‘After sun’: un producto todoterreno (casi) tan importante como el protector solar
Refresca, calma, hidrata, regenera la piel dañada, prolonga el bronceado y evita la aparición de manchas y arrugas. Sin embargo, sólo recurrimos a él cuando nos quemamos. Dermatólogos aclaran por qué las fórmulas creadas para aplicar después del sol son imprescindibles.
El sol es el peor enemigo de la piel y aunque la fotoprotección de amplio espectro es el verdadero as en la manga para prevenir sus daños, siempre debe ir acompaña de un buen after sun al llegar a casa. Los datos sobre protección solar son alentadores: el 66% de las mujeres ya la utilizan todo el año según el último estudio del Observatorio Heliocare realizado por Cantabria Labs. Pero con el after sun tenemos una deuda pendiente. Como explica la farmacéutica Inma Riu “vendemos infinidad de solares, pero la mayoría de los que acuden a comprar un after sun presentan quemaduras importantes. Sólo cuando se queman se acuerdan de sus bondades”. Y es que podemos asegurar que tras una jornada al sol las pieles que ignoran este producto evolucionan en peores condiciones. “El enrojecimiento solar no termina de aplacarse, se pelan con facilidad y durante la noche, la piel está tan tirante e incómoda que impide el correcto descanso. Además, el bronceado es opaco, no se acentúa a medida que avanzan las vacaciones y desaparece prácticamente en cuanto se incorporan al trabajo. Y lo peor, la piel es más propensa a la aparición de manchas y arrugas. En septiembre tienen la sensación de que el verano no les ha sentado bien. En cambio, si utilizan after sun no hay descamación, el tono es más bonito y luminoso y sienten la piel fresca, hidratada y calmada. El bronceado se prolonga en el tiempo y el otoño no sorprende con manchas solares ni nuevas arrugas”, explica Begoña Gómez, experta en tratamiento de Yves Rocher.
Tendemos a pensar que con una buena protección solar es suficiente y, aunque es imprescindible, el after sun consigue dar un plus regenerante. “Hasta el 45 % de la radiación solar consigue atravesar nuestra piel, incluso aplicando filtros solares, lo que genera un exceso de radicales libres que dañan las células. Y lo más importante: el sol sigue generando daño en la piel hasta tres horas después de la exposición por eso es importante utilizar activos específicos que ayuden a reparar y evitar este daño”, explica María Vitale, directora médica de Cantabria Labs. Los after sun suelen contener ingredientes hidratantes “que calman la irritación, reducen el enrojecimiento, restauran la hidratación y proporcionan una sensación refrescante muy agradable”, dice el Dr Javier Capote, médicto estético especializado en terapia celular para rejuvenecimiento de Clínica Premium Marbella. Lo importante es buscar fórmulas ricas en antioxidantes “como el polifenol, el betacaroteno o las vitaminas A, C o E, capaces de neutralizar el daño provocado por los radicales libres”, advierte Inma Jiménez, training manager de Sephora. Expertos dermatólogos nos ayudan a aclarar los beneficios que aportan estos auténticos productos todorreno.
¿Podemos saltarnos el after sun?
Tras una jornada de playa o piscina solemos caer en la tentación de aplicar la crema hidratante habitual. Pero no es la mejor opción. “Prácticamente todas las actividades relacionadas con el verano -el sol, la sal del mar o el cloro de las piscinas- deshidratan la piel y la dejan tirante e irritada. En estos casos la crema habitual no basta. Hace falta un producto con activos que no solo hidraten, sino que también actúen como antiinflamatorios, regeneradores y calmantes. Ingredientes como la niacinamida, el aloe vera, la rosa mosqueta, la urea o el ácido hialurónico son muy valiosos”, explica Inma Jiménez de Sephora. Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8, añade: “No nos podemos saltar el uso productos after sun porque la piel, una vez se ha expuesto a la radiación, sufre una serie de desequilibrios que conviene estabilizar. Tanto a nivel corporal como de rostro, hay que aportarle ingredientes que humecten, desinflamen, regeneren y aporten antioxidantes».
¿Es lo mismo un after sun que una crema hidratante?
Hay grandes diferencias entre ambos productos. “La primera es la proporción de agua y aceite. “El after sun tiene más proporción de agua que de aceite, para ser menos oclusiva y poder extenderse mejor. La textura también es importante ya que los productos postsol suelen ser geles, lociones o sprays que se aplican sin necesidad de frotar la piel irritada”, afirma la farmacéutica Inma Riu. Además, el universo de activos de las cremas hidratantes es muy amplio y no todos son adecuados para después del sol. Con el after sun no hay fallo. “Aunque recomiendo fijarnos en que lleve antioxidantes como vitamina A y E, antiinflamatorios como aloe vera o activos hidratantes como el ácido hialurónico”, aclara la Dra. Mayte Truchuelo, miembro de Gedet, Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica.
¿Debemos elegir uno para cuerpo y otro para rostro?
