De Laura Escanes a Dulceida: por qué las ‘influencers’ se están convirtiendo en las estrellas del podcast

Cuando Dulceida (álterego de Aida Domenech) y Alba Paul compartieron la foto que confirmaba su reconciliación, las redes sociales se llenaron de mensajes de cariño, emojis de corazones y creyentes del amor. Las catalanas formaban una de las parejas más queridas de Internet hasta que, tras más de seis años de relación y una de las primeras bodas mediáticas del sector de influencers, en 2021 anunciaron su separación. Lo cierto es que esa imagen en concreto, les costó su primera discusión y un día mucho más tenso y agobiante de lo que sus seguidores, ya inmersos en su segunda luna de miel, se hubieran imaginado. Lo cuentan en Destino: las estrellas, el podcast que las influencers acaban de estrenar en Podimo, con el que nos abren una nueva ventana a sus conversaciones íntimas para conocer todas esas cuestiones que les preocupan: el amor, la amistad, la autoestima, los celos o, cómo no, las segundas oportunidades. “¡Faltábamos nosotras y la verdad es que tenemos muchas cosas que contar”, anunciaban. Que hayan elegido este formato para lanzar su primer proyecto editorial juntas, confirma el fenómeno del “audio-influencer” que la plataforma Podimo ha sabido canalizar: los influencers están tomando los micros para mostrar otra realidad que la cámara no alcanza y reapropiarse de su propio relato.

“Creo que es una forma para que la gente pueda conocerme un poco mejor. Quiero tratar temas que tengan que ver con mi vida, con personas cercanas o que han formado parte de mí a lo largo de mi trayectoria”, explica Violeta Mangriñán, que también se acaba de unir a Podimo con el vídeo-podcast Lo tienes crudo. Frente a los guiones encorsetados de esos realities que le dieron la fama —ha participado en programas de Mediaset como Mujeres y hombres y viceversa o Supervivientes–, la influencer ha decidido ser ella quien haga las preguntas y decida qué contar o a quién llevar. Lo hace además en uno de sus restaurantes favoritos, un japonés en el que en lugar de dumplings se sirven preguntas: “¿Cuál es la peor noche que hemos tenido juntos?”, “¿Echas de menos tu vida sexual antes de ser padre?”, “¿Por qué crees que podríamos divorciarnos?”. Son algunas de las cuestiones íntimas que ha tenido que responder su primer invitado, su novio Fabio Colloricchio, con el que está esperando su segunda hija.

No es necesario decir que el primer episodio, al que tacha de una suerte de podcast y documental, ha sido un éxito: si algo nos atrae aún más que la fama, son las luces y sombras que hay detrás de ella. El hecho de que lo hagan con tanta sinceridad —o al menos, que lo parezca—, agita todavía más la curiosidad. “Yo soy la misma cuando la cámara se apaga que cuando se enciende, no tengo filtro ni delante ni detrás, tú eres un poco más políticamente correcto y mi miedo era que no sabía cómo te ibas a desenvolver en un podcast. Vamos a empezar por el plato de color violeta, lee la preguntita”, confesaba Mangriñán. “¿Cuál es la peor noche que hemos tenido juntos? Yo diría que cuando nos conocimos en Supervivientes, pero con Gala también hemos tenido unas cuantas”, apuntaba Colloricchio. “Yo creo que la primera semana de tener a Gala en casa”, reconocía ella. “Entonces, ¿tenemos que decirle a la gente que tenga hijos o no”, bromeaban. Tras el estreno, los titulares destacaban cómo la pareja hablaba sin tapujos de la maternidad, el sexo, las discusiones y, sobre todo, de su relación.

Ocurrió lo mismo con el podcast de Dulceida y Alba Paul. Algunos medios incluso utilizaban “los secretos de su reconciliación” y “los entresijos de su ruptura” para ganar lectores. Porque los influencers pueden parecer más accesibles, pero siguen generando la misma fascinación que los famosos de toda la vida. O incluso más. Aunque las redes sociales hayan borrado el misterio y las distancias, potencian lo que los psicólogos Donald Horton y R. Richard Wohl acuñaron en 1956 como “relaciones parasociales”: nos sentimos tan conectados con las celebridades actuales que acabamos considerándolos parte de nuestra vida cotidiana; queremos saber cómo se encuentran, seguimos de cerca cada uno de sus éxitos y, por supuesto, nos afecta todo lo que les pasa de forma pública.

Laura Escanes ha sido pionera en exprimir el fenómeno “audio-influencer”. Lo hizo primero con su expareja Risto y, después, con su primer podcast de entrevistas en Podimo, Entre el cielo y las nubes, donde ha tenido conversaciones honestas y desprejuiciadas con amigos y compañeros como las influencers Paula Gonu o Marta Díaz, el presentador Roberto Leal o el cantante de Taburete, Willy Bárcenas. Las estrellas del podcast La Pija y La Quinqui, Carlos Peguer y Mariang Maturana, han sido los primeros invitados de la segunda temporada. Su trayectoria ha sido al revés: en apenas año y medio, aquel programa que empezaron grabando en la cocina de su casa ha ido creciendo hasta recibir a artistas como Rosalía y su hermana Pili —la cantante fue quien contactó con ellos durante la promoción de Motomami —, o al actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, invitación por X (antes Twitter) mediante.

¿Tienen que lidiar, como Escanes, con el síndrome del impostor? “Sí, además la gente, sobre todo los medios tradicionales, les enfada mucho: ¿por qué vosotros sí y nosotros no? Con Pedro Sánchez puedo ver más lógica en que se enfaden, pero un artista no tiene obligación de ir a ningún sitio a hacer promo y no entendían que vinieran aquí. Pasó con Rosalía, con Aitana, Chanel, que no hacen mucha prensa y con nosotros sí vinieron”, confiesa Carlos. “Las críticas que recibimos a nivel de la proyección que tenemos, es gente que lleva dedicándose a los medios convencionales muchísimo tiempo. Es muy complicado”, dice Mariang. Con los podcast ocurre lo mismo: ahora todo el mundo tiene un podcast, pero cuántos de ellos generan realmente interés. Quizás Podimo haya dado con la respuesta.