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O Marisquiño: un fin de semana de arte y deporte urbano con atletas olímpicos

El festival vigués celebra su vigésima edición con una asistencia muy limitada y con pocos deportivos en cinco de las disciplinas más esenciales, tras meses de incertidumbre sobre su permanencia en Galicia

Daniel Sandoval este sábado en la semifinal de O Marisquiño en la disciplina Freestyle BMX, modalidad 'park'
Daniel Sandoval este sábado en la semifinal de O Marisquiño en la disciplina Freestyle BMX, modalidad 'park'Lino Escuris (O Marisquiño)

El festival de cultura urbana y deportes de acción O Marisquiño se ha celebrado este fin de semana solo con lo esencial. En años pasados el evento reunió disciplinas como el motocrós o el dirt jump, saltos en bicicleta sobre una pista de tierra, y espectáculos musicales para cientos de miles de personas. Esta edición se centró en las actividades olímpicas —baloncesto 3x3, break dance, freestyle BMX y skateboarding— y en el arte urbano, con tres murales inspirados por la poeta gallega Yolanda Castaño. Las medidas de seguridad por la pandemia y la premura de la organización del clásico vigués, que hace pocos meses no tenía una locación asegurada, limitaron el tamaño del encuentro. En esta ocasión alcanzó solo los 4.500 asistentes durante todo el fin de semana. Sin embargo, la talla de los atletas no se ha reducido: deportistas de élite como el biker Daniel Dehrs, medalla de plata en Tokio, han participado en las competiciones.

Este ha sido un año difícil para la dirección de O Marisquiño. La pandemia ha significado un obstáculo para montar un evento de estas características, con distintas disciplinas y decenas de deportistas en cada una, pero no ha sido el único: en febrero Factor Ulises, la compañía encargada de organizar el festival, anunció que saldría de Galicia debido a la falta de apoyo institucional. Tras el anuncio, la Xunta y el Ayuntamiento de Vigo llegaron a un acuerdo e inyectaron fondos para anclar el encuentro al puerto de la ciudad. “La reacción de la ciudadanía cuando dijimos que nos íbamos fue espectacular, algo bonito e inesperado. No quería dejar que nos vayamos”, explica el director Joako Ezpeleta. Surtieron efecto los reclamos de la empresa y los vecinos para que las administraciones superen sus diferencias, aún más pronunciadas tras el accidente de 2018, por el hundimiento de uno de los pantalanes del puerto en el que resultaron heridos más de 350 espectadores.

Las medidas sanitarias han dejado una colección de novedades para O Marisquiño: la entrada al festival ha sido estrictamente limitada para controlar el aforo, normalmente de acceso libre y gratuito, transmisión en vivo de todas las competencias, uso de gel y mascarillas. Además, uno de los acontecimientos más esperados de este evento, el descenso urbano en bicicleta de montaña desde la cima de la ciudad por las estrechas y empinadas calles del Casco Vello hasta el puerto, se ha hecho a puerta cerrada por primera vez. Los espectadores solo pudieron ver un resumen de la competencia al finalizar el directo del festival. El recorrido se inició en el Castelo de San Sebastián y acabó en A Laxe. Edgar Carballo fue el ganador de la categoría masculina con un tiempo de un minuto y nueve segundos y Zoe Zamora se proclamó campeona de la categoría femenina, con un minuto y 25 segundos.

Una primera vez no asociada a la pandemia fueron una serie de talleres familiares durante el primer día del evento. Según explican fuentes de la organización, este aspecto es algo que está creciendo y se seguirá impulsando en los próximos años. Esta edición contó con una jornada dedicada exclusivamente a estas clases que se solaparon con el arte urbano a cargo de los gallegos Yoe33, Seek y el madrileño Nem. Los murales se inspiraron en un verso de Castaño en gallego: “Escritoras e calamares: susténtanse na pluma, teñen moitos brazos, saben empregar a tinta con talento”. Fueron el único aporte artístico del encuentro, además de la música en vivo que acompañó los partidos de baloncesto 3x3 y la competencia de breaking o break dance. El primero, nuevo en la edición de los juegos olímpicos de este año, siempre se acompaña con mezclas en vivo y se juega en la mita de una cacha regular de baloncesto, con una sola canasta. El segundo también acaba de adquirir relevancia olímpica al ser incluido en la lista para París 2024.

BMX y Skateboarding, los protagonistas

Dos enormes pistas han adornado el puerto de Vigo para alojar dos de las disciplinas más clásicas de O Marisquiño: el skateboarding y el BMX. En la primera, el deporte que originó O Marisquiño, rodaron atletas destacados como el canadiense Ryan Decenzo, que se quedó con la primera posición, o el japonés Gywo Onodera, revelación de 11 años y que ha llegado desde Tokio, al igual los representantes de España en las olimpiadas. Entre ellos la gallega Julia Benedetti que, con tan solo 16 años, se convirtió en la segunda española en participar en los juegos en esta disciplina que además ha sido la que ha tenido mayor participación de mujeres en el festival. La participación de la brasileña Virginia Calvacante ha sido una de las destacadas, lo que le ha otorgado el primer lugar entre 20 atletas.

La pista de BMX ha contado con participaciones especialmente destacadas, ya que en esta edición la competencia de estilo libre en las modalidades park (trucos en rampas y obstáculos en un parque diseñado para la actividad) y street (trucos en obstáculos urbanos como escaleras, rieles, paredes o bancas) han sumado puntos para la copa mundial de la Unión Ciclista Internacional. Entre los finalistas de la primera han estado el venezolano Dehrs, y Daniel Sandoval, segundo en el ránking mundial. Ambos han sido sorprendidos por las destacadas participaciones del croata Marin Rantes —campeón mundial en 2018— y el estadounidense Jeremy Malott, que acaba de entrar en el equipo profesional de Monster este año. Los cuatro han ocupado los primeros lugares en la clasificación a la última etapa de la competencia, pero Sandoval ha quedado fuera del podio final. En la categoría femenina la campeona ha sido Teresa Fernández y en la modalidad street el ganador ha sido el habitual del festival Courage Adams.

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