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Amamantar, ¿un acto pornográfico?

Pese a que la OMS defiende la lactancia, su práctica en público aún genera polémica. Por eso la mayoría de las mujeres continúa ejerciéndola en la intimidad.

Amamantar

Tamara Ecclestone posa en el salón de su casa mientras amamanta a su hija Sophia. La marca del biquini delata que no hace topless, es decir, que mostrar el pecho, en su caso, está reservado en exclusiva para la crianza materna. «Quería hacer esto con Tyler [el fotógrafo] porque es alguien en quien confío para capturar un momento tan privado y bonito. La maternidad, definitivamente, me ha empoderado», afirma la rica heredera.

Esta instantánea sigue la estela de la publicada el pasado año por la modelo Gisele Bündchen, dando de lactar a su hija mientras un ejército de asistentes la acicalaba para una sesión de fotos. Sus declaraciones («Debería existir una ley mundial que conminara a las madres a dar el pecho durante los seis primeros meses de vida de sus bebés») provocaron una respuesta airada de las madres que no defienden la lactancia. Tanto, que se vio obligada a matizar sus palabras: «No tenía pretensiones legales. Mi opinión solo brota de mi pasión por los niños», dijo.

Esta portada de 2012 de Time levantó una enorme polémica al verse a una madre dando el pecho a un niño de 3 años.

Cordon Press

Con menos intención de retractarse se muestra Lina Esco, directora e ideóloga del movimiento Free the Nipple, y coprotagonista de la película que lleva el mismo nombre, recién estrenada en Estados Unidos. En sus declaraciones a S Moda, carga directamente contra la hipocresía de las redes sociales: «Es indignante que, hasta hace unos meses, Facebook no permitiese que una madre colgase una foto dando el pecho a su hijo y que, sin embargo, fotos de actrices porno que cubren sus areolas en actitudes explícitas se puedan compartir sin problemas».

Mayor protección. Queda claro que en pleno siglo XXI hablar de lactancia (o fotografiarse practicándola) sigue generando debate. ¿El motivo principal? En la cultura occidental el pecho femenino continúa teniendo connotaciones eróticas. «Por eso, la mayoría de las madres sigue lactando a escondidas. Sobre todo, si el niño tiene cierta edad. No es habitual, pero es perfectamente posible: según estudios antropológicos, hay bebés que toman el pecho hasta los 4 años», comenta Marta Díaz, coordinadora del Comité de Lactancia Materna (CLM). De hecho, la cantante Gwen Stefani se embarcó en una gira en 2007 mientras criaba a su hijo Kingston, de 3 años. «Ya le han salido los dientes y en alguna ocasión me ha mordido», declaró públicamente.

Miranda Kerr con su bebé.

Cordon Press

En 2013, una encuesta realizada por el CLM entre 569 madres con hijos menores de 2 años revelaba que el 60% ya los había destetado. El 14% lo achacaba a «lo incómodo de dar el pecho fuera de casa». «Para proteger e incentivar la lactancia y evitar situaciones embarazosas deberían promulgarse leyes que protejan a la madre de ser expulsada de un local o de acusaciones de escándalo público o atentado contra la moral, como ya ha pasado», reclama Díaz. Existen precedentes. La Ley de Igualdad británica contempla como discriminación el trato desfavorable a una mujer por amamantar a su bebé. La legislación de Texas, en su capítulo 165, permite la lactancia materna allá donde una mujer tenga el derecho de estar. Para Díaz, eso sería lo lógico: «El pecho debe darse a demanda y no funciona con horarios ni sitios preestablecidos».

La actriz Alyssa Milano.

Cordon Press

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