Artesanía 2.0: así será la moda del mañana

¿Qué hace un bordador de Alta Costura colaborando con una artista especializada en performances sonoras? ¿Qué tiene en común un maestro de la cestería con un experto en tecnología ponible? ¿Por qué una marca de sastrería tradicional decide asociarse con un videoartista? Porque la moda del futuro (y del presente) pasa por aunar lo antiguo con lo nuevo, lo clásico y lo innovador. En definitiva, redefinir los conceptos de herencia y tradición a partir de la modernidad más puntera.
Con este punto de partida nació el taller “Redefinig crafts ins the XXIst century”: desde el pasado lunes y hasta esta tarde varios maestros supervivientes de los oficios clásicos se han unido a otros tantos expertos en nuevas tecnologías en una de las sedes madrileñas del Istituto Europeo di Design (IED Moda Lab). Junto a varios alumnos desarrollarán cuatro proyectos. Sin directrices ni prejuicios. Sólo con una máxima: “a ver qué pasa”, o lo que es lo mismo: veamos qué caminos se abren en la confección de moda. En la antigua y en la nueva.
“El fin era romper la barrera entre artesanos y artistas. Al fin y al cabo, un artesano es también un artista. Unos abren la mente y descubren las nuevas posibilidades de sus oficios y los otros salen de detrás de la pantalla de su ordenador y se ponen a aplicar en vivo y manualmente su experiencia”, cuenta Silvia Bianchi, comisaria del proyecto.
La artista griega Afroditi Psarra, especializada en placas de arduino, ha sumado su experiencia a la de JTBordadores, una empresa que ha trabajado bordando a mano para Dior o Givenchy con técnicas tan tradicionales como desconocidas para el gran público. Sus alumnos bordan a mano con fibras de algodón, pero también con hilos que conducen la electricidad o el sonido. “Estoy haciendo una sudadera con auriculares en la capucha, la intensidad del sonido se controla desde la cremallera”, cuenta uno de ellos. Otra alumna está confeccionando a mano “un bordado con luces para decorar la espalda de una chaqueta. Los botones sirven para encenderlas, apagarlas y regular su intensidad”.

Afroditi Ipsarra charla con una de las estudiantes. Delante, los hilos de algodón se mezclan con bobinas de fibras que conducen la luz o el sonido

IED Moda Lab

“Forramos piedras de cuero, las escaneamos, imprimimos el resultado y volvemos a intervenir sobre él. Es curioso, porque el escáner deforma algunos detalles y amplía las posibilidades del diseño”, explica Melina Carranza, una de las dueñas de Oficio Studio, empresa que trabaja la piel con técnicas tradicionales. “Estamos enseñándoles procesos de toda la vida, como la guarnición o el repujado”, añade. La diferencia es que, esta vez, trabajan codo con codo con Julia Koerner, maestra de la impresión 3D y encargada de realizar los increíbles volúmenes y estampados de la diseñadora Iris Van Herpen. Tras esta sesión, cada estudiante será capaz de reproducir en cuero formas naturales, de conchas a fósiles, y de integrarlos en sus propios diseños. “Al estar tan inmerso en lo analógico, no te das cuenta de que actualmente hay herramientas que te permiten diseñar miles de cosas”, afirma Melina.
Los oficios artesanos han quedado restringidos a una clientela minoritaria o a ámbitos tan exclusivos como la Alta Costura, sin embargo, su valor en los procesos de confección sigue importando. El problema es que son muy pocos los jóvenes que se sienten atraídos por aprender dichos oficios. “Para innovar, hay que mirar siempre al pasado”, cuenta Ricardo O’Nascimento, especialista en tecnología ponible y arte interactivo. Cuando todo el mundo habla de los wearables (prendas tecnológicas) pero estos no acaban de cuajar de forma masiva, él ha decidió experimentar junto con Carlos Fontales, artesano experto en cestería. Junto a sus alumnos, están creando un zapato de esparto que tendrá sensores de sonido en la planta “No sabemos qué sonido utilizar, si hacer música regulando la intensidad a través de los pasos o cambiar el sonido por palabras. Improvisamos a medida que lo vamos fabricando”, explica. “La tecnología no sólo beneficia a la artesanía tradiconal, también se produce el efecto inverso. Estamos acostumbrados a asociar los wearables con el futurismo, casi con la Ciencia Ficción. No todo son plásticos y materiales artificiales; la innovación tecnológica en la moda es más funcional y concreta de lo que parece a primera vista”

Uno de los diseños que ha realizado Julia Koerner para Iris Van herpen

IED Moda Lab

Diseño y confección manual en tiempo récord con una misión concreta: demostrar que es posible resucitar la tradición y enterrar ilusiones erróneas con respecto a la moda del siglo XXI. “Ahora que la moda camina hacia la customización, lo artesanal vuelve a cobrar sentido pero desde otra perspectiva. Queremos hacer ver que es posible integrar la tecnológico en la ropa de forma natural y, a la vez, recuperar lo tradicional de forma innovadora. Aquí y ahora. Tienen tres días para diseñar, y lo están haciendo”, cuenta Silvia.
El resultado es tan real como esos estampados de Louis Vuitton, Chanel o Nike omnipresentes en revistas de tendencias. Son obra del colectivo de arte digital III Studio. Ahora, por primera vez, estos artistas dejan de trabajar con la firmas de moda más conocidas para colaborar con Hola Por Qué, una firma nacional experta en serigrafiado tradicional. Mientras los primeros ayudan a sus alumnos a crear motivos decorativos a partir de conceptos tan populares como la comida española, los segundos les enseñan a estamparlos artesanalmente.
Las piezas que surjan de todas estas colaboraciones se podrán ver hoy en el IED Moda Lab. A la exposición le acompañará una mesa redonda en la que artesanos, artistas e ingenieros charlarán sobre la moda del futuro, un futuro que necesita mirar al pasado para avanzar en el presente. “En definitiva, la industria actual está llena de nuevos perfiles. Hay creadores que son ingenieros, arquitectos reconvertidos en diseñadores…la moda será multidisciplinar, y eso es lo verdaderamente importante”, concluye Silvia

El cuero, tratado manualmente, creará formas naturales en 3D

IED Moda Lab