10 cosas que podemos aprender del estilo de las mujeres escandinavas
La estilista danesa Pernille Teisbaek acaba de presentar ‘Dress Scandinavian’, una guía que desgrana las claves del estilo de las chicas nórdicas y todos los trucos que necesitas para imitarlo.
Puede que el estilo francés sea el más copiado, debatido y alabado del mundo. Pero el escandinavo no se queda atrás y está alcanzando un estatus merecido en el mundo de la moda. ¿Quién no quiere parecerse un poco a esas esbeltas chicas nórdicas de melena dorada y metro setenta de altura? Pernille Teisbaek, una de esas admiradas mujeres de estilo minimalista y elegancia silenciosa, quiere ayudarte. La polifacética danesa, dueña de un envidiado ropero y de una cuenta de Instagram de lo más inspiradora, acaba de presentar su libro Dress Scandinavian (People’s Press, 2016), una completa guía para instruir a sus lectoras en el arte del vestir nórdico. La famosa estilista y bloguera (capitaneó el blog Look de Pernille –ahora desaparecido–) demuestra en 18 capítulos que el estilo escandinavo es mucho más que mezclar pantalones y zapatillas de deporte.
«Cuando voy a las semanas de la moda siempre genero revuelo al decir de dónde soy. Las escandinavas no somos como esas parisinas elegantes que parece que acaban de salir de la cama pero con un look femenino y chic, pero nuestras composiciones de materiales y colores, nuestro deseo de crear nuevas siluetas y nuestro gusto por la comodidad y el minimalismo le encantan a la gente», explica la autora en las primeras páginas. «Nuestros looks tienen un punto un poco andrógino sin ser demasiado masculinos. Un espíritu que encaja bien con nuestro maquillaje sencillo, las cejas espesas y el pelo con acabado natural. Nuestro punto fuerte es crear un estilo atemporal sin ser aburrido», continúa. Con esta premisa, paseamos por las páginas de Dress Scandinavian, dejándonos llevar por los boards repletos de fotos de inspiración e imágenes que ilustran cada explicación. Un recorrido que, de momento, solo está disponible en danés. A la espera de que la guía sea traducida al inglés y quién sabe si al español, nos aventuramos a su lectura y pasamos a desgranar qué es eso que las chicas escandinavas hacen mejor que tú cuando se colocan frente al armario.
1. Confían en el poder de los detalles y reciclan lo que ya tienen
«Los accesorios y los pequeños detalles pueden cambiar prendas que ya tenemos y evitar que gastemos dinero comprando otras nuevas», explica Teisbaek. Según la estilista, es algo que las escandinavas saben hacer muy bien. En el libro comparte varios ejemplos para llevarlo a la práctica: actualizar una camisa poniéndole un lazo en el cuello, reciclar las sandalias veraniegas llevándolas con calcetín en invierno, colocarse un pañuelo a modo de cinturón o cortar el bajo de los vaqueros para lograr el tan buscado ‘efecto Vetements’.
2. Hacen del look andrógino su mejor amigo
«Somos maestras en crear contrastes: lo mismo llevamos jeans masculinos con zapatos de tacón que una camiseta robada a nuestro chico con una minifalda», explica la autora. El estilo nórdico es un poco más minimalista y andrógino que el de otros países pero sin dejar de ser femenino. Para imitarlo, deberías hacerte con estas cuatro prendas básicas: camisa blanca (elige una que siente bien a tu silueta y que tenga un tejido de calidad), vaqueros («evita comprarlos online si no estás segura de cómo sientan los de esa firma»), blazer («mejor que no tenga bolsillos porque aportan volumen extra») y zapatillas de deporte («cómprate unas blancas y otras de un color potente y combínalas con looks femeninos para que el resultado no sea demasiado descuidado»).
3. Llevan el estampado de rayas como nadie
La estilista deja claro en el capítulo dedicado a las rayas marineras que, a pesar de estar muy vinculadas al estilo francés, son uno de los estampados favoritos de las escandinavas. «Damos vida a las clásicas rayas como nadie», afirma. Sus combinaciones favoritas pasan por llevarlas en looks bicolor blanco-negro o con abrigos coloridos (apunta: los de la firma Saks Potts son los preferidos por las danesas).
4. Son fieles a la paleta de color escandinava
A pesar de que en la portada del libro Pernille apuesta por vestirse de amarillo de pies a cabeza, nadie asociaría este color al estilo nórdico. «No es ningún secreto que las escandinavas no nos vestimos con los colores del arcoíris», bromea en el libro. La gama imprescindible para hacerte pasar por una de ellas incluye el negro, el azul, el gris, el blanco y los tonos tierra. Más allá de esos, el rojo o el azul cobalto («juntos son fantásticos») son los dos tonos predilectos para dar pinceladas de color a los looks. «También funcionan muy bien las mezclas de complementarios, pero no las típicas de rojo/verde, amarillo/púrpura y azul/naranja. Mejor apostar por estas versiones: azul marino/oro, burdeos/verde botella y camel/burdeos«, afirma. Para cerrar este capítulo, la autora de Dress Scandinavian recomienda varios trucos: combinar distintas variaciones del mismo color en el mismo look, apostar por dar toques de color en complementos o en detalles como cuellos y puños, hacer una lista de combinaciones que funcionan para inspirarte y, si vas a ponerte un tono que no le favorezca mucho a tu piel, evitar que esté cerca del rostro.
