoliación y la protección solar son esenciales. «A los 40 o 50 años, muchas mujeres se centran en las arrugas y olvidan hidratar para que el estrato córneo no pierda humedad, algo esencial para evitar los surcos», explica Carlota Soler, directora de Formación de Anne Möller. Los laboratorios se centran en tratar la inflamación de bajo grado: «Aumenta la producción de radicales libres, y daña los componentes celulares, incluido el ADN», afirma Isabelle Bureau-Franz, directora de I+D de Innéov.
01. Células madre
Fuente de regeneración. Las células madre son unidades capaces de dividirse sin perder propiedades. Producen células nuevas, las reparan y reemplazan. «Pero son extremadamente vulnerables, 60 veces más frágiles que otro tipo de unidades», explica Édouard Mauvais-Jarvis, director de Comunicación Científica de Dior. Su misión es la regeneración. «Si fallan, esto repercute en el resto de tejidos», explica Consuelo Mohedano, directora de Formación de Shiseido España. Hay ingredientes activos que las protegen y las estimulan. Así actúa el Stem Cell Complex, con células madre de manzana y de uva, capaz de preservar la capacidad regenerativa. O los liposomas de células madre de la rosa alpina. «Debido a su alta capacidad de reproducción, protegen el capital genético», explica Carlota Soler, directora de Formación de Anne Möller. O el Bio-Magnet Nanosomes producido por un microorganismo en condiciones extremas y que, junto a algunos péptidos, estimula las células madre y su autorrenovación. Hablar de células madre suele suscitar ciertos temores que Soler desmiente categóricamente: «La aplicación externa de una crema que las active carece de efectos sobre las unidades de cualquier otro órgano».
02. Tierra y mar
«La tendencia es apostar por los activos bio; las pruebas in vitro han demostrado que son más eficaces», apunta David Rodríguez, formador de Clarins. La dificultad radica en estabilizarlos y que cada principio acometa su objetivo celular. Los avances en biotecnología lo hacen posible. El mar es otra gran despensa de activos: las algas favorecen la síntesis del colágeno.
Blue Therapy Serum de Biotherm (79 €). Double Serum de Clarins (84,50 €). Roll’on Défroissant Action Ciblée 1ères Rides de Decléor (45,63 €). Visible Difference Skin Balancing Night de Elizabeth Arden (48,20 €).
Mirta Rojo
03. Nuevos antioxidantes: la astaxantina y la hesperidina
Buenas noticias: solo el 20% de los signos del envejecimiento son inevitables; el 80% se debe a factores externos y se puede impedir. Así de contundentes son las conclusiones de un estudio realizado por los laboratorios de Biotherm entre 297 mujeres con edades comprendidas entre los 37 y los 78 años. El ritmo de vida actual no ayuda. El estrés libera neuromediadores que perturban la permeabilidad epidérmica, el tabaco y el aire contaminado generan toxinas y la excesiva exposición a los rayos UV colapsa la actividad celular. Cuando no se puede bajar el ritmo urge recurrir a potentes aliados como la astaxantina. «Es un pigmento carotenoide que actúa como antioxidante y evita el desorden celular», explica Salvador Luna, responsable de marketing de Fujifilm España, la empresa que comercializa Astalift. Otro buen socio es la hesperidina (disponible en nutricosmética), un polifenol capaz de atenuar la inflamación de bajo grado. La coenzima Q10 es un clásico en la lucha contra la oxidación: «Produce energía celular, neutraliza los radicales libres, repara los daños del ADN, protege la degradación del colágeno y estimula la proliferación de fibroblastos», enumera María Segurado, asesora dermatológica de Nivea.
04. Diccionario
Los nuevos activos son (casi) mágicos. Estos son sus nombres: 1. Matrikinas. Una cadena de péptidos de última generación que reactiva la capacidad natural de renovación de la piel y rellena las arrugas desde dentro. 2. Telomeryl Shield. Protege los telómeros y, por tanto, la juventud de las células de la piel.
05. Ácido hialurónico
Más agua. Este humectante ha revolucionado la cosmética. Su misión: formar una película acuosa sobre las arrugas y minimizarlas. Los dermatólogos recomiendan aplicar cremas con este ingrediente antes de que la arruga se forme. Así se evita la jeringuilla. Los científicos distinguen entre el ácido hialurónico de alto peso y el de bajo peso molecular. «El primero previene la evaporación de agua e hidrata en superficie; el segundo, optimiza la respiración celular» explica Rodríguez, de Clarins. «El sistema Moisture Trap aporta ácido hialurónico en pequeñas vesículas; estas cápsulas no penetran sino que forman un nanofilm no oclusivo que afina la superficie de la piel», afirma Inmaculada Vivó, directora técnica de Germaine de Capuccini.
Timexpert de Germaine De Capuccini (62,90 €). Serum de Rituals (37,50 €). Premier Cru de Caudalie (99 €). Crema de Linia Pura (12,75 €). Gelatina Jelly Aquarysta de Astalift (92 €).
Mirta Rojo
06. Los proteasomas
Como una planta de reciclaje. Al llevar a cabo su actividad metabólica, las células acaban acumulando proteínas inútiles que ralentizan sus procesos de renovación y se convierten en toxinas moleculares. «Se trata de fragmentos de proteínas que acaban pegándose unos a otros y que forman amalgamas que dañan las células», explica Édouard Mauvais-Jarvis, director de Comunicación Científica de Dior. Eliminarlas permite liberar el 81% del potencial de regeneración de las células madre.
Casi ciencia ficción. La cosmética investiga cómo reciclar esas proteínas. Los laboratorios de Sisley y de Dior ponen de relieve la actividad del proteasoma, un complejo multiproteico que actúa como una planta de reciclaje de esas toxinas que entorpecen las funciones celulares y las transforma en colágeno o elastina. Incorporado en una emulsión de noche, el momento más propicio para la renovación celular, el proteasoma intensifica la detoxificación celular.
Mimar y proteger desde los 20 años. «El proteasoma aumenta en un 35% la capacidad de reciclaje de las células, lo que se traduce en cinco veces menos toxinas en la epidermis», asegura el experto. Libres de toxinas, las células funcionan a pleno rendimiento y optimizan los principios activos del cosmético que se aplique después de la crema con proteasoma. «No era la función que buscábamos, pero al combinar un producto con proteasoma con otros cosméticos comprobamos que la eficacia de cualquier activo que se aplicara después (como el ácido hialurónico o el resveratrol) se multiplicaba por dos, tres o cuatro», argumenta Mauvais-Jarvis. La mala noticia: el proteasoma empieza a perder vitalidad a partir de los 20 años, así que se recomienda utilizar productos con este principio activo lo antes posible, alrededor de los 30, y combinarlo con la crema habitual.
07. Resveratrol
Es un clásico infalible. «El resveratrol borra el 40% de las arrugas», afirma Mathilde Thomas, cofundadora de Caudalie. Un estudio independiente dirigido por la doctora Ellen Marmur, jefa de Dermatología y Cirugía Cosmética del hospital Mount Sinai de Nueva York, concluye que estimula la producción de colágeno y elastina, dobla la densidad dérmica e inhibe los radicales libres.
Botanical D-Tox de Sisley (164 €). Sérum Dior (115 €). Diamond Life Infusion de Natura Bissé (390 €). Idyllic de Sensilis (120 €). Crema de Shiseido (125,50 €). Sensitive Âge-Retard de Anne Möller (37,94 €).
Mirta Rojo
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