Aunque los corporales los tenemos más identificados, conviene diferenciarlos porque las necesidades son distintas. “Para rostro aconsejo una rutina rica en ingredientes regeneradores y calmantes, con activos como la niacinamida, o los derivados del cobre, grandes regeneradores y antiinflamatorios. También es necesario reponer la hidratación de la piel con ingredientes como el ácido hialurónico. No obstante, si queremos reparar con algo que trabaje a nivel celular y no se quede solo en curar la superficie, debemos combinarlos con activos exfoliantes, una vez haya bajado la inflamación, o con retinoides, que promueven la regeneración celular de la piel”, apostilla Sonia Ferreiro, cosmetóloga en Byoode. La mayoría de los after sun corporales tienen fórmulas simplificadas para calmar la piel y reponer el confort perdido. “Se suelen enriquecer con agentes humectantes, como la glicerina, y con otros calmantes, como el aloe vera, que además tiene un cierto efecto regenerador”, incide Raquel González, directora técnica de Perricone MD.
¿Cuándo se aplica el after sun?
El momento perfecto de aplicación es “tras la exposición al sol y después de la ducha con la piel limpia sin restos de cloro, arena o protector solar. Recomiendo reaplicar tantas veces como sea necesario: antes de acostarse y por la mañana, por ejemplo”, sugiere Inma Jiménez de Sephora. La temperatura del agua es importante: muy caliente puede dañar la piel y si está muy fría también puede resecarla. Optar mejor por una ducha templada que ayude a regular la temperatura de tu piel”, dice el Dr. Javier Capote de Clínica Premium Marbella.
Rebaja la temperatura corporal
De hecho, podemos afirmar que refrescar y bajar la temperatura corporal es la primera misión del after sun. “Existen productos ricos en mentol o hierbabuena capaces de rebajarla hasta tres grados”, dice Inma Jiménez. Si queremos un efecto más intenso “se puede guardar en nevera para potenciar así la sensación de frescor y alivio inmediato”, añade Mayte Truchuelo.
Evita la descamación
Cuando hay una incidencia excesiva de radiación se produce una reacción de defesa en el organismo que provoca la descamación. “La piel se desequilibra, pierde los niveles de hidratación adecuados, genera más melanina de la normal como medida de autoprotección y tiende a inflamarse y enrojecerse. Es importante reponer nutrientes, vitaminas, ingredientes humectantes, vitaminas… todo aquello que puede frenar el pelado, que no es otra cosa que un suicidio de la piel que se produce para echar aquellas capas sobreexpuestas y dañadas que ya no sirven”, explica Ferreiro. La piel se pela, sobre todo, por falta de hidratación. “Los productos compuestos con urea, glicerina, bisabolol o ácido hialurónico son imprescindibles. Pero hay que combinarlos con principios con capacidad regeneradora, como el retinol o los ácidos exfoliantes que, lejos de quitarnos el moreno, fomentan que la piel se regenere mejor y mantienen un tono uniforme libre de pelados”, concluye Raquel González.
Repara el ADN dañado
La mejor forma de evitar el daño celular “es usar fotoprotectores capaces de protegernos del daño solar inmediato y también de los llamados Dark CPDs (dimeros de pirimidina ciclobutano tardíos), que es el daño que aparece en el ADN horas después de la exposición solar”, asegura la Dra. Mayte Truchuelo. ¿Y un after sun puede reparar o prevenir este daño? Como explica Olivier Doucet, vicepresidente de investigación y desarrollo de Lancaster “los antioxidantes son la clave. Ellos potencian nuestra capacidad natural de reparación del ADN y contribuyen a aumentar la resistencia de la piel al fotoenvejecimiento. Son muy útiles componentes como lipochroman, una molécula similar a la vitamina E y la equinácea, una herbácea antioxidante capaz de neutralizar los radicales libres y proteger del daño que se le pueda ocasionar al ADN”.
Prolonga el bronceado
¿La afirmación de que el after sun prolonga el bronceado es verdadera o falsa? La especialista Inma Jiménez responde que es cierta. “Al restaurar la hidratación de la piel y prevenir su descamación evita perder el moreno antes de tiempo. Pero además, muchos cosméticos post sol incorporan activos, como la dihidroxiacetona (DHA) que potencian la producción de pigmentos del bronceado”. Olivier Doucet añade “no sólo calman y reparan la piel, sino que prolongan el bronceado hasta un mes. Activos como el aceite natural de buriti enriquecen las fórmulas para estimular la producción natural de melanina y favorecer su difusión en la piel”.
¿Podemos prolongar su uso en otoño?
Natalia de la Vega, CEO de Tacha lo tiene claro: “Aconsejo seguir usando el after sun como crema hidratante hasta que veamos que el bronceado empieza a desvanecerse. Además, si lo prolongamos durante septiembre no corremos el riesgo de guardarlo para el año siguiente si nos ha sobrado, algo que, al igual que con los productos de protección solar, nunca debemos hacer”. Además, el Dr. Javier Capote advierte “si durante el otoño o el invierno se practican deportes o actividades al aire libre es conveniente aplicar after sun para mantener la salud de la piel. Estos productos también aportan alivio e hidratación adicional a las pieles sensibles o propensas a irritaciones en cualquier época del año”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.