5. Se ponen capas hasta parecer un muñeco Michelín
Debido al clima de los países escandinavos, las chicas de esos lares «están obsesionadas con cualquier cosa que las mantenga calientes». Por eso son auténticas expertas en crear looks por capas. Como dice la propia Teisbaek, superponer prendas es un arte y un ejercicio de equilibrio en el que es fundamental conocer la forma del cuerpo para no aportar volúmenes innecesarios. Coge lápiz y papel, estas son algunas de las combinaciones que propone: llevar un blazer encima de un jersey de cuello alto, darle una segunda vida a un vestido veraniego mezclándolo con un suéter de punto fino y pantalones o ponerse debajo una camiseta térmica de Uniqlo y dejarla sobresalir un poco en las mangas o el cuello (esta última, la mejor opción para principiantes). Ah, y no olvides mezclar materiales (seña de identidad del estilo escandinavo por excelencia). Cuero y punto son dos tejidos que contrastan muy bien y que lograrán que incluso un look monocolor tenga un aspecto totalmente distinto.
6. Combinan las prendas de forma inesperada
Teisbaek propone varias ideas para mezclar de forma distinta prendas que ya tenemos. Ideas que prometen ahorrar dinero y espacio en el armario. Sus favoritas pasan por llevar un blazer encima de una sudadera con capucha; sustituir los tacones por zapatillas de deporte cuando se pone un traje o un delicado vestido; actualizar una simple camisa llevándola abierta o sumándole un choker; restar feminidad a una falda lápiz emparejándola con una camiseta desgastada o contrarrestar el espíritu clásico de un pantalón de traje calzándose unas sandalias con calcetines.
7. Se atreven con complementos especiales
«Los accesorios son la guinda del pastel y son capaces de transformar milagrosamente cualquier look«, sentencia la autora. Según confiesa, los bolsos y zapatos son lo más atrevido de su armario. Los tiene metalizados, estampados y de colores potentes. La clave para que el resultado sea típicamente escandinavo está en las combinaciones. Y aquí, Pernille también tiene unos cuantos trucos que compartir con el mundo. «Los bolsos de fiesta no son solo para eventos, llévalos a diario con jerséis cómodos y zapatillas», «averigua la altura de tacón con la que aguantas bailando toda la noche y nunca los compres más altos», «utiliza los cinturones para algo más que sujetar los vaqueros y colócalos sobre abrigos o para entallar los looks por capas» o «no olvides dar un toque femenino a lo que llevas con un poco de pintalabios rojo», son algunas de sus máximas.
8. No salen de casa sin alguna joyita
Las joyas añaden personalidad y ya no están reservadas a ocasiones especiales sino que se llevan todos los días del año. No hay más que echar un vistazo a Instagram para ver a chicas con los dedos repletos de diminutos anillos y escotes decorados por combinaciones de distintas gargantillas y colgantes. Para la bloguera –y sus compatriotas– son fundamentales. En el libro recomienda las piezas de Orit Elhanati, Sophie Bille, Georg Jensen y Trine Tuxen y nos anima a no tener miedo de mezclar plata y oro. El reloj tampoco puede faltar en todo estilismo con ADN nórdico que se precie. ¿Su recomendación? Masculinos como los de la marca Skagen.
9. Nunca dicen ‘nunca’
En el capítulo Do’s and Dont’s, Teisbaek resume lo que hay que hacer y lo que no para pasar por una sueca, danesa o noruega. «Menos es más», «calidad mejor que cantidad», «comodidad por encima de todo» o «juega con los materiales» son algunos de los mantras que deberían seguir aquellas que quieran emular su estilo. Pero, ¿qué hay de lo que jamás se pondría una chica nórdica de pura cepa? «No debe haber ‘noes’ absolutos cuando se trata de moda. Jamás pensé que me pondría unos mom jeans y ahora me encantan así que ‘nunca digas nunca'», afirma la autora. «Sin embargo, si tuviera que elegir cosas que evitaría serían las botas mosqueteras con minifalda (mejor con vaqueros o vestidos por la rodilla), solo llevaría corsé encima de una camisa o camiseta y recomendaría no comprar zapatos de mala calidad o de plástico porque no suelen ser cómodos».
10. Lo mismo compran en Zara que en Acne
Pernille es experta en mezclar piezas caras y baratas. No es amiga de comprar el total look visto en un desfile ni tampoco el que decora el escaparate de Zara. Prefiere hacer sus propios conjuntos, adora comprar online y confiesa que nunca mete nada en el carrito de la compra sin mirar primero la composición. En su lista de firmas asequibles imprescindibles figuran H&M, Zara, Cos, Topshop (es fan de la línea Unique) y Reiss (suele hacerse con piezas de las colecciones masculinas). Además, Teisbaek aprovecha la ocasión para recomendar las marcas escandinavas que deberíamos fichar. Acne Studios, Ganni (la firma que está enamorando a todas las influencers y de la que hablamos aquí), Filippa K, Nué Notes, Mads Nørgaard (mención especial merecen sus camisetas de rayas marineras) o la firma de chubasqueros, Rains, son algunas de sus recomendaciones.
Epílogo: el libro termina con una lista de 7 piezas ineludibles para crear un ‘armario escandinavo’. Una especie de resumen de todo lo anterior que debes grabar en la cabeza si quieres parecerte (aunque sea un poquito) a estas estilosas mujeres de pelo dorado y discreta elegancia. Ahí van: blazer, vaqueros, stilettos de un color potente (rojos o azules son sus favoritos), joyitas, blusa de rayas, bolso especial y camisa.
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