_
_
_
_

Para una ministra de Brasil ahora el niño debe vestir de azul y la niña de rosa

Se viraliza un vídeo en el que Damares Alves, la nueva ministra brasileña de la cartera de Mujer, Familia y Derechos Humanos (y pastora evangélica anti aborto) apuesta por esta medida entre gritos de júbilo.

Damares Alves, el pasado 6 de diciembre.
Damares Alves, el pasado 6 de diciembre.Getty (AFP/Getty Images)

«¡Atención, atención! Es una nueva era en Brasil: el niño viste de azul y la niña viste de rosa». Desde hace unas horas, se ha viralizado un vídeo en redes sociales en el que Damares Alves, la nueva ministra de la cartera de Mujer, Familia y Derechos Humanos del recién estrenado gobierno de Jair Bolsonaro, salta en una explosión de júbilo junto a un grupo de simpatizantes al entonar en grupo estas palabras. Alves, una abogada de 54 años, también es pastora evangélica y pertenece a una rama ultraconservadora, contraria al aborto y a lo que la propia ministra ha defendido como «ideología de género». Por la ropa con la que aparece Alves en el clip, grabado con un teléfono móvil, se da entender que se registró el mismo día de la toma de posesión de Bolsonaro.

Alves es una de las dos únicas mujeres del nuevo gabinete de 22 ministros, donde siete de ellos son militares. Mas allá de los círculos evangélicos, la nueva ministra de Familia era una desconocida en política. Es pastora de la Igreja do Evangelho Quadrangular y es una potente activista contraria al aborto, a pesar de los miles de muertes en Brasil por las trabas al acceso a la interrupción voluntaria de embarazo: «Esta cartera va lidiar con la protección de la vida, no de  la muerte», ha aclarado tras asumir su cargo. 

A pesar de que la ministra intenta apelar a una supuesta tradición, cabe recordar que la diferenciación rosa/azul por género para los niños es de carácter relativamente reciente y su verdadera motivación no entiende de carácter conservador: data desde de mediados del  S. XX y fue básicamente una decisión comercial para tratar de vender más. El objetivo era que los clientes no pudieran utilizar las mismas prendas para todos los hijos y se vieran obligados a comprar cosas distintas para niñas y niños.

«Eran colores intercambiables para los bebés», aclaró a S Moda la profesora Jo Paoletti. En su libro Pink and Blue (disponible en Amazon), la catedrática aporta pruebas: hasta los años 60 se podían encontrar en Estados Unidos tarjetas de felicitación de este color para celebrar la llegada de un varón. Todo indica que su feminización se fue de las manos durante la década de los 80: «Los padres, sobre todo las madres, que crecieron durante la era del unisex, querían vestir a sus niñas con ropa más femenina. Los comerciantes vieron la distinción de género como una manera de vender más». Un apunte que debería saber Damares Alves antes de propugnar una falsa tradición que, por lo que han recordado los memes posteriores a sus declaraciones, recuerda mucho a esa distopía de vestir por colores que propugna Gilead en El cuento de la Criada.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_